La incertidumbre a la hora de implementar el nuevo sistema de FP en los centros educativos, tanto a nivel organizativo, curricular, metodológico o en relación a la evaluación, quedará clarificado más tarde o temprano con la normativa que se publique. El profesorado está mal acostumbrado a sufrir cambios de última hora o no disponer del tiempo necesario para (re)programar los módulos en función de las modificaciones normativas. Sin embargo, no parece tarea fácil vender las bondades de este nuevo sistema (que dualiza obligatoriamente los grados C y D) a los responsables de las empresas que firman o tutorizan los convenios de participación en un proyecto de FP Dual junto a un centro educativo.
La autonomía de los centros, o más bien un trabajo voluntarioso no demasiado coordinado con otros centros educativos de FP, provoca que se aborden este tipo de convenios de colaboración (al igual que las FCT que pronto pasarán a mejor vida) del mejor modo posible y con escasa información oficial, además de la normativa pertinente publicada. En mi opinión, la labor informativa y de sensibilización de las empresas de cada sector profesional, debiera afrontarse desde un mayor conocimiento de lo que significa esta dualización, así como sobre las bondades y retos que suponen para la empresa, los estudiantes y los centros de FP. Es necesaria una labor pedagógica para entender que este nuevo sistema pretende, desde casi el minuto uno, introducir al alumnado en un entorno profesional real con el consiguiente esfuerzo de todos los actores; pese a las trabas, costumbres o la habitual falta de recursos personales. Indudablemente, la flexibilidad y el sentido común van a hacer mucha falta en los próximos cursos.
Por todo ello, desde las administraciones educativas, además de la publicación de una normativa clara y de acuerdo al espíritu de la nueva Ley de FP, se pueden articular iniciativas que promuevan el conocimiento y convencimiento de las empresas por un sistema que viene a dualizar por completo la oferta de ciclos formativos de grado medio y superior. Tal y como señala el documento resumen del primer encuentro estatal de prospectores de FP dual celebrado en Toledo el 21 de febrero de 2024, los principales retos pasan por:
- Convencer a las empresas de que van a participar en un proceso formativo, y no en unas prácticas como hasta la actualidad. Los alumnos llegarán menos formados a las empresas, y ahí está la oportunidad para las empresas, pues podrán contribuir en su formación más que en el anterior modelo.
- Hacer pedagogía con las empresas y ahuyentar posibles miedos que puedan surgir (también con las gestorías en las que se apoyan por los trámites burocráticos): uno de los principales argumentos para convencer a las empresas es la idea de la curva de aprendizaje. Si las empresas tardan X tiempo en adaptar un trabajador al puesto de trabajo, ello se puede hacer mejor mediante la FP dual. El periodo de adaptación del nuevo empleado es mucho más corto si antes ha cursado la FP dual.
- Dificultades para encontrar empresas colaboradoras en algunos sectores, pese a la buena coyuntura del mercado laboral.
Desde este grupo de trabajo también se señala la idoneidad de jornadas de difusión de la FP Dual entre las empresas, el incentivo de la modalidad intensiva, la formación de los tutores de empresa a gran escala, las estancias del profesorado en la empresa, el reconocimiento público de las empresas más pequeñas, la redacción de un plan de acogida y documentos de colaboración estandarizados, etc.
Igualmente interesante este manual del tutor de empresa de FP Dual, también editado por la Fundación Bertelsmann, que recoge propuestas, motivos e informaciones de interés para los tutores de empresa responsables del plan de formación dual junto al tutor/a del centro educativo. Es vital conocer previamente las funciones del tutor/a de empresa: planificar la formación, seleccionar al alumnado, plan de acogida, formar y evaluar. Así como comprender las competencias más útiles para llevar a cabo estas funciones como tutor/a de empresa: motivación, comunicación y feedback, organización y adaptabilidad, o gestión de conflictos.
También pueden ser muy útiles los distintos manuales de acogida de estudiantes de FP Dual que, con caracter sectorial (actualmente para los sectores de la construcción, industria agroalimentaria, agrario, hostelería) publica CaixaBank Dualiza junto a otras entidades con el fin de aclarar los pasos a las empresas para participar en un proyecto de FP Dual. A remarcar los beneficios de la dualización para las empresas del sector:
- Transferencia de conocimiento bidireccional.
- Transformación digital
- Mejora de los procesos de selección de personal
- Formación a medida de la empresa
- Sensibilización en sostenibilidad y cambio climático
- Mejora de la imagen de la empresa
- Mayor productividad
- Cualificación profesional
- Mejora del sector
Por todo ello, me parece básico, antes de comenzar a organizar y gestionar los planes de formación del próximo curso, un proceso de reflexión y estudio de las ventajas de un nuevo sistema que, a pesar de su imposición acelerada, puede y debe suponer un cambio real y transformador de la FP actual. Y así poder abordar con buenos motivos a las actuales o futuras empresas colaboradoras de nuestros proyectos de FP Dual.
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