SER NORMALES CON LOS ALUMNOS

miércoles, 29 de mayo de 2024

 



Más allá de las competencias digitales o de la cacareada necesidad del conocimiento de metodologías activas, hay actitudes llenas de sentido común o comportamientos presumiblemente normales que, incluso en un tiempo donde nos llenamos la boca con terminología inclusiva, parecen brillar por su ausencia. Me refiero al trato hacia el alumnado. Observo con cierta pena la mirada despectiva hacia chicos o chicas que, por el hecho de ser personas inmaduras o con poco interés para ciertos adultos, no son tenidos en cuenta o tratados con el aprecio debido.


Todo esto viene a colación de un comentario de una alumna; así como a ciertas opiniones escuchadas en conversaciones domésticas. Nada científico, desde luego. Leo con simpatía las siguiente líneas de una alumna valorando el curso actual: "(...) es genial tanto dentro del aula como fuera cuando deja la bici". La anécdota, obviando la dudosa genialidad de un servidor, viene de la importancia que le da el estudiante a ser saludado o iniciar una conversación informal fuera del aula. Puede parecer (o tal vez lo sea) una idiotez esta anécdota, pero si la encajamos con otras situaciones donde el alumno se nos torna invisible en cuanto cruza la puerta de su clase, o donde normalizamos los comentarios despectivos o desafortunados hacia estudiantes con problemáticas o comportamientos complejos, tal vez no sea para ellos tan irrelevante una actitud amable y considerada en público o en privado. Por mucho que sea el incordio, la falta de educación o la paciencia infinita a la que nos obliga a menudo la enseñanza.


En los estudios postobligatorios, como es en la Formación Profesional (a excepción de la FP Básica), damos por supuesto una voluntariedad en la asistencia y unas ganas por aprender por parte del estudiante. Sin embargo, bien sabemos que la realidad es bien diferente; en las aulas nos encontramos personas más o menos maduras, con distintas edades o recursos personales, con motivaciones y capacidades diversas. Lidiar con esa marabunta es complejo y difícil de llevar si no empatizas con esas mentes dispersas con prioridades habitualmente ajenas a nuestra realidad familiar o profesional. Y no hablo de permisividad ni dejadez de funciones, ni mucho menos. Me quedo con intentar recordar esa misma simpleza que nosotros un día traspirábamos cuando no éramos tan serios ni responsables como ahora. Además, ese incordio martilleante no quita de ningún modo un buen trato.


Hay docentes que, sin conocer cómo son dentro del aula, puedes casi asegurar, por su trato o comentarios, qué tipo de profesionales son; sin entrar a valorar sus competencias técnicas ni esas titulaciones que engordan nuestros currículums y alimentan egos. En un mundo laboral donde la tendencia es acreditar todo tipo de competencias y resultados de aprendizaje, tal vez no sea tan difícil remarcar la necesidad de tratar con normalidad a los demás, sin suficiencia y con un lenguaje afectuoso, desde la exigencia pero con el respeto debido. Y si metemos la pata, como suele ser también normal, disculparnos sin problema alguno. No importan los certificados, las canas ni el linaje. Ser normales con los demás, aunque pueda sonar políticamente incorrecto, es hoy día un valor añadido. Por suerte, he tenido, y tengo cerca, buenos modelos de esa normalidad. 

 

Foto de Ihor Malytskyi en Unsplash

CONVENCER A LAS EMPRESAS SOBRE LA DUALIZACIÓN DE LA NUEVA FP

lunes, 27 de mayo de 2024

 

FP DUAL NUEVA FORMACIÓN PROFESIONAL

La incertidumbre a la hora de implementar el nuevo sistema de FP en los centros educativos, tanto a nivel organizativo, curricular, metodológico o en relación a la evaluación, quedará clarificado más tarde o temprano con la normativa que se publique. El profesorado está mal acostumbrado a sufrir cambios de última hora o no disponer del tiempo necesario para (re)programar los módulos en función de las modificaciones normativas. Sin embargo, no parece tarea fácil vender las bondades de este nuevo sistema (que dualiza obligatoriamente los grados C y D) a los responsables de las empresas que firman o tutorizan los convenios de participación en un proyecto de FP Dual junto a un centro educativo. 

 

La autonomía de los centros, o más bien un trabajo voluntarioso no demasiado coordinado con otros centros educativos de FP, provoca que se aborden este tipo de convenios de colaboración (al igual que las FCT que pronto pasarán a mejor vida) del mejor modo posible y con escasa información oficial, además de la normativa pertinente publicada. En mi opinión, la labor informativa y de sensibilización de las empresas de cada sector profesional, debiera afrontarse desde un mayor conocimiento de lo que significa esta dualización, así como sobre las bondades y retos que suponen para la empresa, los estudiantes y los centros de FP. Es necesaria una labor pedagógica para entender que este nuevo sistema pretende, desde casi el minuto uno, introducir al alumnado en un entorno profesional real con el consiguiente esfuerzo de todos los actores; pese a las trabas, costumbres o la habitual falta de recursos personales. Indudablemente, la flexibilidad y el sentido común van a hacer mucha falta en los próximos cursos. 

 

Por todo ello, desde las administraciones educativas, además de la publicación de una normativa clara y de acuerdo al espíritu de la nueva Ley de FP, se pueden articular iniciativas que promuevan el conocimiento y convencimiento de las empresas por un sistema que viene a dualizar por completo la oferta de ciclos formativos de grado medio y superior. Tal y como señala el documento resumen del primer encuentro estatal de prospectores de FP dual celebrado en Toledo el 21 de febrero de 2024, los principales retos pasan por:

 

  • Convencer a las empresas de que van a participar en un proceso formativo, y no en unas prácticas como hasta la actualidad. Los alumnos llegarán menos formados a las empresas, y ahí está la oportunidad para las empresas, pues podrán contribuir en su formación más que en el anterior modelo.
  • Hacer pedagogía con las empresas y ahuyentar posibles miedos que puedan surgir (también con las gestorías en las que se apoyan por los trámites burocráticos): uno de los principales argumentos para convencer a las empresas es la idea de la curva de aprendizaje. Si las empresas tardan X tiempo en adaptar un trabajador al puesto de trabajo, ello se puede hacer mejor mediante la FP dual. El periodo de adaptación del nuevo empleado es mucho más corto si antes ha cursado la FP dual.
  • Dificultades para encontrar empresas colaboradoras en algunos sectores, pese a la buena coyuntura del mercado laboral. 

 

Desde este grupo de trabajo también se señala la idoneidad de jornadas de difusión de la FP Dual entre las empresas, el incentivo de la modalidad intensiva, la formación de los tutores de empresa a gran escala, las estancias del profesorado en la empresa, el reconocimiento público de las empresas más pequeñas, la redacción de un plan de acogida y documentos de colaboración estandarizados, etc.

 

Igualmente interesante este manual del tutor de empresa de FP Dual, también editado por la Fundación Bertelsmann, que recoge propuestas, motivos e informaciones de interés para los tutores de empresa responsables del plan de formación dual junto al tutor/a del centro educativo. Es vital conocer previamente las funciones del tutor/a de empresa: planificar la formación, seleccionar al alumnado, plan de acogida, formar y evaluar. Así como comprender las competencias más útiles para llevar a cabo estas funciones como tutor/a de empresa: motivación, comunicación y feedback, organización y adaptabilidad, o gestión de conflictos. 

 

También pueden ser muy útiles los distintos manuales de acogida de estudiantes de FP Dual que, con caracter sectorial (actualmente para los sectores de la construcción, industria agroalimentaria, agrario, hostelería) publica CaixaBank Dualiza junto a otras entidades con el fin de aclarar los pasos a las empresas para participar en un proyecto de FP Dual. A remarcar los beneficios de la dualización para las empresas del sector: 

 

  • Transferencia de conocimiento bidireccional.
  • Transformación digital
  • Mejora de los procesos de selección de personal
  • Formación a medida de la empresa
  • Sensibilización en sostenibilidad y cambio climático
  • Mejora de la imagen de la empresa
  • Mayor productividad
  • Cualificación profesional
  • Mejora del sector

 

Por todo ello, me parece básico, antes de comenzar a organizar y gestionar los planes de formación del próximo curso, un proceso de reflexión y estudio de las ventajas de un nuevo sistema que, a pesar de su imposición acelerada, puede y debe suponer un cambio real y transformador de la FP actual. Y así poder abordar con buenos motivos a las actuales o futuras empresas colaboradoras de nuestros proyectos de FP Dual. 

DUDAS Y RETOS EN LA NUEVA FP

jueves, 23 de mayo de 2024

 A lo largo de la presentación realizada en el Congreso Innovaprofes III Edición, dirigido a docentes de Formación Profesional de toda España, he podido compartir las dudas que a estas alturas de año nos asaltan a la mayoría del profesorado en relación a la implantación del nuevo sistema de FP que arrancará el próximo mes de septiembre de este mismo año.Tras las intervenciones de la Secretaría general de Formación Profesional del Ministerio de Educación, FP y Deportes, Clara Sanz, así como la del Viceconsejero de FP del Gobierno Vasco, Jorge Arévalo, pude mostrar mi parecer en torno a los cambios que debiera significar la aplicación de la nueva Ley Orgánica 3/2022 de FP y el RD 659/2023 que ordena todo el sistema; pese a seguir a la espera, en algunas comunidades autónomas, de la ordenación específica en sus territorios. 


Conocemos bien los retos y condicionantes de este nuevo sistema en cuanto a las dificultades organizativas que suponen en los horarios docentes, así como el trabajo extraordinario que supondrá la prospección en un sistema totalmente dualizado, con nuevos módulos, programaciones y distintas formas de evaluar y aprender en un marco competencial. Un esfuerzo adicional para transformar la FP que requiere mayor información y formación para los docentes y las empresas, recursos materiales y un horario que permita un trabajo coordinado a nivel intermodular; así como la necesaria actualización técnica y pedagógica de la docencia que ofrecemos. 


Por suerte, partimos de una FP con mucha historia detrás, con grandes profesionales que han ayudado a alcanzar el éxito actual de la misma, y unas metodologías y formas de trabajo que van haciendo mella lentamente en un sistema que requiere cambios adaptados a las nuevas tecnologías digitales y a los sectores profesionales que nacen o se transforman. Aún así, es necesario compartir mucho más los recursos disponibles, disponer de modelos para programar actividades de aprendizaje, plantear una formación docente rigurosa y basada en evidencias, y establecer planes estratégicos a nivel de centro con la autonomía y flexibilidad que la normativa permite. No se trata de hacer lo mismo que hasta ahora, añadiendo más horas lectivas o formación en los centros de trabajo. 


Por ello son también necesarios este tipo de encuentros y congresos para reflexionar y compartir éxitos y fracasos que se llevan a cabo en otros centros de Formación Profesional a lo largo del país. Experiencias como las del País Vasco, Galicia, Castilla La Mancha, Valencia, etc. que se han mostrado de la mano de docentes inquietos de FP que entienden la educación como una mejora continua de la enseñanza y los aprendizajes.  


Indudablemente, el centro de atención de este nuevo sistema de FP sigue siendo el alumnado. Además del profesorado, que somos los que realmente tenemos la opción de seguir transformando la vida de las personas, son los estudiantes los que deben ganar con estos cambios sin necesidad de asfixiar al profesorado. Una dualización sensata y una programación actualizada, junto a buenos recursos materiales, deberían con el tiempo dar los frutos deseados. Ahora solo falta que las administraciones nos acompañen y apoyen con la inversión y visión suficientes para transformar un sistema que funciona siendo mejorable. 


Os dejo a continuación con la presentación realizada junto al vídeo con la ponencia incluida:

 

 
 
 

 

MATERIALES Y FORMACIÓN PARA EL PROFESORADO DE FP

miércoles, 15 de mayo de 2024

 


No hay manera. Puede haber avanzado mucho la Inteligencia Artificial, las comunicaciones digitales o tener redes sociales hasta para aburrir o presumir de ellas; pero seguimos viéndonoslas cada vez que aparecen contenidos y competencias nuevas en los módulos actuales o futuros que están por venir. Al final, parece que debemos confiar en la labor editorial donde otros docentes y profesionales reflejan lo que ese currículo inabarcable nos demanda para nuestras programaciones. Porque montar materiales nuevos o actualizar los presentes, junto a formarse en habilidades que tengan sentido para el estudiante, requiere de un tiempo que el curso académico no suele dispensar. 

 

Podemos despotricar de esas resultados de aprendizaje que la ley nos exige, pero, a fin de cuentas, ahí seguimos tratando de aterrizar unos criterios que son difíciles de plasmar en un aula repleta de jóvenes bulliciosos con intereses diversos. Lo que no me explico es la falta de colaboración entre centros educativos y profesores de las mismas especialidades a la hora de diseñar esos materiales que también podrían ser elaborados y retribuidos a sus autores desde la propia administración educativa. Estoy convencido de la valía que muchos docentes de FP experimentados atesoran para llevar a cabo esta labor. Lamentablemente, parece que el nuevo sistema de Formación Profesional no contempla este asunto y seguiremos buscándonos la vida como hasta ahora.


Cuestión aparte es la oferta formativa para el profesorado. El número de cursos ofertados es ingente, pero los filtros son escasos. Acostumbramos a recibir multitud de comunicaciones sobre formación docente de todo tipo. Y la moda educativa manda. Igual unos años toca coaching que ahora estamos con la IA. Disparamos a todo lo que se mueve con poca reflexión sobre formadores u objetivos del curso. Y así es difícil acertar. Evidentemente cada profesor tiene sus carencias y necesidades formativas, pero son necesarias unas líneas estratégicas, criterios y selección rigurosa para no perder tiempo en recursos intrascendentes o incluso contraproducentes para el aprendizaje. 

 

En mi opinión, y a nivel transversal para el profesorado de FP, deberíamos incidir en aquellos recursos que faciliten el aprendizaje del alumnado contando con la investigación educativa; también son necesarios más espacios y tiempos para un trabajo en equipo sistematizado de los docentes de cada ciclo formativo, contando con las bondades que nos ofrecen las distintas metodologías y herramientas a nivel organizativo; las competencias digitales también son valiosas si realmente sirven para mejorar nuestra productividad o facilitar competencias útiles para nuestros alumnos (el currículo del futuro módulo de digitalización me parece poco práctico y realista para FP); así como son necesarios más debates o encuentros educativos que nos inspiren en un momento donde la complejidad de los estudiantes y del entorno no facilitan esa motivación que requiere cualquier trabajo. Y el nuestro no es uno cualquiera. 

 

Ahora llega un junio más apretado que nunca para la FP. Seguramente comenzaremos un nuevo curso con todo cogido con pinzas y despotricando de los cambios que nos han venido de sopetón. Quizás sea un momento perfecto para compartir esos materiales que nos toca diseñar y que luego se apolillan en nuestras taquillas digitales. A pesar de los aprovechados o faltos de atención a la hora de mencionar su autoría. Tal vez, con las facilidades tecnológicas que ahora disponemos, podamos publicar esos portafolios digitales, páginas web, repositorios o incluso blogs personales donde mezclar reflexiones, malas o buenas experiencias educativas. Sin pudor ni sin ese síndrome del impostor que suele extenderse entre los más preparados. Ojalá.

Con la tecnología de Blogger.

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