¿EN QUÉ DEBE FORMARSE EL PROFESORADO DE LA NUEVA FP?

jueves, 27 de julio de 2023

 

formación del profesorado de la nueva FP

 

Ahora que tenemos calentito el nuevo Real Decreto por el que se desarrolla la ordenación del Sistema de Formación Profesional en España, vale la pena ir analizando los cambios que se avecinan y que se venían gestando en los últimos tiempos. En el artículo de hoy analizaremos el artículo 174 referente a la formación permanente del profesorado. Una formación que es un derecho y una obligación de los docentes y que se gestiona desde las administraciones y los propios centros educativos. 

 

El nuevo RD no añade grandes novedades, salvo insistir en lo que ya conocíamos: la necesidad de disponer de un profesorado actualizado ante los cambios tecnológicos y de sostenibilidad que influyen en cada sector productivo, o las transformaciones en la organización del trabajo. Al respecto de esta última cuestión, las nuevas formas de trabajar, sería interesante estudiar las medidas de flexibilidad laboral que se precisan en los distintos entornos profesionales: espacios de trabajo, flexibilidad horaria, teletrabajo, digitalización, liderazgo y cohesión de equipos, gestión del tiempo, proyectos, equipos multidisciplinares, etc.

 

Luego, siguiendo con el mencionado artículo, seguimos con las necesidades formativas sobre la consabida innovación, y una investigación aplicada para la que se requiere mucho tiempo disponible, el emprendimiento, la digitalización y las lenguas extranjeras. Lugares comunes de sobra conocidos que requerirán de planes bien fundamentados, sin caer en marcos teóricos en desuso, a través de formadores que incidan en la aplicación profesional de este tipo de formación. 

 

Sin duda, una de las medidas más necesarias es la relativa al impulso de estancias formativas en empresas u otras organizaciones, o en otros centros educativos, como un modo de crear redes de aprendizaje y formarse para mejorar la docencia y actualizar esas competencias que se quedan obsoletas con el paso del tiempo. Medidas que deberían ir acompañadas de permisos retribuidos dentro del horario docente y de obligado cumplimiento cada cierto tiempo. 


A nivel digital se exigirán conocimientos para el diseño de materiales tanto a nivel tecnológico como metodológico. Un requerimiento un tanto complejo en cuanto incorpora la necesidad de contemplar la accesibilidad y la inclusión en el diseño digital. Será necesario avanzar mucho (ojalá con una efectiva implementación del Marco de Referencia de la Competitividad Digital Docente) para lograr que cualquier docente de FP pueda contemplar técnicamente las necesidades especiales de su alumnado junto a metodologías innovadoras para el aprendizaje.

 

Una novedad, que a priori suena muy bien, hace referencia a futuros programas a nivel estatal para favorecer la formación permanente del profesorado y las estancias formativas. Ojalá se instituyan este tipo de iniciativas y se aprovechen los recursos para la necesaria actualización del profesorado. 

 

Asimismo, tal y como contempla el artículo 166 del citado RD, será necesaria la formación de los nuevos perfiles que se establecerán en los centros educativos de FP: 

a) Coordinación o responsable de innovación de Formación Profesional.

b) Coordinación o responsable de internacionalización de Formación Profesional.

c) Al menos un tutor o tutora dual del centro para cada grupo, en función del número de alumnado.

d) Coordinación o responsable coordinador del servicio de orientación profesional, emprendimiento y el procedimiento de acreditación de competencias profesionales en el centro, en caso de no disponer de un departamento de orientación al efecto.

 

Estas figuras precisarán también una formación especializada para coordinar esos proyectos de innovación, internacionalización, FP Dual, emprendimiento u orientación, que tantos recursos requieren y que son vitales para la modernización de nuestra Formación Profesional. Esperemos que se doten los recursos válidos y efectivos para esa renovación imprescindible y exigente que necesita una nueva FP en el futuro entorno profesional. 

 

Por otro lado, los nuevos módulos que se implementan (ver ANEXOS V, VI, VII, VIII y IX) requerirán formación específica para el profesorado de FOL o para aquellos que finalmente tengan que bregar con unos currículos que implican unos resultados de aprendizaje, en mi opinión, excesivamente teóricos y que aterrizan poco en la aplicación práctica de conceptos como la digitalización y sostenibilidad.

 

Echo de menos una mención a la didáctica de los módulos profesionales, así como a esa evaluación formativa tan necesaria para el cambio competencial que requieren nuestras programaciones. También hemos perdido la oportunidad de incluir una formación del profesorado que incida en esa necesidad, bien conocida por todos, de desarrollar el pensamiento crítico de nuestro alumnado; como docentes necesitamos medios para impulsar la lectura o el conocimiento humanístico de un modo transversal. Esperemos que las distintas administraciones autonómicas desarrollen, a través de futuros decretos, también este tipo de formación, en apariencia estéril, pero tan útil para el desarrollo personal de los futuros técnicos y técnicas en FP.

EDUCAR EN LA SOCIEDAD DEL TRÁMITE DIGITAL

viernes, 14 de julio de 2023

EDUCAR EN LA SOCIEDAD DEL TRÁMITE DIGITAL

 

La vida pasa entre trámite y trámite. Trámites resueltos, omitidos, demorados, inacabados... Cuando no tenemos que solicitar una matrícula, estamos con la firma digital, demandando el voto por correo, haciendo una transferencia, comprobando los recibos, pidiendo una cita online, programando una videollamada, atendiendo al seguro o haciendo un pedido vía web. Estamos continuamente trabajando para hacer gestiones digitales que, supuestamente, nos dan facilidades para nuestra vida personal. Pero, ¿alguien se ha detenido a contabilizar ese tiempo particular destinado a efectuar trámites digitales? La digitalización de los procesos es un negocio redondo para las empresas que desalienta a menudo a cualquier ciudadano.

 

Un problema mayor lo tienen las personas con escasas competencias digitales, principalmente gente de edad avanzada, que encuentra imposible llevar a cabo estos trámites sin ayuda o les obliga a la presencialidad; muchas veces dependientes de la buena fe del ayudante de turno. ¿Cuánta gente habrá que perderá oportunidades personales, no sabrá solicitar ayudas o será sancionada injustamente por incapacidad digital? Pero la gente más joven tampoco se libra de los inconvenientes de realizar toda suerte de trámites digitales. Nos quejamos de si no saben hacer una simple solicitud administrativa, leer unas instrucciones para cumplimentar un impreso o gestionar sus certificados personales por Internet, pero: ¿enseñamos a ello convenientemente?


A excepción de los que estudian gestión administrativa, la tónica es el sálvese quien pueda. Además de la necesidad de una lectura comprensiva de todo tipo de textos, se ha vuelto imprescindible esa habilidad digital que te permite descargar apps, firmar digitalmente, trajinar con claves, gestionar un correo, solventar trabas técnicas desde distintos entornos, etc. Y no estoy pidiendo una asignatura digital más, sino un impulso de la informática más allá de la ofimática habitual, también importante. La Inteligencia Artificial será además una ayuda a esta vida en trámite permanente; veremos cómo podemos plantearla y educar mejor en el futuro para sacarle provecho como gestor en forma de ahorro del tiempo personal. 

 
 
En Formación Profesional, los futuros trabajadores por cuenta propia o ajena, tendrán necesariamente que buscarse la vida en este intricado mundo del trámite. Ser capaces digitalmente de gestionar becas y ayudas, administrar una agenda online, diligenciar una instancia, acceder a recursos de empleo, etc. es algo básico para su futuro. Próximamente, a través del nuevo módulo transversal de Digitalización aplicada a los sectores productivos, valoraremos si somos capaces de abordar estas y otras cuestiones relevantes y si no caemos en los enredos conceptuales que tan poco aportan a la vida real. Ser un inepto digital puede tener graves consecuencias y no podemos permitirnos, desafortunadamente, decir aquello de "a mí no me va la tecnología".


La espiral digitalizadora difícilmente tendrá un límite en nuestra vidas. Continuaremos renegando de este sistema de vida que nos mantiene conectados con la gestión diaria. Un régimen que nos ha ahorrado colas físicas (no las digitales) pero que nos hace dependientes de sistemas operativos y una buena conectividad. La usabilidad no solo debe ser abordada para y por los vendedores digitales, sino que ha de ser una obligación para cualquier plataforma que ofrezca servicios digitales básicos que puedan suponer un coste de oportunidad elevado a sus usuarios. 

 

Los reducidos privilegiados seguirán siendo todos aquellos que no necesitan llevar a cabo personalmente ningún tipo de trámite. Esos pocos, o los que puedan permitirse un retiro lejos del mundo digital, fuera de toda cobertura, habrán ganado la despreocupación de una vida sin trámites. El resto, seguiremos peregrinando y dando tumbos por esta sociedad del trámite.


Foto de Girl with red hat en Unsplash

TWITTER NO ES EDUCATIVO

miércoles, 12 de julio de 2023

 

TWITTER NO ES EDUCATIVO

 

Será culpa del típico descreimiento del adolescente. Con catorce años anidado Twitter he pasado de ser un fiel prescriptor educativo de esta red a mantenerme ahora como un perplejo actor que, de tanto en tanto, obtiene alguna perla en la tuitosfera, además de conservar afectos tras tantos años piando. Vendí en su día, a través de múltiples artículos, las bondades de esta red como herramienta de aprendizaje para docentes y alumnos (de FP principalmente). Ahora toca recular. Y no culpo al potentado señor Musk. Aunque este parece haberle dado la estocada final a una red donde la información va por patios, según estimas u ojerizas personales. 

 

Incluso, hace ya diez años, recomendaba la lectura de uno de los fundadores de Twitter: Biz Stone. Su libro, "Cosas que me contó un pajarito", fue muy apreciado por los alumnos; tanto por su estilo como por la cantidad de anécdotas que relata sobre la creación de esta red social. Eran tiempos donde Twitter parecía solo cosa de frikis y gente talludita; mientras que ahora se ha universalizado y la sorna despiadada es uno de sus atractivos. Los perfiles de profesionales, expertos en distintas materias, curiosos o colegas de oficio, eran uno de los atractivos para aquellos que pululábamos sin gorjear demasiado por entonces. 


En definitiva, era una red donde siempre encontrabas lecturas nuevas de interés, otras formas de plantearse la enseñanza, un lugar donde compartir recursos y un espacio donde podías pasar un buen rato cada día para leer y escribirte con gente conocida o por conocer. Un sito donde aprendías sin necesidad de ir googleando desorientado. A nivel de Formación Profesional me parecía una buena red para aprender de las tendencias de tu sector; o incluso una oportunidad para contactar y conocer profesionales y técnicos que podían ayudarte a modernizar los módulos del ciclo formativo. 


Ahora, si eres docente, aún puedes tropezarte con algún que otro recurso valioso; incluso tal vez tengas la suerte de conversar amablemente con algún tuitero con el que discrepas o coincides sobre tu forma de entender la educación. Sin embargo, la tuitosfera destaca por multitud de perfiles anónimos (¿para qué conversar con extraños que ni tan siquiera se presentan?) o por docentes y profesionales relacionados con el mundo educativo que ahora entienden este espacio principalmente como un lugar de dialéctica política. Y somos libres para ello, desde luego, aunque no me interesa. Mientras, los recursos, el buen ambiente (respeto y tolerancia incluidos) o la posibilidad de conocer nuevos perfiles que te aporten conocimientos para tu docencia, son cada vez más escasos.

Aún así, y más intermitentemente, paso ratos por Twitter. No me he aficionado al bloqueo fácil que ahora se estila, pero sí dejo de seguir cuentas que gustan de la retroalimentación política o las florituras personales (ya está Instagram para eso). Para las noticias tenemos la prensa, y alimentarse de recortes que nos dan supuestamente la razón, es un tanto ingenuo por nuestra parte. Y para discutir sin llegar a ningún puerto, fanfarronear, perdonar vidas, buscar el encontronazo, reírse del otro o ganar un concurso de chanzas con mala sombra, prefiero no participar. Los bares con amigos son una mejor alternativa. 

 

De todos modos, como docente de Formación Profesional, te aconsejo (de momento y si no cambian las tornas) el uso de LinkedIn como herramienta formadora donde contactar o seguir a profesionales del mundo educativo o de tu sector. Actualmente, a pesar de un creciente nivel de publicaciones insulsas y del tipo autoayuda, LinkdedIn es una red social muy útil para esa actualización que requiere nuestra enseñanza en FP. No es solo un espacio para buscar empleo o autopromocionarse digitalmente (muy en la línea de las competencias del módulo de FOL o el próximo de Itinerario personal para la empleabilidad), sino como un buen observatorio de la realidad laboral que nos ocupa. Y sin demasiadas distracciones.


Pese a todo lo dicho, nos encontramos en Twitter en cualquier momento. 😉


Foto de Marco Midmore en Unsplash

RETOS Y OPORTUNIDADES DE LA IA EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL

lunes, 10 de julio de 2023

RETOS Y OPORTUNIDADES DE LA IA EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL

 

El próximo curso escolar se antoja movidito en cuanto a la introducción de la Inteligencia Artificial en las aulas. Tanto a nivel de la Formación Profesional como en otras etapas educativas ya hemos comenzado a sufrir los avatares de la IA en forma de plagios más o menos difíciles de probar. Y esto irá a más, sin duda. El desarrollo del aprendizaje automático (machine learning) y profundo (deep learning) nos lleva a replantearnos todas las actividades de enseñanza-aprendizaje que programamos tanto para el aula como para fuera de ella. Los deberes, trabajos, tareas académicas, lecturas, prácticas, etc. tendrán que ser planteados y evaluados de un modo distinto. Quizás esa sea la buena noticia: es ineludible la transformación de nuestra enseñanza para no caer en un simulacro del aprendizaje. 

 

Si hemos aprendido la lección, en cuanto a la introducción de las nuevas tecnologías en el aula, no podemos emprender una nueva y frenética carrera en el uso de herramientas o extensiones de las distintas aplicaciones de IA que nos ofrece un vasto mercado digital. Estaríamos de nuevo comenzando a construir la escuela del futuro desde el tejado. Quizás es oportuno plantearse primero: ¿qué valores y aprendizajes están en juego con la introducción de la IA en la enseñanza? Buscar el atajo fácil para crear materiales, superar cursos o editar contenidos digitales, no son el mejor ejemplo para los alumnos; además del flaco favor que les hacemos alimentando su mediocridad. Debemos convertirnos en modelos de uso de la IA para el alumnado.


Con la IA en poder de los alumnos (y de los docentes) la lectura y la escritura se pueden ver seriamente comprometidas en un entorno que no ayuda a atender y que fomenta la superficialidad. El copio y pego se ha sofisticado y cualquiera puede parecer un aprendiz aventajado o un profesional del sector. El Chat GPT y sus secuaces todo lo pueden... Y con las ciencias exactas parece que tendremos desafíos similares. Resolver ecuaciones complejas, resumir libros, escribir artículos, crear presentaciones, editar vídeos e imágenes, están a unos pocos clics para cualquiera con unos mínimos conocimientos técnicos. Otra cosa es el aprendizaje y la ejemplaridad de los resultados o productos obtenidos.  

 

Ya han pasado décadas desde que descubrimos el Power Point y seguimos sufriendo presentaciones antiestéticas o poco didácticas; o publicamos vídeos y fotos caseras en YouTube o Instagram creyéndonos técnicos de imagen y sonido; o editamos carteles y folletos con Canva presumiendo de bueno gusto en el diseño; y ahora, con el Chat GPT, algunos pasarán a ser traductores y escritores consagrados, además de psicólogos, tecnólogos, dietistas o fallidos profesionales del derecho. Sin duda alguna, la IA nos facilita la consecución de un sinfín de tareas rutinarias o maquilla nuestras carencias en ciertos ámbitos, pero, todavía no es capaz de regalarnos el buen gusto, tener arte para presentar, distinguir un buen texto o, simplemente, entenderse con otros y empatizar. Hay muchas cuestiones que no resuelve la IA en la educación


Además de la reflexión inicial sobre qué podemos perder a nivel educativo con la introducción de la IA, es necesario analizar y probar (sin urgencias ni generalizaciones) las distintas opciones que nos facilitan las herramientas de Inteligencia Artificial para los docentes. Muy interesante el documento de la Comisión Europea sobre Directrices éticas sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) y los datos en la educación y formación para los educadores. En las orientaciones ofrecidas se apuntan, aunque con poca precisión, las posibilidades de la IA para personalizar el aprendizaje, ayudar a la autorregulación del estudiante, dar respuesta a necesidades especiales, calificar redacciones, gestionar recursos, etc. Asimismo, dentro del Marco Europeo de Competencias Digitales para Educadores (DigCompEdu) la IA aporta nuevas competencias e indicadores a tener en cuenta como docentes: evaluar su pertinencia, tratamiento de datos personales, acreditar el trabajo propio manipulado con IA, conocer el impacto en la docencia y riesgos emocionales, considerar los sesgos en la evaluación, su aplicación individualizada o ayudar a los estudiantes a utilizar éticamente la IA.

 

A nivel de Formación Profesional, tenemos una oportunidad para ganar tiempo y dedicarlo de un modo personal cada uno de nuestros alumnos. Debemos reflexionar sobre qué tareas pueden ser desarrolladas con sistemas de IA, como pueden ser la autoevaluación (corrección de textos propios, generación de pruebas, resolución de dudas, feedback en los portafolios digitales, diálogos con técnicos mediante chatbots, etc.) o la creatividad del estudiante (plantear nuevos nuevas situaciones de aprendizaje por parte del profesorado, aportar soluciones originales a retos o proyectos planteados, etc.). También tenemos la ocasión de comprobar en clase los errores o limitaciones en su uso, al igual que debemos ofrecerles una guía para un uso adecuado académica y profesionalmente (consideraciones éticas y legales).

 

En FP, desde cada familia profesional, estamos todavía en los inicios de una tecnología que significará un cambio sustancial en muchas profesiones actuales. Investigar, compartir y acordar buenos usos educativos desde los distintos módulos de cada ciclo formativo, va a ser imprescindible en los cursos venideros. Es nuestra obligación dotar a los estudiantes de herramientas útiles relacionadas con la IA para su próximo futuro laboral y para ello . Analizar cada una de las competencias que estamos trabajando y la implicación del uso de la IA en las mismas es necesario para no perder un tren que viene acelerado. No obstante, sigamos apuntalando esa FP artesana que se diferencia por su trato personal e inclusión de todo el alumnado. 


 Foto de Cash Macanaya en Unsplash

PROFESORES DE VACACIONES CON MOTIVOS

domingo, 2 de julio de 2023

 

PROFESORES DE VACACIONES CON MOTIVOS


El final de curso supone el final de una larga espera que es tomada con el alivio consiguiente. Los últimos días suenan a trámites y despedidas disfrazadas ante unas vacaciones que se alargan o acortan a la medida del docente. Habrá quienes desconecten desde el primer día sin querer oír hablar de programaciones ni competencia alguna; luego están los que siguen preocupados por el agotamiento que les ha supuesto un curso más que de nuevo tiende a complicarse por los años acumulados en la mochila; e incluso los hay que todavía no han querido (o podido) cerrar los asuntos que conlleva dejar un próximo curso listo para ser comenzado. 


Parece que con los años los motivos para ejercer la docencia van mudando o llegan a ausentarse con el consecuente desánimo. Los peldaños de la pirámide de Maslow se desfiguran y dejamos de dar importancia al salario que recibimos frente a otras necesidades que sobresalen con el tiempo: horario de trabajo, horas sin docencia, grupo de alumnos, dificultad de la materia, etc. Los logros, el sentido de pertenencia, los afectos, la creatividad, la autonomía... tienden a no ser valorados con la debida justicia. La motivación se transforma o desaparece pese a que cada año los retos son similares y el fin de la educación sigue siendo el mismo: crear libertad, dar posibilidad y hacer pensar (Emilio Lledó). ¿Lo hemos hecho este curso?


No podemos perder de vista estos fines obnubilados por la ajetreada digitalización que nos acompaña o el incordio de las leyes educativas. No importan los desafíos de la inteligencia artificial o la competitividad escolar y profesional creciente; lo realmente importante es seguir queriendo a quien enseñas y lo que enseñas. Sin esa fracción de afectos la enseñanza puede volverse alienante o limitar su ejercicio al de un simple burócrata. Una lástima. Sin embargo, siempre habrá quienes sigan los consejos del tío de Spiderman, sin rehuir la responsabilidad que tenemos en nuestro poder. ¡Qué fortuna la de sus alumnos!

 

Volveremos de las vacaciones, y seguirán los que mantienen una actitud indolora ante el alumnado y el panorama educativo actual; o los que cuentan como condenados los días que restan para su jubilación; junto a aquellos más jóvenes optimistas e ilusionados; y al lado de los que siguen sin perder los motivos para trabajar por cada uno de los alumnos que conocerá el próximo septiembre. Mantener la congruencia y la honestidad con lo que predicamos seguirá siendo un reto para los profesionales escrupulosos, antes y después del verano. Todo resulta más sencillo si entendemos la educación como una actividad donde ofrecemos vida, donde no cabe la vanagloria ni el recelo, donde coges las vacaciones con la satisfacción de haber aportado tu mejor cara. 


Foto de Jeremy Bishop en Unsplash
Con la tecnología de Blogger.

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