¿POR QUÉ PONER DEBERES?

jueves, 26 de febrero de 2015
Seguramente me meto donde no me toca. Como profesor de Formación Profesional no tengo que lidiar con padres y niños que protestan o se aburren como condenados realizando tareas escolares cada tarde y cada fin de semana. Tengo la suerte de poder trabajar en el aula todos los contenidos y competencias necesarias para llegar a ser un buen profesional.

deberes escolares
No necesito mandar deberes que consisten en hacer unos ejercicios del libro de texto, repetir operaciones o memorizar fragmentos. Soy afortunado ya que preparo a mis alumnos para el mundo real. Ese mundo donde se necesitan personas que saben buscarse la vida, que pueden leer y seleccionar contenidos de forma crítica, trabajadores que han de adaptarse a nuevas herramientas tecnológicas y hombres y mujeres que valoran el aspecto humano de sus compañeros.

No me hace falta exigir un hábito diario a mis alumnos, porque ya tienen un compromiso cada día a las ocho de la mañana cuando vienen a la escuela. No necesito recordar que, cuando toca examen, de los tres que hago al año, cada cual es responsable y debe organizar su tiempo para el estudio. Mis alumnos son afortunados ya que pueden organizar su tiempo libre, realizar otras actividades, también importantes para su crecimiento personal, sin estar sujetos a la rutina de unos deberes que no suelen destacar por ingenio, personalización o creatividad. 

En mi caso, también son felices mi alumnos, ya talluditos, porque no llegan a casa demasiado agotados después de casi ocho horas de estancia en un centro educativo. Son dichosos porque ya no son niños que necesitan más juego, más patio o más ocio con sus padres y hermanos. Mis alumnos son agraciados ya que pueden disfrutar una tarde entera para visitar una biblioteca, hacer deporte, ver una película o pasear con sus amigos, todo ello sin necesidad de estar pendientes de unas tareas y una cena temprana. 

Para colmo, mi alumnos tienen un profesor sabedor que la infancia y la juventud son etapas únicas en la vida. Etapas donde la exigencia y la responsabilidad no van ligadas a unos deberes diarios. Su profesor sabe que la huella que deja la escuela no pasa por más y más tareas, idiomas o métodos de cálculo; que el amor por la lectura, el respeto a los demás o el gusto por el aprendizaje, no caben en unos exámenes finales y en unos boletines de notas.

¿Tan mala suerte tienen algunos que necesitan poner deberes?

P.S. Recomiendo lectura al respecto de Víctor Cuevas: "La tortura de los deberes"

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EL PROFESOR INNATO

martes, 24 de febrero de 2015
Ser profesor, o más bien, ser un buen profesor es algo connatural en unos pocos. En mi caso, tras más de diez años de docencia, puede asegurar que, tras una vocación y experiencia docente temprana, no es hasta hace bien poco cuando he comenzado a entender lo que significa ser un buen profesor. De hecho, sigo en búsqueda permanente de todo aquello que me permite crecer profesionalmente.

profesor innato cambio educativo
Otros docentes son excelentes enseñando de forma innata. Por carácter, genética o experiencia vital, estos profesores tienen la virtud de conectar con el alumno, aprenden y enseñan sin tarimas físicas o figuradas. Son profesionales queridos y admirados por sus alumnos casi desde el inicio de su profesión. Saben exigir y enseñar al mismo tiempo. Consiguen ser memorables para muchos alumnos que pasan por su aula.

Otra mayoría, en la que me encuentro, necesitamos formarnos continuamente para tratar de captar estas sentimientos y cualidades. Precisamos absorber, tras mucha observación y lectura, estas aptitudes que posibilitan una evolución personal y profesional. Para ello, es necesario dejar de lado muchos prejuicios y experiencias que nos abocan a una docencia continuista y desfasada.

Es una obligación moral no quedarnos anclados en un estilo de docencia que se limita a repetir una pedagogía del simulacro. Un simulacro donde la mayoría de alumnos asisten a la escuela para titularse sin motivación alguna por el aprendizaje. Es nuestra responsabilidad llegar a ser ese buen profesor innato que enseña y aprende junto a sus alumnos sin obviar las necesidades de cada uno de ellos. Todo ello nos exige una formación continua, un cambio de paradigma donde caben diversas metodologías y una actitud de compromiso personal para con la comunidad educativa. Replantearse continuamente nuestra docencia es un ejercicio esencial para todo enseñante.

Como profesores, y parafraseando a Carlos Magro en su artículo, debemos imaginar nuestro futuro para cambiar nuestro presente. Un artículo que ahonda en esa necesidad permanente de cambio educativo y que parece estar más cerca que nunca. Si queremos acercarnos a esa deseada transformación no nos queda otra que abrir los ojos, todos y cada uno de nosotros, e imaginar y trabajar para ese aprendizaje ideal. Desafortunadamente, algunos seguiremos necesitando mucho esfuerzo para ser ese buen profesor innato. Ser humano y mortal tiene esas cosas...

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PROFESOR SENSIBLERO

sábado, 14 de febrero de 2015
Supongo que a cualquier edad podemos seguir creciendo como personas o continuar acentuando nuestras miserias o manías. Como docentes siempre tenemos opciones para seguir aprendiendo, alternativas para no quedarnos estancados en lo de siempre; en nuestro horario, en las materias habituales, en los recursos heredados... Las posibilidades de mejora de cualquier profesor son casi infinitas.

educación emocional profesores sensibilidadMi educación escolar, con sólo varones como compañeros de pupitre y en una época con la inteligencia emocional por descubrir, no me ha permitido a menudo conectar con los alumnos. Ahora, con los años, con el ejemplo de compañeros (y sobre todo compañeras) más sensibles a estas cuestiones, con la visión de otros colegas que pululan conmigo por las redes, puedo afirmar que me estoy volviendo algo sensiblero.

Un profe sensiblero, con muchos fallos diarios, pero con ganas de disfrutar y conectar con los alumnos. Sensiblero para emocionar y aprender a expresar emociones. Sensiblero porque compensa, si sabes hacerlo,  transmitir sentimientos a los que conviven contigo personal o profesionalmente. Sensiblero, sabedor de lo que permanece en el alumno no es una diapositiva de powerpoint ni un cuestionario.

Espero que la sensiblería no me haga perder el optimismo por la educación, pese a reválidas u otras medidas que nos hacen retroceder y meter más presión al profesorado mediante contenidos rígidos. Porque el panorama cambiaría mucho si nuestros gobernantes se atrevieran a dejar la educación en manos de gente que la ama y no en burócratas o gestores profesionales que no miden ni a profesores ni a alumnos en su justa medida. 

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CARTA ABIERTA A MIS ALUMNOS

viernes, 13 de febrero de 2015
Tal vez no sea este el espacio más adecuado para comunicar algo a mis alumnos. Quizás me resulta más cómodo escribir estas palabras que expresarme verbalmente. De todos modos, quiero con esta carta abierta, mostrar mi agradecimiento a un curso de alumnos que ya han terminado sus clases en mi escuela y están a punto de continuar su formación en la empresa. 

Quiero agradeceros públicamente vuestro saber estar, vuestro cariño, vuestro buen humor, vuestra buena convivencia, vuestra flexibilidad y vuestro esfuerzo. Todos y cada uno de vosotros, en mayor o menor medida, habéis mostrado buen carácter para sacar los módulos adelante. Habéis sabido solucionar los problemas cotidianos sin injerencias del profesorado. 


Sin vosotros no habría podido disfrutar de mi profesión. Sin vuestro ánimo y buenas palabras no habría ido cada día a trabajar con ganas de entrar en el aula. Sin vosotros me hubiera resultado ingrato el tiempo dedicado a preparar las clases. Porque con vosotros he podido experimentar, con mayor o menor éxito, otra forma de enseñar y aprender más memorable. Os debo igualmente disculpas por soportar posibles impertinencias, faltas de paciencia o por los sufridos cortes en la red wifi...

Uno a uno, sois todos unos tipos fantásticos. Cada uno de vosotros sobresale en algo: bondad, idiomas, memoria, ironía, tesón, viveza, sacrificio, competencias digitales, inquietud, agudeza, constancia, comprensión, cariño, experiencia personal, empatía, sensibilidad, buen carácter, discreción, tolerancia, resolución, ingenio, etc. Pese a ciertas obligaciones ministeriales, que me obligan a calificaros numéricamente, no sois una cifra para mi. Cada uno de vosotros sois únicos. Ojalá os siguiera disfrutando en mis clases. Aún así, confío en vuestros compañeros que vienen detrás. Estoy seguro, pese a los que no confían en la juventud actual, que seréis buen ejemplo a los que os preceden. 

Tras casi dos cursos con vosotros, podéis estar seguros de haber alcanzado todos los objetivos necesarios en buen profesional: conocimientos técnicos y competencias personales. Digan lo que os digan, sois excelentes. Aún así, esto acaba de empezar, y vale la pena recordar que siempre podemos seguir aprendiendo para crecer como personas; que debemos hacer nuestro trabajo lo mejor posible. ¡Qué no sea por falta de ganas! Que no vale la pena la comparación constante. Que sí compensa el esfuerzo por aquello que es justo o favorable a otros. 

Muchas gracias de nuevo por acompañarme en mi trabajo. Un trabajo que, ciertamente, es una parte importante de mi vida. Os echaré de menos. Me habéis hecho feliz. 


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TWITTER Y CÓMO CREAR GRUPOS PRIVADOS DE ALUMNOS

jueves, 5 de febrero de 2015
¡Por fin! Este año hay una novedad interesante para los usuarios de Twitter gracias a la posibilidad de enviar mensajes directos a grupos. Una nueva función que nos permite a los docentes enviar mensajes privados a un grupo de alumnos.

Las ventajas de esta nueva funcionalidad, son las siguientes para el profesorado:
  • A diferencia de otras aplicaciones, tipo Whatsapp o Facebook, aquí no es necesario dar ningún otro dato personal (número de teléfono, email..) para crear el grupo. 
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  • Permite enviar cualquier tipo de mensaje: textos, imágenes, enlaces, otros tuits, emoticonos... 
  • Con la aplicación de Twitter en el móvil es muy sencilla y accesible la comunicación con el grupo de alumnos o con alguno en particular: una ayuda más para el aprendizaje ubicuo. 
  • Se puede usar tanto en una app para móviles como a través de un navegador de escritorio para PC. El elevado uso de los smartphones por parte de jóvenes y adolescentes, hacen de Twitter, con esta nueva funcionalidad,  una herramienta perfecta para aprender más allá del aula. 
  • Permite conversaciones en grupo privadas para temas que no interesen al resto de usuarios, en el caso de menores de edad o para charlas más coloquiales: ayuda a educar para diferenciar la esfera de lo público y lo privado.
  • Su uso es muy similar al del Whatsapp, no requiere formación previa ni instrucciones complejas de uso. 
Los inconvenientes que nos encontramos, son:
  • Tan sólo permite 20 miembros por grupo.
  • Es algo intrusiva y puede llegar a convertirse en un indeseable grupo de Whatsapp del que no se puede salir: hay que usarlo con moderación y sensatez.
A continuación muestro los sencillos pasos para la creación de un grupo privado en Twitter:

1. Vamos a la opción Mensajes de Twitter, ya sea en la versión de escritorio o en la versión móvil, y vamos buscando y añadiendo los diferentes usuarios con los que queremos comunicarnos de forma privada:




2. Pulsamos en Siguiente y ya estamos listos para escribir nuestro mensaje o añadir imágenes, enlaces, etc.:



3. Ya podemos hacer clic en Enviar mensaje. A partir de ahora, este grupo permanecerá en nuestro histórico de mensajes para cualquier otra ocasión que necesitemos comunicarnos con nuestros alumnos o colegas.

Aprovecho para recalcar las muchísimas posibilidades que nos ofrece Twitter como herramienta de aprendizaje y formación del PLE. Os dejo con algunos posts personales al respecto.


photo credit: Blue Sky Twitter via photopin (license)

¿AUTOCRÍTICA DOCENTE?

domingo, 1 de febrero de 2015
Desconozco si pasara en otras profesiones, pero los docentes no destacamos por hacer autocrítica. Al menos en público, es raro escuchar un "mea culpa" o un "que mal hemos hecho nuestro trabajo". Tendemos a traspasar la responsabilidad última a la falta de recursos, ya sea por escasez de tiempo o materiales, a la administración educativa, y, sobre todo, a nuestros alumnos. No es frecuente, por vergüenza o por temor al descrédito, escuchar a un docente manifestar que se ha equivocado.

detachment el profesor autocrítica
Disfrutar de un grupo de alumno motivados, con recursos técnicos y materiales, con colegas que cuentan contigo y comparten sus recursos, es garantía de éxito para cualquier educador. Enfrentarse a alumnos disruptivos, saber afrontar los problemas técnicos que surgen en cualquier aula o sobrevivir a base de materiales propios, es, a nuestro pesar, algo inherente a nuestra profesión. Todas estas dificultades, por un motivo u otro, no somos siempre capaces de afrontarlas. Asumir la incompetencia propia, por falta de formación o, peor aún, por falta de actitud, es un primer paso para tratar de mejorar nuestra enseñanza. 

No existen los 10 trucos infalibles para ser un profesor 10. Aún así, comenzar a reflexionar sobre aquello en lo que fallamos, hablar en voz alta de nuestros errores, disculparse ante los alumnos, conversar con los colegas sobre los problemas del aula, pedir consejo a profesores más experimentados o solicitar ayuda al equipo directivo, puede ser un buen comienzo para la mejora profesional. 

Dejar de culpabilizar a la sociedad, padres o alumnos, es también un paso saludable para analizar nuestra tarea diaria con algo más de autocrítica. ¿Estamos dando el 100% en el aula? Puede que sí, pero, puede también que estemos manteniendo algunas inercias que no nos permiten conectar con el alumno, despertarle las ganas de aprender y convertirnos en ese profesor memorable. Siempre hay casos individuales difíciles y agotadores, pero, la gran mayoría de alumnos tienen capacidades suficientes y una buena disposición para seguir aprendiendo. Despotricamos casi siempre por lo mismo sin pararnos a pensar en todos los alumnos que han madurado con nosotros y son ya adultos responsables con una vida encaminada. 

Aprovecho para recomendar la película "El profesor (Detachment)" que nos muestra la cruda realidad de un instituto norteamericano. Pese al carácter sombrío de la película merece la pena contemplar como afronta la enseñanza el profesor protagonista en unas condiciones realmente complicadas. 

Fuente imagen: película "Detachment"
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