LO MEJOR DE LA EDUCACIÓN CONSERVADORA Y PROGRESISTA

lunes, 26 de diciembre de 2022

La complejidad que tiene la educación es de sobra conocida. Pretendemos simplificar el debate educativo a través de recetas sobre qué debiéramos hacer en las aulas o qué limitaciones añadir con el fin de desterrar las malas prácticas que utilizan los docentes. Conservar y fomentar lo que sabemos es valioso podría ser un buen comienzo: la lectura, la atención, el razonamiento numérico, los modales, la escritura, la oratoria... Pero avanzar en lo que hemos acordado y que ha supuesto una mejora también es imprescindible, no podemos echar marcha atrás en: la atención a la diversidad, la educación en valores (derechos humanos), el trato igualitario y el funcionamiento democrático de los centros educativos, la competencia digital, el aprendizaje colaborativo, etc. 


Ahora muchos se suman al carro del conservadurismo como una posible solución a unos problemas sobrevenidos por una sociedad cambiante donde los alumnos, además de multitud de estímulos, viven (como nosotros) adheridos a un dispositivo móvil. Seguimos sin tener una política clara del uso del móvil, más allá de las prohibiciones; y a edades adultas resulta imposible no perder la atención durante una clase o en el tiempo de estudio. Podemos tener la tentación de querer eliminar cualquier práctica que suene a modernidad o innovación educativa después de muchos años queriendo avanzar en una enseñanza que fuese capaz de motivar por el aprendizaje sin dejar nadie atrás. Porque seguro que hemos cometido errores tratando de implementar tecnología sin ton ni son (como aún ocurre), pero seguro también que hemos favorecido la integración de muchos jóvenes en un sistema educativo que sigue haciendo aguas en cuanto al fracaso escolar o la repetición de curso. 


Pretender la vuelta a la figura inapelable del docente sería una garantía de ese fracaso que todos deseamos  evitar. La identificación de los alumnos con la figura del profesor o de la profesora, entre otras acciones, repercute en la mejora del rendimiento académico. Todos nos sentimos cómodos dando clases magistrales ante una audiencia atenta y solícita; pero bien sabemos que esa escucha no puede abarcar las seis horas de una jornada lectiva y que hay siempre imprevistos particulares. También sabemos de la importancia del conocimiento del docente; mejor cuanto más especialista sea y, mejor todavía, cuanta más didáctica específica conozca de su materia. Sin embargo, todo ello no quita que avancemos con la investigación educativa o la pedagogía que da sentido y forma a nuestra profesión. Porque la utopía, a pesar de los evaluadores de la calidad educativa, también es una parte inherente a nuestra profesión (aunque tendemos a olvidarlo). 

 

Hay prácticas a conservar pero seguimos teniendo otra tantas que desafortunadamente mantenemos: carencias en la formación inicial del profesorado, ineficaz o nula evaluación docente, inexistente carrera profesional (más allá de una antigüedad que no siempre valida nuestra mejora como enseñantes), evaluación del estudiane basada en la calificación o las disfunciones de un sistema que tiende a segregar por razones sociales o económicas. Aun así no podemos negar el progreso de una escuela que suprimió los maltratos, que ofrece muchos más recursos que antaño, que ha disminuido ratios y que cuenta con plantillas profesionalizadas. Avances significativos que las leyes educativas han configurado, a pesar del nulo consenso político, pero que siguen topándose con deficientes prácticas heredadas y un sentido de la educación excluyente. Persistimos en un modelo del sálvese quien pueda donde creemos hacerlo lo mejor posible, con escaso consenso y a nuestro aire; interpretando normas y sin mejorar sustancialmente el aprendizaje del alumno pese a la larga historia de la escolarización obligatoria. Somos poco dados a pedir recetas o añadir nuevos ingredientes a las nuestras si no vienen impuestas. Incluso pretendemos equivocadamente aderezar todas las etapas educativas con el mismo aliño a pesar de las sustanciales diferencias de los implicados y los objetivos que se persiguen. Por no mentar la falta de actualización docente a través de una formación especializada en cada etapa, ciclo o materia; innovadora pero salvando los mitos y las modas insustanciales.

 

Corren tiempos donde todo se cuestiona. Las familias ponen en duda las acciones del docente, los estudiantes ponen objeciones a nuestra labor y entre el profesorado surgen polémicas sobre el modo de programar, dar clases o evaluar. Y no está nada mal la crítica si todos dejásemos de endosar culpas y nos replanteásemos acciones y actitudes. Se corre el riesgo de idealizar las aulas del pasado pero hay también peligros cuando se cae en las ocurrencias o en el consumismo tecnológico. Y el aula del futuro no puede ser un lugar del metaverso o una sala de un museo de tecnología punta. Debemos atemperar la enseñanza; buscar esos caminos intermedios donde cabe la idea de una educación inclusiva y afectuosa junto a unos conocimientos profundos. Porque podemos seguir dando lecciones contando con el esfuerzo del alumno pero partiendo de la autocrítica y exigencia personal. Se puede progresar si permitimos que otros compañeros entren en el aula y cotejar prácticas donde los más experimentados tienen mucho que decir. Todo el profesorado tiene apreciaciones valiosas pero debemos seguir escuchando o leyendo pedagogía para confrontar nuestras certezas. No podemos hablar de empatía y educación cuando no comprendemos la edad de nuestros chavales o nos comportamos con acritud con tal de tener siempre la razón. 


Avancemos desde dentro de nuestros centros educativos en un acercamiento de posturas, desde la reflexión y el debate y sin ocurrencias, recordando que trabajamos con la mejor materia prima del mundo. Ya es hora de terminar con las disputas gratuitas, exijamos mejores instrumentos y plazos, y pasemos a ejercer la enseñanza escuchando a los compañeros y a los alumnos. Solo importan ellos, no tanto nuestra ideología personal.

 


Lo mejor de la educación conservadora y progresista

¿CON QUÉ ENTORNO LABORAL NOS ENCONTRAMOS LOS DOCENTES Y ESTUDIANTES DE FP?

miércoles, 21 de diciembre de 2022

Los que nos dedicamos a formar personas para su futura inserción profesional pocas veces sacamos el tema de la importancia de unas buena condiciones laborales y un entorno de trabajo adecuado. Solemos dar por sentado que ciertos derechos o concesiones que disfrutamos en nuestros puestos de trabajo como docentes pueden ser la norma en otras empresas o sectores. Incluso hay quien se atreve a sermonear al respecto viendo como condición necesaria pasar por penalidades en un primer empleo o se aventuran a criticar la ampliación de derechos laborales mientras los disfrutan hasta sin motivos justos. 


Luego está el discurso con los socorridos tópicos sobre la existencia tanto de derechos como de deberes; a menudo citados por los que se escaquean o abusan de los primeros y no son modelo de los segundos. La ausencia de autocrítica y los agravios comparativos son malas consejeras para valorar y ser consecuentes con el ejercicio profesional. Como docentes tenemos mucho que agradecer si caemos en un buen centro educativo, disfrutamos de compañeros generosos y unos directivos comprensivos. El salario no es para tirar cohetes pero tampoco es indigno (pese a la inflación de las narices). Y si hablamos de horarios y vacaciones, se podría estar mucho peor... Encontrar excusas para vivir amargado, pese a tener un sueldo fijo y unas condiciones decentes, solo contamina más a los que te acompañan. 


A lo que íbamos. ¿Conocen nuestros alumnos la realidad a la que se van a enfrentar profesionalmente? ¿Les preparamos para ello? Desde la escuela, con buena intención, podemos querer protegerles con el fin de que no se desanimen y perserveren en el aprendizaje. Difícilmente encontrarán en el mundo laboral espacios donde sus compañeros o superiores tengan la misma paciencia. Quitando una minoría de afortunados, una gran parte de ellos se enfrentarán a una exigencia elevada y a un entorno adverso a nivel humano. Habrá quien prefiera ir dando botes en busca de ese trabajo ideal, a menudo inexistente, mientras que otros u otras estarán conformes con cualquier empleo. De todo hay en la viña. Y es importante que, en cualquier caso, sepan apreciar esas buenas o malas condiciones y sean objetivos a la hora de tomar decisiones. Luego, las prioridades personales, se las establece cada uno. 


Tenemos muchos antiguos alumnos que disfrutan de ese marco laboral adecuado, pese a la necesaria exigencia laboral en puestos técnicos intermedios, y que podrían darnos muchas lecciones de profesionalidad y entereza. ¡Qué valioso es trasladar su experiencia de primera mano a nuestros estudiantes actuales! Los docentes de FP no debiéramos olvidar la realidad laboral que acontece diariamente en nuestros sectores y, por qué no, pasar de tanto en tanto por una formación actualizada en centros de trabajo.  Pese a nuestras críticas como consecuencia del elevado ritmo de trabajo y el desborde que sufrimos, debiéramos mirar siempre de reojo a esas otras profesiones, empresas o centros educativos donde tienen realmente muchas más razones para indignarse cada día. A pesar de todas las demandas justas del profesorado que siguen sin ser atendidas. 

 

ENTORNO LABORAL FP

TODOS LOS ALUMNOS NO SON IGUALES

domingo, 18 de diciembre de 2022

Para cada madre y padre sus hijos son únicos. Nadie desea un NPC -como dirían hoy los más jóvenes- en su casa. Todos y cada uno de ellos merecen una atención, educativamente hablando, digna y con los recursos adecuados para su crecimiento personal. Otra cuestión, que a menudo olvidamos, es que hay unos alumnos que requieren más recursos que otros por distintas circunstancias personales o familiares. Tendemos a creer que algunos no son merecedores de los esfuerzos de un sistema educativo que debiera tener como meta la plena igualdad de oportunidades. 

 

Hay quien prefiere despistarse de estos objetivos y tachan de aprovechados a esos chicos inmigrantes o a aquellos jóvenes inmaduros que poco o ningún apoyo familiar tienen. Hay quien incluso culpa al Estado de dar un exceso de recursos a muchos de ellos mientras prefiere ignorar las becas que otros, menos necesitados, también reciben. Hay incluso quien, en lugar de protestar por el malgasto en cachivaches o certificaciones poco útiles, señalan con el dedo a los cuatro zagales que les "molestan" porque necesitan una atención personalizada de la mano de profesionales de otras áreas. Porque los que más tienen acabarán sorteando esas dificultades a base de contactos o de talonario, sin importar su currículum repleto de indolencia. La historia de siempre de la humanidad.

 

Luego están los que atribuyen las diferencias de los otros como las causantes de todo mal o disfunción de nuestra sociedad: los de la concertada que se llevan los recursos, los de la pública que no se preocupan de sus alumnos, los inmigrantes que tienen más derechos que nosotros, los jóvenes que solo piensan en sí mismos, o los impertinentes que no estudian que se vayan a la FP... Y mira que parece obvio que, en nuestro país, afortunadamente, tenemos recursos más que suficientes para atender a toda la población y en especial a aquellos alumnos distintos pero más necesitados; independientemente de nuestras diferencias políticas o formas de entender la educación. Y siempre se educa demasiado poco sobre la importancia de la solidaridad. Nos hacemos mayores y los ideales acaban consumidos entre el pragmatismo y los mantras simplones.

 

Muchos no quieren darse cuenta del favor que nos hacemos cuando conseguimos que un alumno o alumna evite el fracaso escolar y decida seguir formándose para encontrar un trabajo cualificado. Tampoco queremos darnos cuenta de la riqueza que nos perdemos si no atesoramos una amplia población joven (sin importar su origen ni condición) que impulse el creciento y la innovación en la economía. Está demostrado que democratizar la innovación supone una mayor prosperidad colectiva. Pero seguimos engañados en un microcosmos, que es nuestro entorno más cercano, sin dar verosimilitud a lo que acontece no demasiado lejos. 


La cultura del esfuerzo no se mama por igual en todas las casas; porque no todos precisan esforzarse por igual ni a todos se les exige lo mismo. No se trata de tener manga ancha sino de dar más posibilidades a los que menos tienen o a los que sufren carencias; sin dejar de lado, claro está, a los que han tenido la fortuna de cara en la vida. Porque gustamos de compararnos con los que más beneficios obtienen pero poco con los más desdichados. Exigir lo que no damos es también otro vicio popular. Y no solo entre los docentes. La educación no tiene más remedio que ser generosa con todos, sin importar diferencias, pero más espléndida con los que soportan contratiempos. 

 

TODOS LOS ALUMNOS NO SON IGUALES

¿POR QUÉ SER DOCENTE?

martes, 13 de diciembre de 2022

Hoy me han preguntado en clase por qué me dedico a la docencia. Ante un comentario sobre mis estudios universitarios y me elección personal por la docencia, algunos se han sorprendido porque no creen que nadie quiera hoy día aguantar a unos jóvenes alumnos en un aula. No se explican que, salvo por las vacaciones escolares, podamos elegir ser profesores por simple gusto o vocación.

 

Puede que la docencia esté en horas bajas, pese a que no es un trabajo que se sitúe entre los menos deseados, y que las vocaciones y las ganas de participar en este sector profesional estén disminuyendo o tan solo creciendo como una opción de trabajo estable y decentemente retribuido. Parece incluso que hay cierto déficit de docentes en algunas especialidades; seguramente a causa de la existencia de alternativas con mejores condiciones económicas y mayores posibilidades de desarrollo profesional. Una escasez que se observa a nivel internacional y que presenta incluso un problema con el envejecimiento de las actuales plantillas de profesores.

 

La mala prensa, la elevada exigencia de parte de las familias, el descrédito de la figura docente entre parte de los alumnos junto a la sobrecarga administrativa y ampliación sin límite de nuestras funciones, son parte de ese descontento o falta de ilusión por comenzar o continuar como enseñante. Hoy son pocos los que se aventuran a pedir una plaza a muchos kilómetros de distancia. La comodidad y la búsqueda de mejores condiciones laborales también condicionan la cobertura de ciertas vacantes pese a la juventud de los candidatos. Consecuencias también de una menor tasa de desempleo. Y que dure. 

 

La docencia quema. Es agotadora. Seguir el ritmo de preparación de clases, correciones, diseño de actividades, actualización docente, matenimiento del orden, prestar atención a todos los estudiantes y, tratar de innovar o al menos mejorar la enseñanza, convierte la docencia en una tarea exigente y abrumadora. Los trienios o sexenios mejoran la nómina pero, a cambio, el agotamiento físico y mental va dejando huella. No sé si la vocación, la ilusión o la personalidad de cada uno, son las que acaban añadiendo esa energía adicional que requiere esta profesión. Una profesión en la que nos encontramos, para bien o para mal, solos en el aula. Donde hacer más o menos está en tus manos. Donde tú eres principalmente quien te exiges unos resultados. Y a menudo se vuelve ingrata, solo percibimos conflictos o no acabamos de ver la posibilidad de trascender en ese chaval o muchacha que han acabado enderezando su vida a través de los estudios y un buen empleo. 

 

Pero el día a día se lo come todo. Vivimos pensando en el próximo puente o vacaciones escolares. Como no podía ser de otra forma. Algunos raritos disfrutamos leyendo sobre educación pero, más aún, haciendo planes con la familia o las amistades. Sin embargo, también estamos agradecidos a lo que diferencia esta profesión de muchas otras: trabajamos siempre con gente joven que nos rejuvenece si muestras un mínimo de empatía; cada curso ofrece nuevos retos o formas de abordar tu enseñanza (se aburre quien quiere); los afectos y lazos personales que se tejen aportan un sentido vital a tu labor profesional; e incluso la docencia es la excusa perfecta para seguir aprendiendo y desarrollando el interés particular por unas disciplinas. 

 

Yo, sin duda, aquí me quedo. Estoy seguro que no encontraría un mejor trabajo (pese a las enormes desigualdades labores que contemplan las distintas administraciones educativas según tu localización geográfica o titularidad del centro educativo). Tengo claros mis motivos para ser docente.

 

por qué ser docente

LO MÁS LEÍDO EN UN BLOG EDUCATIVO

domingo, 11 de diciembre de 2022

¿Qué artículos de este blog se han leído más en los últimos meses? A punto de finalizar este año 2022 puedo ya ir echando la vista hacia atrás para ver qué entradas han sido las más vistas (no sé si leídas...). Curiosamente, la mayoría de los artículos, algunos antiguos, poco tienen que ver con la digitalización o las metodologías, mientras que la Formación Profesional es un elemento habitual. Las temáticas son muy variadas, algunas entradas tienen miles de visitas pero casi ningún comentario en un formato digital, el del blog, que lleva años apuntando a su desaparición. No soy nada agorero al respecto (solo hace falta ver las estadísticas de WordPress), incluso estoy convencido que este formato, a través de artículos no demasiado extensos, seguirá vigente o se reactivará con el tiempo; a pesar del crecimiento del podcast y el consumo mayoritario del vídeo. Es difícil que te presten atención, más aún para la lectura; y los titulares, los subtítulos o los fragmentos destacados, son imprescindibles para mantener el interés u obtener ese clic inicial de acceso.


Para más inri, la popularización de la Inteligencia Artificial, puede suponer también la pérdida de la autenticidad que reflejan los blogs personales. Esperemos que no se abuse de esta herramienta, pese a que será (si no lo es ya) ampliamente utilizada para atraer visitas y potenciales compras. El tiempo dirá. De momento, espero cumplir una década de presencia en este blog el próximo año 2023. Al fin y al cabo, sigue siendo un medio magnífico para desarrollar la escritura, reflexionar en voz alta y alimentar el ego con las pocas o muchas visitas diarias que uno atesora. No te lo pienses dos veces: ábrete un blog en cualquier plataforma y perservera con las publicaciones y en aquellos temas en los que te encuentres cómodo. Hay vida más allá de Instagram, Twitch, LinkedIn, TikTok o YouTube.


Además del temido spam, se aprecian siempre los comentarios donde las anotaciones, sugerencias o desacuerdos de los lectores enriquecen los textos. [Aprovecho para pedirte un comentario justo aquí debajo...] El debate educativo tiende ahora (salvando excepciones) hacia el tuit ingenioso o sarcástico, al zasca y a la búsqueda del me gusta. Tal vez, además de los titulares de prensa, más o menos tendenciosos, se podría debatir y reflexionar más en este formato sencillo de gestionar, accesible y sin límite de caracteres. 

De momento, si te apetece, te invito a (re)visitar algunos de los artículos del blog más leídos este año. Muchas gracias de nuevo. ¡Y larga vida a los blogs educativos!


HACERSE VIEJO COMO PROFESOR

TÍTULOS DE FP A LOS QUE MANDARÍAS A TUS HIJOS

CARTA ABIERTA A MIS ALUMNOS

LOS MEJORES CENTROS DE FP 

NO DIGITALIZAR SIN ANTES LEER 

CÓMO VALORAN LOS ALUMNOS AL PROFESORADO DE FP 

 


REGALOS DE NAVIDAD PARA DOCENTES Y COORDINADORES TIC

jueves, 8 de diciembre de 2022

Se acercan fechas anheladas por los coordinadores TIC, ahora llamados también coordinadores digitales de centro, no sólo por sus reencuentros con la familia política sino también por la esperada pausa en cuanto a incidencias técnicas, planes digitales, quejas sobre la wifi o mil y una protestas para mejorar las instalaciones y dispositivos de las limitadas escuelas. 

 

Por ello, si tienes algún compañero o compañero que tenga la fortuna de asumir estas tareas de coordinación, te aconsejo, como sufrido coordinador TIC, los siguientes regalos navideños para profesores como muestra de tu admiración y cariño en estos señalados días. Siempre puedes enviar un Bizum o abrir un sobre con una aportación mínima de 20 euros (por aquello de la inflación), para que todo el claustro aporte algo material a ese inconmensurable e intangible afecto por tu compañero/a. Vamos a ello. 

 

1. Un curso de pago y presencial. Ya está bien de cursos gratuitos online con Google Actívate, Microsoft o Coursera. Estiraos y regaladle formación presencial y en sus horas lectivas para que se actualice por fin sobre el sinsentido del TikTok en el aula, bailar al son del reggaeton o cómo ser resiliente sin perder los nervios con los tecnófobos. Seguro que en tu localidad hay algo a media mañana (imprescindible pedir previamente permiso al equipo directivo). 


2. Sheets. La hoja de cálculo es el talón de Aquiles del profesorado. Más allá de la media ponderada parece que hay poca vida entre los docentes. Conviértete en un experto para formar a otros colegas con uno de estos cursos de pago (lo siento, son online): en la UNED o en la UOC. Presume de fórmulas complejas y macros con el claustro.

 

3. Cuenta de tuitero verificada u oficial con Twitter Blue. Aunque todavía no está disponible en España, podéis ir mirando la suscripción para que vuestro coordinador/a tenga una cuenta oficial en Twitter. Un modo de malgastar el dinero y alimentar la autoestima de un próximo tuitstar. Si ya tienes a un gurú en tu equipo, dile que se meta en BeReal, un éxito entre los más jóvenes.

 

4. Cómic. La lectura, ante la avalancha audiovisual y el procastinamiento provocado por las redes sociales, es una actividad en constante peligro de extinción. La novela gráfica "Fahrenheit  451" es una adaptación magnífica de la obra de Ray Bradbury, situada en un mundo donde leer está prohibido. Si no te convence este título, busca en las reseñas de blogdecomics.com

 

5. Suscripción a una aplicación de Inteligencia Artificial. Regala una mensualidad al menos, ya que es algo caro el servicio, a la plataforma Jasper. Una herramientas de IA ideal para ahorrar tiempo escribiendo artículos en el blog de tu centro o creando contenidos para la web. ¿Está cerca el final de los copywriters? Muchas más herramientas en este hilo de Twitter. 

 

6. Un jamón de bellota. Que se quite todo artificio y dispositivo donde esté un buen jamón. En esta empresa extremeña seguro que no fallas con tu elección si dispones de presupuesto. En caso contrario, siempre queda comprar un paquete en lonchas al vacío en esa misma página o un queso de cabra payoya para los docentes no carnívoros.

 

7. Estiramientos. La vida frente al teclado es dura y causa de lesiones musculares, además de la presbicia galopante que nos acompaña. Buscad un buen gimnasio con sesiones de Pilates o agenciaos un profesional a distancia. Su atribulado físico os lo agradecerá, aunque no tanto como sus abdominales y suelo pélvico.

 

8. Comercio justo. Nada mejor que una buena cesta con alimentos para mantener el nivel de azúcar o cafeína para aguantar una jornada lectiva. Café, chocolate, té (o una buena tila) y galletas que respetan el medioambiente así como unas condiciones justas para sus productores. Todo en las tiendas físicas u online de Oxfam Intermon. O mejor todavía, una escuela en una maleta de parte de Unicef: asegura que un profesor pueda seguir dando clase a 40 niños durante un desastre natural o una guerra.

 

9. Un móvil sin internet. No podía faltar un dispositivo tecnológico con juegos, radio y linterna, pero tan solo para hablar con tus contactos. El mejor medio para no tener que responder correos a deshoras, gestionar usuarios o atender incidencias técnicas. Con el nuevo Nokia 105 tienes la concentración asegurada por poco más de veinte pavos. 


10. Por último, y para afrontar mejor el plan digital de centro que se nos viene encima, así como los dichosos certificados de competencias digitales docentes, un bonito planificador de pared personalizado del 2023 que nos espera... No habrá Google Calendar, Notion o OneNote que lo resista.

 

Os deseo, por adelantado, felices fiestas. En especial a los coordinadores TIC. 

 

regalos navidad profesores coordinadores TIC

Foto de Edgar Soto en Unsplash

CÓMO DESBLOQUEAR EN TWITTER: GUÍA PARA DOCENTES

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Darle al bloqueo fácil, cual pistoleros de un western, se ha convertido en una práctica habitual en la tuitosfera educativa. Ya no sirve silenciar y perdonarle la vida virtual a nuestros pelmas seguidores o usuarios que interactúan con nosotros ávidos de recibir atención o alcanzar la gloria en forma de likes. Hemos pasado de la ejemplaridad en aquellos tiempos en los que Twitter era una balsa de aceite, donde la cordialidad y el ánimo de colaboración eran la moneda corriente, a una nueva era donde gustamos de enfangarnos en la controversia constante y en discutir contra los muros de la egolatría.

 

Si el nuevo propietario de esta barra de bar llegara a quitar la opción de bloquear, puede que muchos saldrían en desbandada de este garito; otros seguirían torpedeando con más fruición las teorías y prácticas de sus colegas docentes; y algunos se mantendrían solo para ver cómo termina este espectáculo (a veces bochornoso). El Twitter educativo se parece cada vez más a esas bandas urbanas juveniles que poblaban los barrios de rockers, mods, punks o heavies en los años 80 y 90 del siglo pasado; cada uno con su estética y afinidades pero con una aversión exagerada al resto de tribus. Aunque al menos aquí, en el patio tuitero, no llegamos a las manos; pese a que la lengua se le ensucia a más de uno o su fotografía de perfil apunta maneras (no me preguntes quién).


Bloquear parece ya un deporte sano (junto a beber más de un litro al día) y muchos pregonan sus beneficios. Silenciar, por otro lado, es un recurso para los menos atrevidos (o más correctos) y poco amantes de las actividades de riesgo. Hay quienes complementan ambos recursos, e incluso muestran sus trofeos con la captura del bloqueo recibido, junto a un tuit ofensivo o una simpleza vertida contra un perfil anónimo que se entretiene repartiendo estopa en lugar de corregir exámenes y preparar clases. 

 

El sector docente parecía un gremio alejado del conflicto permanente que tanto gusta en Twitter, más allá de las desavenencias entre la educación pública y privada o las controvertidas leyes educativas. Ahora, el disfrute viene con la defensa de unos ideales o formas de entender la educación y el aprendizaje que, de un modo ingenuo, creemos poder proteger desde una red social con escasa relevancia entre el profesorado. Debe ser la terapia del derecho al pataleo. Porque, ¿cuántos compañeros docentes tienen una actividad habitual en Twitter o modifican su modo de enseñanza gracias a estos perfiles virtuales? El impertinente algoritmo da la vez a los que tienen muchas interacciones, pese a que no los sigas; mientras que otras cuentas de docentes añosos han dejado de malvivir en un espacio donde porfiar es ahora costumbre o prefieren observar el folletín desde la barrera. ¿Dónde quedaron esas cuentas que compartían recursos, blogs personales o experiencias provechosas? ¿Estarán todos dazando en TikTok o habran huído abochornados? Además, con la llegada de la Inteligencia Artificial, veremos cómo se queda este jardín repoblado con tuits plastificados por profesores postizos. 


Personalmente, seguiré casto en cuanto al uso de la opción del bloqueo (ya me estrené silenciando la monserga repetitiva de algún tuitero sin abuela). Pero no prometo nada. Por lo que, si el señor Musk decide eliminar el bloqueo, no padeceré ningún drama y mantendré ese masoquismo que gustamos los asiduos al pajarito con unos pocos propios y muchos extraños. Si decides vivir en paz, además de no seguir a nadie, siempre puedes seguir (des)bloqueando (ver instrucciones) sin medida. Pero, ante todo, mucha educación. Gracias por seguirme

 

cómo bloquear o desbloquear en Twitter: guía para docentes

Las Tecnologías Habilitadoras Digitales en la FP

martes, 6 de diciembre de 2022

Conocer al menos superficialmente las pronto famosas Tecnologías Habilitadoras Digitales (THD) parece ser el próximo caballo de batalla del profesorado de Formación Profesional. Los docentes de FP de familias profesionales menos relacionadas con materias informáticas o digitales pronto verán el impacto de estas THD en sus módulos. La Inteligencia Artificial (IA), el Big Data, el Blockchain, el trabajo en la nube (cloud computing) o el Internet de las Cosas (IoT) vienen irremediablemente a formar parte de cualquier oficio. Para bien o para mal. 

 

Tanto en el sector servicios, el sector industrial o en ciclos formativos relacionados con el sector primario, ya podemos ver la aplicación de estas tecnologías. Queda por ver en qué medida se verán afectados los puestos de trabajos que desempeñarán nuestros futuros técnicos y técnicas de FP. Es fácil entender la incidencia de estas tecnologías en ramas de fabricación mecánica o electricidad, así como en empresas relacionadas con la informática; más difícil será implementar estas herramientas en otros sectores profesionales donde la atención humana directa es una parte todavía imprescindible, por no mencionar el perfil académico y profesional de un profesorado con otras cualidades alejadas del mundo digital. 

 

Espero que el universo de las THD no se convierta en una nueva moda donde toda la formación pase inexorablemente por este tipo de tecnologías sin tener en cuenta otras variables que nos hacen ser precavidos con su uso. El coste de oportunidad, a nivel económico y formativo, puede ser muy alto si solo nos centramos en unas tecnologías que nuestros estudiantes deben conocer de algún modo pero que, según sus perfiles de salida, no tienen porque necesariamente aprender a utilizar. No es lo mismo una profesional que trabaja en un departamento de informática que un profesional que se ocupa de la animación turística de los clientes de un hotel. La especialización y la formación sobre estas THD debe ser completamente específica para actualizar al cuerpo docente y a nuestros alumnos. 

 

Cuestión aparte es el uso didáctico de este tipo de herramientas. El uso de dispositivos de Realidad Virtual (VR) o Realidad Aumentada (AR) puede tener también interés en algunos ciclos formativos en los que podemos enriquecer los contenidos y las simulaciones necesarias para desempeñar ciertas tareas técnicas. Este tipo de tecnologías llevan muchos años de experiencia, y quizás sea un buen momento de introducirlas si los costes para su introducción en el aula lo permiten ahora. De todos modos, es necesario un buen análisis previo, contando con el profesorado de los ciclos, para una implantación provechosa. Imprescindibles también los informes de Observatorio de las Ocupaciones del SEPE para detectar necesidades y tendencias relativas a la necesaria formación digital de en los distintos puestos de trabajo actuales y futuros. 


Respecto a la Inteligencia Artificial, ya comienzan a surgir dudas entre el profesorado sobre la conveniencia de su uso o el abuso que de la misma seguro que harán los estudiantes para cocinar trabajos (incluídos los de fin de ciclo) al igual que se usan los traductores automáticos para pasar textos del castellano al inglés. Desde el punto de vista ético hay voces que se cuestionan su neutralidad, además de la estulticia que puede acabar provocando entre nuestros jóvenes discentes. El debate educativo está asegurado, pese a que resultará una tarea inviable la restricción o detección de su mal uso. Recursos al respecto en la página de la Unesco, así como en esta web sobre Privacidad, Protección de Datos, Ética de los Datos, Tecnología, y Transparencia en Inteligencia Artificial impulsada por Manuela Battaglini.

 

De momento, esperemos que no falte reflexión para la implantación de las Tecnologías Habilitadoras Digitales en la Formación Profesional. No nos podemos quedar detrás pero tampoco podemos comenzar una transformación digital sin un plan definido que deje de contemplar las amenazas o que no gestione con conocimiento la formación útil y necesaria del profesorado. No todos necesitamos programar o utilizar ciertos dispositivos tecnológicos, al igual que nuestros alumnos, pero sí podemos conocer los avances de las últimas tecnologías y la repercursión que tendrán en cada sector profesional. Aunque para ello, como siempre, precisaremos recursos bien invertidos en los distintos ciclos formativos y no solo en determinados centros de FP y en unas pocas titulaciones. Experimentar sí, pero con cabeza y de la mano de expertos. 


Veremos que nos depara el futuro y si los que insistimos en recuperar ciertas competencias básicas (lectura, escritura, aptitud numérica) e incluir la cultura y el humanismo digital en la Formación Profesional tenemos cabida en un futuro incierto donde la automatización de los procesos y tareas da cierto canguelo. Para muestra el artículo que también publico hoy relacionado con la Inteligencia Artificial y para el que me han echado una manita...


tecnologías habilitadoras digitales THD en FP

Foto de h heyerlein en Unsplash

Los beneficios de la Formación Profesional en Inteligencia Artificial

La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías más transformadoras de nuestro tiempo. Con su capacidad para automatizar tareas repetitivas y tomar decisiones basadas en datos, la IA ya está teniendo un profundo impacto en las empresas de una amplia gama de industrias. Y a medida que la IA sigue evolucionando, las aplicaciones potenciales son infinitas.

Gracias a su enorme potencial, existe una demanda creciente de profesionales de la IA. Sin embargo, al ser la IA un campo tan nuevo y en rápida evolución, puede resultar difícil encontrar expertos formados en IA. Por eso la formación profesional en IA es cada vez más popular. Al recibir formación de expertos en este campo, puede mantenerse al día de las últimas tendencias y desarrollos en IA. Y con la formación adecuada, podrá desarrollar las habilidades necesarias para crear sofisticadas aplicaciones de IA


¿Cuáles son los beneficios de la formación profesional en Inteligencia Artificial?
Tanto si ya trabajas en IA como si quieres cambiar de profesión, la formación profesional en IA puede ofrecerte una serie de ventajas. Éstos son sólo algunos 



1. Mantente al día de las últimas tendencias: Como la IA evoluciona a un ritmo rápido, puede ser difícil mantenerse al día de todos los últimos avances sin una formación especializada. Si participas en cursos de formación profesional, te asegurarás de estar siempre al día de las últimas tendencias y avances en IA

 
2. Desarrollar habilidades especializadas: Una de las principales ventajas de la formación profesional es que te permite desarrollar habilidades altamente especializadas. Esto es especialmente importante en un campo emergente como la IA, en el que pocas personas tienen los conocimientos necesarios para crear aplicaciones sofisticadas 


3. Crear una red sólida: Al participar en cursos de formación profesional, tendrá la oportunidad de conocer y establecer contactos con otras personas de ideas afines. Esto es valioso porque te da acceso a una comunidad de expertos que pueden ofrecerte consejo y apoyo cuando lo necesites 


4. Mejora tu empleabilidad: En el competitivo mercado laboral actual, las empresas buscan candidatos con aptitudes específicas. Al completar cursos de formación profesional en IA, puede dar un impulso a su CV y aumentar su empleabilidad 


5. Mejora tus conocimientos: Incluso si ya tiene experiencia trabajando con IA, la formación profesional puede ayudarle a mejorar sus conocimientos y a colmar sus lagunas.  


Si estás considerando seguir una carrera en inteligencia artificial o simplemente buscas mantenerte actualizado sobre las últimas tendencias, los cursos de formación profesional son una gran opción. A través de la formación profesional, puede desarrollar habilidades especializadas, crear una red sólida y mejorar su empleabilidad, todo ello mientras se mantiene al día de los últimos avances en esta tecnología transformadora.

 

Este artículo (título incluído) está escrito íntegramente con ayuda de la Inteligencia Artificial a través de la herramienta Jasper. Una muestra, como comento en el artículo anterior de este blog, de las posibilidades y trastornos que supondrá su uso en el mundo educativo y de la FP. Eso sí, ahora no hay excusa para mantener un blog... Pero no temáis, de momento seguiré escribiendo a dos manos mis propios artículos.

 

Inteligencia artificial FP FORMACIÓN PROFESIONAL

UNA FP A PARTIR DE LOS 12 AÑOS

domingo, 4 de diciembre de 2022

No sé por qué nos asombramos cuando escuchamos ideas descabelladas. Más todavía si el foro es una red social o viene de parte de algún tipo que pretende recetarnos un remedio educativo para que todos seamos más cultivados (sin contar con aquellos que hemos cribado previamente) y funcionales. Será por opinar. Puede que ahora, tiempos extraños donde la certidumbre educativa se tambalea, ya le está tocando el turno a la Formación Profesional. Tal vez algunos añoren esa FP destinada a los que se supone no quieren aprender, no les alcanzan los aprobados o simplemente no valen para otras aspiraciones más intelectuales. 

 

Ahora que crece la demanda de plazas para cursar un ciclo formativo, algunos pueden estar tentados en desviar a gran parte del personal a formar parte de esos cuellos azules distintos de los que realmente quieren estudiar sin incordiar en las aulas. No sea que se moleste al profesorado. Aprovechemos la moda de la FP y derivemos a los chavales a partir de los 12 años a unos formación provechosa para la economía y conveniente para la tranquilidad en la escuela. Quizás nos pasemos de frenada con eso del modelo alemán y, además de una FP dual todavía en ciernes en muchas comunidades, quieran vendernos un modelo segregador y poco comprensivo en nuestra educación obligatoria. 

 

Una buena clase no es un regimiento marcando el paso, es una orquesta que trabaja la misma sinfonía... El problema es que queremos hacerles crecer en un mundo donde solo cuentan los primeros violines. Daniel Pennac en "Mal de escuela".  


Que la ESO tenga muchas carencias y posiblidades de mejora es evidente. No hay más que hablar con madres o padres de estudiantes de esa etapa educativa; o con docentes desbordados por la falta de atención, la disrupción en el aula o los vaivenes legislativos. Pero tratar de dar una solución a estos problemas a través de la segregación de los alumnos con más dificultades y a costa de una FP que, comienza a gozar de cierta reputación tras décadas de buen trabajo de sus docentes, me parece un desatino y una nueva ocurrencia para glorificar solo a los buenos estudiantes, a los pudientes y a aquellos que a dedo hemos decidido se lo merecen y son capaces además de resistir seis brillantes horas de clases magistrales al día.  

 

Más que ideas absurdas cabría dignificar, y poner un monumento de paso, a todo el profesorado de la FP Básica que ejerce una labor magnífica y vital para recuperar la motivación y ahuyentar ese fracaso escolar que tantas vidas descarría. Más que ocurrencias para lumbreras no estaría mal duplicar los recursos humanos y materiales de los centros con más dificultades sin distinguir zonas geográficas, titularidades ni el rédito político. Tal vez todo sea más fácil cuando dejemos de mirarnos el ombligo y algunos dejen de pensar que su entorno personal o acervo cultural representa a la totalidad de la sociedad. 

 

Muchos soñamos con una educación humanística que abarque incluso a la Formación Profesional. Más que atraer a impúberes a la FP debiéramos tratar de mejorar las etapas anteriores y seguir buscando el progreso de los ciclos formativos atrayendo al mejor profesorado posible con los medios que merecen tanto ellos como sus alumnos. Con una FP que no sea una vía muerta si no un comienzo en la autonomía personal y profesional de sus estudiantes; que les inyecte las ganas de trabajar o de seguir estudiando sin otra cortapisa que sus propias aspiraciones. Pero dejemos que sean bien orientados y lo decidan al final de su educación obligatoria. 

 

Todo lo malo que se dice de la escuela nos oculta el número de niños que ha salvado de las taras, los prejuicios, la altivez, la ignorancia, la estupidez, la codicia, la inmovilidad o el fatalismo de las familias.  Daniel Pennac en "Mal de escuela".

 

FP A LOS 12 AÑOS

CARTA PARA ALUMNOS DE FP A MITAD DE CURSO

jueves, 1 de diciembre de 2022
Muy estimados alumnos:

La pandemia, la edad, la incertidumbre, el desasosiego, la falta de ganas, las dudas o problemáticas personales... son muchos los motivos por los que algunos os podéis sentir desganados o poco implicados en este nuevo curso. La Formación Profesional también os prometía mucha práctica y algo más de facilidad que otros estudios; aunque la realidad demuestra que es necesaria cierta constancia en vuestro trabajo para obtener buenos resultados. Y la perseverancia se valora mucho tanto en la FP como en vuestra futura vida laboral. Y eso cuesta lo suyo.

 

Cumplir un horario y vencer la pereza cada mañana es el pan nuestro de cada día en cualquier profesión. Entrenarse para ser cumplidor, mostrar interés, mantener intactas las ganas de aprender, preguntar, ofrecerse o no despotricar constantemente, son acciones y actitudes que seguro te ayudarán a crecer profesionalmente y enfocar un futuro profesional siempre complejo y variable. La buena noticia es la edad que tenéis. Una edad con un dilatado espacio de tiempo por delante que podéis aprovechar o quemar a vuestro antojo. 

 

Leed, viajad, seguid aprendiendo, trabajad en el extranjero y haced todo aquello que, probablemente, luego será más difícil cumplir a causa de esas responsabilidades o relaciones que nos van atando a un territorio determinado y no siempre palpable. Llenad la mochila de experiencias, y no solo de dinero, con el fin de crecer personalmente y tener algo que ofrecer a los que nos acompañan y a aquellos que vendrán detrás. Sin olvidar ni perder de vista esos ideales que acaban empañados por los años a consecuencia de un pragmatismo que inunda la vida adulta. 

 

Pero aún queda curso por delante: prácticas por comenzar, con una FCT que causa cierto respeto pero que significará la guinda final de vuestro ciclo formativo. Y cuanto más estudiamos y más preparados estamos técnicamente, mejor afrontamos esta etapa. Es ahora el momento de rematar cada uno de los módulos, de demostrar interés, a veces apagado por el ruido de las distracciones que nos rodean o las situaciones personales que cada uno tenéis, de mostrar una buena disposición al profesorado para que puedan recomendarte en el futuro y cuenten contigo en cualquier ocasión que acontezca.

 

Porque cada hora de clase que pasa es una oportunidad de aprender algo nuevo que puede os resulte valioso en un futuro. Y el destino es caprichoso. Las circunstancias son cambiantes y muchas veces aterrizamos en determinadas situaciones o lugares por una simple casualidad: una competencia que solo yo poseo, mi carácter, un elogio de un tercero, una buena impresión... Y hay que estar ahí para tener más números en esa ingobernable ruleta de la vida. Porque se nos escapa la existencia en esa pantalla que nos estafa y en unas inercias cómodas.


Quedan pocos meses para finalizar un ciclo. Un ciclo que nos llevará a otra etapa de estudio o de trabajo. Un ciclo para seguir pensando en las posibilidades que se os presentarán el próximo año; sin perder de vista esta FP en la que tenéis la suerte de estar enrolados junto a buenos compañeros y un equipo docente preocupado y ocupado en vuestra formación integral. 

Tienes tiempo para estudiar y de paso valorar todas las opciones: indaga, navega, pregunta y muévete antes de tomar cualquier decisión académica o profesional. Pero trabaja y estudia con ánimo; no solo para destacar sino también por pura satisfacción personal. Sigue entrenándote, quedan semanas en las aulas y talleres, para afrontar con mejores expectativas tus prácticas y un próximo empleo. 


Cada uno de vosotros tenéis unas virtudes que conviene aprender a resaltar; así como unas imperfecciones con las que batallamos toda la vida y que debemos tratar de pulir con voluntad. Se acaba la hora de hacer el idiota o buscar pasar de puntillas hasta la próxima ocasión. Ya es tu turno para, sin dejar de conservar las ilusiones, aterrizar e ir rozando ese futuro ambiguo pero esperanzador con el que os tocará bregar. Mucho ánimo y cuenta conmigo.

 

carta para alumnos de fp a mitad de curso

RECURSOS Y MATERIALES PARA DISEÑAR PROYECTOS (ABP) EN FP

sábado, 26 de noviembre de 2022

Es difícil encontrar en la red buenos ejemplos y recursos adecuados y específicos relacionados con la Formación Profesional. Más aún si estamos buscando algún material concreto para nuestros módulos y ciclos formativos. Parece incluso que el gusto por compartir ha pasado a mejor vida y volvemos sin remedio a guardar con celo cualquier recurso propio, no sea que alguien se aproveche del mismo y encima no tenga la deferencia de citarte. O nos debemos creer muy únicos o no nos da satisfacción que otros disfruten de unos materiales que, a la postre, serán útiles en la formación de otros muchos alumnos.

 

En cualquier caso, y predicando con el ejemplo, para aquellos interesados en el diseño de proyectos de aprendizaje en Formación Profesional, o Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) en FP, os dejo con un recopilatorio de recursos que me resultan útiles en mis módulos y que pueden ser de interés para aquellos que se encaminan hacia el ABP de un modo más riguroso o metódico, o quieren profundizar algunos aspectos de sus proyectos (herramientas, evaluación, competencias, bibliografía...).

 

Para ello, en la siguiente web he recopilado aquellos materiales que nos pueden servir a la hora de diseñar un proyecto tanto a nivel modular como interciclos. Puedes encontrar ejemplos valiosos de proyectos en FP  realizados en otros centros educativos, así como herramientas que ayudan a diseñar nuestro proyecto teniendo en cuenta las competencias y resultados de aprendizaje que deseamos trabajar en el aula. 

 

Recursos para diseñar proyectos de ABP en FP

 

Las siguientes plantillas, elaboradas con la ayuda de hojas de cálculo, pueden también ser útiles para sistematizar el diseño de tus proyectos y realizar más fácilmente su programación. Una parte previa a la ejecución de cualquier ABP, siempre necesaria, que nos facilitará el desarrollo y valoración posterior de nuestro diseño. 

 

Plantillas para programar un ABP en FP 

 

En los tiempos de crispación educativa que corren, podríamos discutir y debatir sobre la pertinencia del Aprendizaje Basado en Proyectos, Retos o Problemas, en la educación actual. Un tipo de aprendizaje que no está reñido, y que complementa, cualquier otro método de enseñanza (como queramos llamarlo: magistral o tradicional); y que principalmente aporta motivación y un acercamiento al entorno real desde nuestros módulos gracias a esos recursos externos que lo enriquecen. Proyectos que buscan la memorabilidad y la curiosidad por el aprendizaje, así como proporcionan una visión conjunta de los módulos del ciclo formativo y un trabajo en equipo de los docentes y estudiantes de la titulación. Un modo de aprender y enseñar que, si se realiza con creatividad, acierto y rigor, facilita la implicación del alumno en su formación, más allá (y sin menospreciar) de lo que unos exámenes o libros de texto puedan aportar. 

 

Espero que os resulten útiles.

 

RECURSOS Y MATERIALES PARA ABP EN FP

Foto de Saad Salim en Unsplash

VOLVERÁN LOS BLOGS EDUCATIVOS

domingo, 20 de noviembre de 2022

👉LISTADO COLABORATIVO DE BLOGS EDUCATIVOS

 

Ahora que se anuncia la defunción anticipada de Twitter por esa masa de agoreros que la frecuentamos, siempre nos queda aquello de buscar la oportunidad en los momentos de adversidad (si es que podemos tildar de desastre la desaparición de una red social). Pese a que esas esquelas anticipadas constituyen tal vez la renta que su patrono esperaba en forma de alimento para el ego y publicidad gratuita. Pero, volviendo a la ocasión que ahora tenemos, y no hablo de buscar una nueva red social donde seguir despotricando como actividad principal, creo que es un buen momento para volver a unos blogs que habrían adquirido ya la categoría de artefactos vintage al igual que los vinilos o los carretes de fotografía de creciente demanda. 

 

Los que todavía persistimos en nuestra actividad bloguera somos una suerte de Kodak que siguió manteniendo su producción de rollos de película pese a la invasión digitalizadora de la fotografía y que ahora ha visto aumentada la venta de carretes. El tiempo parece habernos dado la razón y, no enterrar los blogs en su día, nos permite no necesitar su desentumecimiento. No me extrañaría que pasara algo similar con los blogs,  mientras paseamos por un Twitter donde ya son mayoría los tuiteros de la generación Z (nacidos entre 1997 y 2012), en un medio que también permite el desahogo contestatario y tiene su vertiente retro, a lo WordPerfect.

 

Volviendo a los blogs. A nivel educativo quedan pocos autores que siguen alimentando sus bitácoras personales. Los premios a los blogs están en desuso ante otros formatos de consumo más rápido y fácil difusión. Los tiktokers, instagrammers o los facebookers (en peligro de extinción), solo tienen facilidades para mostrar sus creaciones. Lograr la atención del visitante, sin aburrir, en un artículo con más de mil palabras es una misión difícil. Puede que la prensa en papel, otra gran ignorada entre los jóvenes e inusual entre sus mayores, se vuelva de moda y logre un retorno a la lectura de artículos de mayor extensión sin un clic de por medio, un meme o un vídeo corto. Tal vez, los amantes de la nueva red BeReal, gusten también de hacerse fotos mientras hojean su diario favorito o escriben sus artículos en un blog digital tratando de no perder esa autenticidad alejada de lo mainstream. Incluso puede que volvamos a compartir recursos mientras blogueamos sin preocuparnos de nuestros acólitos ni de emitir sentencias educativas; tan solo por el gusto de dar nuestra visión profesional desde el aula, con o sin tarima y pese a lo que nos une y nos separa.


En cualquier caso, los amantes del marketing están de enhorabuena. Dentro de las competencias digitales  emergentes y más demandadas tenemos el blogging y la redacción de contenidos. Un síntoma de lo valiosas que resultan las competencias relacionadas con la lectura y escritura en un mundo preparado para el consumo inmediato, fugaz y preferentemente audiovisual. Y me pregunto: ¿han sido la lectura y la escritura las grandes derrotadas en la escuela actual?, ¿no hemos sabido o querido fomentar el placer por leer más allá de las obligatorias lecturas escolares? Ya no tenemos excusa, al menos en Formación Profesional, las competencias que conlleva mantener un blog son apreciadas en el mercado laboral: crear contenidos originales para atraer lectores en Internet que a su vez incremente la facturación. El mundo del SEO es un buen socio para la redacción de artículos en un blog. Un planeta enrevesado que requiere constancia y gusto por la escritura, si buscamos aumentar las visitas, así como ciertos conocimientos para optimizar la estructura y el diseño digital del blog.

 

Las plataformas que ofrecen un alojamiento para el blog son numerosas. Es un lástima que desde Google no hayan mejorado ni ampliado las opciones que ofrecen con Blogger, su herramienta gratuita, pero también es posible, si tienes ganas de trastear, comenzar con alternativas más complejas y visualmente más atractivas: Wordpress o Medium. Pese a que lo realmente importante pasa por perseverar y no abrir un blog como el que se apunta a un gimnasio en enero. Es necesario mantener cierta rutina y plantearse un ritmo mínimo de publicaciones factible (¿unas, dos o tres entradas mensuales?) con una extensión adecuada. Si tras estas líneas te atreves a crear un blog, retomar el que en su día creaste o dejar simplemente constancia del que ya mantienes, te animo a dejar el enlace en el siguiente archivo abierto al público:  

 

LISTADO COLABORATIVO DE BLOGS EDUCATIVOS

 

¡Larga vida a los blogs! 


volverán los blogs educativos



MENOS YOUTUBE, MENOS GOOGLE Y MÁS CLASE

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Ahora que algunos jóvenes comienzan a utilizar TikTok o Instagram como si fueran un buscador, se hace más necesario que nunca saber explicar bien las cosas. Y no. No vale con poner un vídeo de Youtube en clase o dejar que los alumnos se busquen la vida hasta dar con el videotutorial de turno. La presencialidad de los estudios, sobre todo a edades más tempranas, nos obliga afortunada e irremediablemente a enseñar de viva voz cómo se lleva a cabo un proceso de caracter técnico, definir un concepto, tener la actitud y formalidad adecuada, debatir un tema o gestionar los equipos de trabajo en el aula. 

 

Y en FP no ibamos a ser menos. Pese al auge de la enseñanza online (más orientada a personas con mayor madurez personal con obligaciones personales y profesionales) no podemos montar una clase únicamente  a través de vídeos. Ya no es solo una cuestión de eficacia de la docencia, sino también una cuestión de eficiencia de nuestro tiempo. Grabar, editar y publicar un vídeo con cierta calidad requiere un tiempo que no solemos disponer o que detraemos de otras tareas más valiosas para la enseñanza. El formato vídeo puede ser un buen soporte para complementar ciertos contenidos que, con caracter profesional,  publican empresas u otras entidades; así como para dar la opción al alumno a profundizar en aquellos temas que por falta de tiempo no podemos desarrollar en mayor medida. Aún así, con las dinámicas de atención actuales, es difícil lograr que visionen vídeos de larga duración. Personalmente, yo soy cada vez más incapaz de visionarlos, a no ser que me los ponga únicamente en formato audio y mientras realizo otra actividad. 

 

Hace unos años el formato vídeo era una herramienta eficaz por la novedad que suponían. Hoy en día, con una población hiperconectada, con unos auriculares inalámbricos que parecen prótesis permanentes, asombrar y llamar la atención es una tarea inalcanzable. El metaverso, la realidad aumentada o la realidad virtual puede que acaben como esas cintas de VHS que antaño cumplieron su papel y que ahora solo encontramos en un mercadillo. Más inventos para consumir contenidos pero que poco alimentan nuestra capacidad creativa si no se diseñan y utilizan convenientemente. La hiperconexión tal vez acabe provocando un efecto secundario: la necesidad imperiosa de docentes que sepan transmitir y conectar con el alumno (perdón por la perogrullada). Un acople que no se logra con vídeos de Youtube ni otras simplezas que consumimos en las redes sociales aderezadas del anglicismo habitual para vender más. Incluso algunos caeran en la cuenta de la mayor agilidad que supone comprender unos contenidos o procedimientos cuando se es capaz de leer un texto con cierta velocidad: ¡para que visionarlos o reproducir audios acelerados! Y no es mi intención quitar valor a unos buenos materiales multimedia. 


Con suerte, y sin ser nada nostálgico, se pondrán de moda esas clases donde hay momentos de escucha; donde se puede conversar con cierta profundidad; donde la autonomía de los alumnos venga dada tras una buena lección en la que buscamos conectar con el estudiante despertando su curiosidad por el aprendizaje. Conjuntadas, sin duda alguna, con emoción y afecto. Ya sé que es un mundo ideal, pero aún quedan profesores, como leía recientemente en un tuit, que se atreven a buscar la verdad, la bondad y la belleza junto a sus alumnos.  Objetivos loables, no para todos, y que no cuadran con una educación basada en el visionado de vídeos en YouTube o en las búsquedas aleatorias e incesantes en Google: una tramposa autonomía. Estas herramientas pueden ayudar (al igual que un buen libro de texto), pero no ser los cimientos de una buena educación y formación profesional. 

 

 

Luego nos chocaremos con los estudiantes disruptivos, con los perezosos o con aquellos que nos llegan sin haber aprendido a estudiar, tomar notas, dar importancia a la lectura o ser capaces de organizar su aprendizaje (los que más nos necesitan). Consecuencias del desánimo profesional, del atracón de unidades didácticas y de los bandazos pedagógicos y normativos que sufrimos. Tal vez, con tanto vídeo, dejamos de lado bien temprano una serie de habilidades y competencias que los adolescentes debieran ser capaces de desempeñar y que no solo se contemplan en los libros de texto y en los respectivos exámenes. Quizás, el ardor digitalizador ha empañado esos objetivos loables y esa utopía que solía ser esencial en la educación de los más pequeños. Puede que hayamos digitalizado por encima de nuestras posiblidades y sin atender al desarrollo y evidencias sobre niños y adolescentes (Escritura manual o en teclado: ¿puede influir en el desarrollo de la lectura?). En cualquier caso, con los mimbres que ahora tenemos, no debemos ceder ante una falsa modernización que solo atonta e insistir, aunque cueste, en la búsqueda de la atención continuada de los alumnos, con o sin artificios. 

El agotamiento lo tenemos garantizado, mucho ánimo. 

 

MENOS YOUTUBE MENOS GOOGLE Y MÁS CLASE

LA ANSIEDAD EN LAS AULAS

lunes, 7 de noviembre de 2022

Problemas de las postpandemia o consecuencias de un exceso de consumo de ansiolíticos (el 11% de la población los toma): los cuadros de ansiedad y estrés son frecuentes entre los jóvenes estudiantes. No es raro necesitar atender a un alumno por alguno de los síntomas que ocasiona la ansiedad (taquicardia, opresión en el pecho, llanto, náuseas, mareo, agobio, rigidez...). Trastornos que, como docentes, atendemos del mejor modo posible pero para los que necesitamos algunas orientaciones básicas con el fin de dar una primera respuesta. 

 

Evidentemente, nuestra labor docente no nos faculta para una atención sanitaria ni un diagnóstico psicológico. Sin embargo, con la ayuda de profesionales especialistas podemos ofrecer una primera atención para luego derivar, según el caso, a los servicios correspondientes de salud mental. Unos servicios que sabemos saturados en la sanidad pública y que a nivel escolar recaen básicamente en unos departamentos de orientación también abarratodas y congestionados por la burocracia habitual. Las medidas de inclusión educativa en la FP, al igual que otras etapas educativas, deben contemplar estos recursos de demanda creciente; así como una preparación y dignificación del profesorado tutor. Los tutores no somos especialistas en bienestar emocional ni tenemos normalmente los recursos necesarios para dar una debida atención. 

 

En algunos centros educativos tenemos la suerte de contar con psicólogos y/o sanitarios que pueden responder a crisis de ansiedad graves; así como podemos recibir de su mano orientaciones para ese primer momento donde el chico o chica afectados necesitan ser atendidos. Unos auxilios que, como muchos compañeros relatan, son necesarios ante los problemas de autogestión que tienen muchos jóvenes o la carencias que arrastran en la comunicación con su entorno más cercano y que les dificultan su relaciones personales y profesionales futuras. Aprender a respirar, calmarse en un entorno adecuado y enseñar controlar esa ansiedad por sus propios medios son parte de esos "primeros auxilios". 


Me atrevo a recomendar los recursos que ofrece Iris Pérez Bonaventura, psicóloga clínica, tanto para jóvenes como para adolescentes, padres y docentes, sobre la salud mental. De interés esta entrevista con ella en un podcast y su libro con herramientas y habilidades destinado a jóvenes para afrontar la ansiedad, el estrés o los ataques de pánico:  "Ansiedad: a mí también me pasa". Las redes sociales, el ritmo de vida y los problemas con la educación en casa parece que nos auguran un incremento de este tipo de trastornos. Podemos, como docentes, conocer algunas pautas de actuación con los jóvenes, pero es preciso comenzar a dotarle de herramientas para que aprendan a gestionar sus emociones. 

 

LA ANSIEDAD EN LAS AULAS

RECURSOS PARA DIGITALIZAR LA FP

sábado, 5 de noviembre de 2022

Las medidas por digitalizar la FP son misteriosas como la Atlántida. Es continua la arenga que recibimos para transformar la Formación Profesional y colaborar en la adquisición de competencias digitales de los futuros técnicos del mercado laboral. El profesorado y los equipos directivos damos palos de ciego buscando esa transformación que abarque no solo los medios de enseñanza (plataformas educativas, trabajo en la nube, diseño digital...) sino también que suponga un avance en la digitalización de los sectores profesionales a los que nuestros alumnos se dirigen.

 

Tampoco queda siempre claro que, antes que digitalizar cualquier proceso o introducir esa inteligencia artificial que tanto promete (para bien y para mal), debemos esforzarnos por la adquisición de otras competencias igual o más importantes: lectura crítica, saber estar, cálculo, habilidad escritora y comunicativa o la capacidad de atención y concentración. Un tema que daría para otros tantos artículos. 

 

De momento, al igual que hacemos con esos materiales de FP difíciles de encontrar o inexistentes, tratamos de entender y averiguar qué demandan o precisan las empresas y organizaciones en las que nuestros estudiantes realizan su Formación en Centros de Trabajo (FCT). En ocasiones son estas empresas las que necesitan también digitalizarse, mientras que en otros casos son las empresas las que podrían iluminarnos para capacitar digitalmente a nuestro alumnado de FP. Pero seguimos sin una ruta clara: todo son deseos digitalizadores que lucen mucho en un plan del gobierno o en la estrategia de un centro educativo. Y los centros necesitamos asesores que sepan más que nosotros; que estén en contacto directo con el entorno económico y que nos ofrezcan alternativas viables para con el profesorado y los alumnos en cuanto a software y dispositivos.


Corremos el riesgo de introducir herramientas o medidas que acaben en saco roto o en ese maremagnum de modas educativas que pasaron a mejor vida: escape rooms, flipped learning, pokemons o performances varias para difundir divertimientos por las redes. Innovar significa atreverse y errar a menudo hasta encontrar un buen método o herramienta que permita un mayor aprendizaje o la adquisición de unas competencias relevantes en el futuro del alumno. Sin embargo, la experiencia acumulada y el saber que la FP es una etapa distinta a otras (en cuanto a fines y objetivos) nos debiera hacer reflexionar en mayor medida sobre qué podemos, digitalmente hablando, incorporar al aula; sabiendo además que los recursos son escasos, por no decir mínimos en muchas ocasiones, y que no estamos para malgastarlos ni hacer simples operaciones de estética.  

 

Mientras tanto, seguiremos investigando y leyendo a aquellos que más saben sobre esta transformación digital, buscando pistas y señales que permitan a los docentes y alumnos de FP ser conscientes de esta necesidad de actulización permanente en un área digital que se nos antoja infinita e imprescindible para mejorar la inserción laboral. A continuación os dejo con algunos recursos y materiales que vale la pena seguir para estar al día sobre la digitalización y poder acercarla al mundo de la Formación Profesional:

 

 

Con la tecnología de Blogger.

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