En otras ocasiones he mencionado la necesidad de evaluar el llamado "saber estar" de nuestros alumnos de Formación Profesional. Ver post: "Educar en digital y en emociones".
Un saber estar muy relacionado con esos contenidos actitudinales que solían incluirse en las programaciones didácticas; casi como relleno. Un saber estar que debería incluirse transversalmente en todos los módulos de cada ciclo formativo o a través de los módulos de F.O.L. o R.E.T. ¿O por qué no, mediante un nuevo módulo denominado A.S.E.: Aprender a Saber Estar? Parecen de chiste las siglas, pero, sin estas competencias básicas, la empleabilidad de muchos alumnos es harto complicada.
El perfil de nuestros estudiantes, aproximadamente entre 17 y 25 años de edad, en muchos casos inmaduros, o con una incompleta educación, hace imprescindible su formación en este saber estar. Algunos argumentan que la escuela no está para educar o infundir valores; que debemos dedicarnos a la formación pura y dura, a los conocimientos. Pero, hoy más que nunca, es necesario conjugar estos conocimientos con una actitud adecuada.
Necesitamos buenos profesionales. Alumnos que sepan ir a las empresas dirigiéndose con respeto a sus compañeros o superiores. Alumnos que valoren la puntualidad, que adapten su vocabulario a la situación, que tengan autocontrol. Alumnos que se comporten de modo profesional y no como meros escolares. Sabiendo, que lograr esta profesionalidad de nuestros alumnos, es la tarea más complicada que tenemos entre manos.
Los centros educativos, ahora que se pretende traspasar parte de la formación a las empresas o a la modalidad a distancia u online, son el lugar idóneo para formar en este aspecto a los alumnos de FP. Al fin y al cabo, las empresas, buscan principalmente personas de confianza, con ganas de trabajar, educados y respetuosos. Porque los conocimientos, con la práctica, todos podemos obtenerlos; actualmente coordino las TIC en mi escuela, pese a que no toqué un solo ordenador en la Facultad de Económicas.