INSTAGRAM PARA DOCENTES LECTORES

miércoles, 22 de junio de 2022

Puede que las altas temperaturas ahuyenten a los lectores. Más aún si hablamos de lecturas educativas o relacionadas con el aprendizaje no sé si el verano es un momento propicio para recomendar libros. Si sobreviven las editoriales que lanzan libros destinados a los docentes debe ser porque algo leemos en este complejo sector donde convivimos personajes de toda naturaleza y pensamiento. Creo que somos más noveleros, en los dos sentidos del término, que cualquier otra cosa. Sin embargo, algunos raritos gustamos de lecturas singulares relacionadas con la pedagogía y la didáctica, la investigación educativa y ese arte abstracto que supone saber enseñar. Porque aprender a enseñar puede ser más complejo y atrayente que resolver crímenes, comenzar relaciones sentimentales o buscar esa autoayuda confortante.

 

Por ello me aventuro a sugerir libros, leídos recientemente o en el pasado, en esa plataforma derrochadora de nuestro tiempo y omnipresente entre jóvenes y ciertos talluditos: Instagram. Soy poco amante de la exhibición personal (¿falta de jeta o heredado pudor?), pese a compartir con demasiada frecuencia mis opiniones y recursos por las redes, pero tal vez esto del insta sea un buen medio para animar a leer ciertos títulos que me parecen preciosos para un crecimiento profesional que no conoce edades. 

 

bookstagramespaña bookstagramdocente bookstagram

Pese al encapotado panorama lector que vislumbramos en nuestro entorno (y no hablo solo de jóvenes estudiantes) existe una vida exótica ahí fuera donde se sugieren multitud de libros adornados a través de la publicación de imágenes, stories, reels... que cuentan con miles de interacciones. Solo hace falta pasarse por la etiqueta #bookstagramespaña para encontrar originales propuestas lectoras de todo calibre. Abundan los millenials y zetas más cómodos en la técnica de la exhibición multimedia. Otros aún no nos aventuramos a exhibir páginas entre sábanas, albercas, espejos o músculos ya en distensión permanente; solo nos queda figurar con bonitas portadas y sencillas reseñas que animen a leer un rato largo o engañar a algún mozo o moza con un buen libro. 


Tal vez algún día acertemos con una etiqueta multimillonaria en las redes tipo #bookstagramdocente donde podamos compartir esos libros y textos más inspiradores, útiles o preciosos que alegran los largos inviernos en el aula y las amplias y merecidas vacaciones estivales. De momento os dejo con mi reconvertida cuenta personal de Instagram donde ojalá pueda descubrir vuestras recomendaciones lectoras en los comentarios: @oscarboluda

 

Espero no tener que veros por TikTok para estos quehaceres...  😉

 

Foto de Jon Tyson en Unsplash

¿DÓNDE ESTÁN LOS DE FOL?

lunes, 20 de junio de 2022

Tengo morriña folera. Añoro esos años donde el profesorado de FOL, EIE y RET inundaba las redes de experiencias y materiales para las aulas de FP. ¿Han pasado diez años desde entonces? Uf. Era fácil en aquel momento encontrar enlaces con recursos sobre estos módulos transversales donde se comenzaba a innovar progrando más allá de los libros de texto y se ponía patas arriba la clase magistral a través de nuevos métodos que acercaban el mundo profesional a los estudiantes de un modo distinto. Docentes ilusionados e ilusionantes que, de modo altruista, colaboraban y publicaban continuamente para darle la vuelta a unos módulos no demasiado considerados en algunos ciclos y que son ahora considerados como esenciales para la formación de miles de alumnos de Formación Profesional.

 

Me acuerdo mucho de toda esa gente estupenda con la que coincidí en algún que otro sarao (congresos lo llaman ahora...) donde se compartía e ideaba; además de disfrutar de buenos momentos junto a profesionales comprometidos y exigentes: Isabel, Maricruz, Daniela, Eduardo, Javier, Paco, Antonio, Julia, Laura, Sabina, Elena, Paz, Rafa, Lourdes... y un largo etcétera que fundaron y dejaron el comburente que necesitaba una incipiente Asociación Nacional de Profesorado de FOL (anPROFOL). Asociación que sigue con los encuentros y manteniendo esa llama inicial tan fervorosa. Gente fantástica que nos animó a muchos otros profesores y profesoras de FP a cambiar la visión de la enseñanza. Muchas gracias.

 

DÓNDE ESTÁN LOS DE FOL

 

Aún así, como en otros muchos sectores y con personalidades relacionadas con la enseñanza, ya no se percibe en las redes toda esa energía que derrochaban las personas arriba mencionadas. Supongo que el cansancio, cierta saturación en las redes, desengaños, el cambio de enfoque o falta de agradecimiento de tantos recursos compartidos, los distintos rumbos vitales y profesionales... han ido restando ganas de intervenir y seguir inundando las redes sociales de proyectos foleros. De todos modos, con la etiqueta #FOLcomparte todavía puedes encontrar en Twitter recomendaciones diarias y lecturas interesantes para el módulo. 

 

Porque es innegable la importancia que tienen los módulos que imparte el profesorado de FOL, pese a esas indeseables convalidaciones que ahora se permiten, para un alumnado que necesita conocer sus derechos laborales y acceder del mejor modo posible a un empleo, emprender o cursar nuevos estudios con información relevante y las competencias que requiere el mercado de trabajo. Un módulo que necesita ser vendido constantemente a los estudiantes pese a su temario valioso y ofrecido por docentes en constante actualización y contacto con las empresas. 


Hace muchos cursos que dejé de dar FOL. Demasiados... No saqué plaza en su momento, hace ya veinte años, y he acabado en otros módulos de la familia profesional de Comercio y Marketing. Sin embargo, sigo recordando con cariño un módulo con un temario denso y exigente; demasiado duro para las competencias que luego los estudiantes necesitaban en el aula y en su futura inserción laboral.


Larga vida a FOL y sus docentes.


Foto de Elisabeth Arnold en Unsplash

CÓMO VALORAN LOS ALUMNOS AL PROFESORADO DE FP

jueves, 16 de junio de 2022

Las encuestas de valoración del profesorado que los alumnos llevan a cabo en algunos centros educativos a lo largo de sus estudios deben ser cogidas con pinzas. No quiero decir que no tenga validez alguna, pero sí que hay que relativizar sus apreciaciones sobre la docencia del profesor. Pueden ser un instrumento eficaz para detectar carencias personales o como un material útil para ser contrastado y conversar con el alumnado. 

 

Las valoraciones cuantitativas, donde el profesor/a recibe una nota númerica en distintos ítems, requiere una capacidad de abstracción del estudiante que raras veces sucede. Habitualmente, por simpatía personal o cercanía, se califica númericamente igual en todos los aspectos a un mismo docente; ello parece implicar que no hay un proceso de reflexión intenso, sino más bien una mayor o menor afinidad personal o satisfacción con las notas obtenidas. Esa cifra, al igual que ocurre con las calificaciones de los estudiantes, no es una medida exacta de nuestro desempeño profesional. 


Por otro lado, las valoraciones cualitativas suelen tener una mayor utilidad si se describen las posibles mejoras o aspectos negativos que se observan en la docencia. Útiles si van más allá de la crítica personal o si descontamos el poco "feeling" que a veces padecemos con ciertos grupos. En mi opinión, creo que deberían realizarse más encuestas que equiparen la importancia de la esta parte cualitativa con la cuantitativa; donde el estudiante pueda expresarse con libertad y tiempo suficiente bajo un anonimato voluntario y antes de recibir sus calificaciones personales.

 

cómo valoran los alumnos al profesorado de fp

 

Al igual que no todo el profesorado evalúa por igual las acciones formativas que recibe, por motivos distintos (idoneidad, temporalización, actitud personal, experiencia, etc.),  muchos estudiantes tampoco reflejan siempre adecuadamente las debilidades de nuestra docencia o no son capaces, dada su escasa experiencia o inmadurez, de evaluar profesionalmente a un formador/a. En Formación Profesional, con el alumnado de mayor edad (ciclos formativos de grado superior) es más fácil que esa valoración sea más fiel frente a alumnos más jovenes de otras etapas (ciclos formativos de grado medio o FP básica).


Las encuestas de valoración son también un instrumento que puede servir de toque de atención o recordatorio de algunos aspectos que, habitualmente, sabemos que podemos perfeccionar. Con un poco de autocrítica todos seríamos capaces de renovar y transformar esas prácticas que entendemos tienen margen de mejora. Al finalizar el curso bastaría con preguntarnos honestamente: ¿Qué no me ha funcionado en el aula? ¿Qué problemas he tenido con mis alumnos o compañeros? ¿Qué carencias tengo a nivel técnico y de actualización profesional? ¿He crecido y me he desarrollado profesionalmente de un modo formal o informal? ¿Estoy satisfecho/a con mi desempeño? Preguntas que también podríamos hacer en petit comité sin prejuicios ni reparos.


El problema de las encuestas no son las opiniones, más o menos fiables, de nuestros alumnos. El obstáculo se manifiesta cuando no sabemos interpretar esas encuestas, no tenemos espíritu crítico o no se diseñan convenientemente para resaltar nuestras cualidades positivas o aspectos a mejorar. Creernos estupendos y don perfectos, al igual que sufrir el "síndrome del impostor", puede ser igual de nocivo. Tampoco conviene tomarse de un modo personal algunos comentarios dejados en las encuestas que no son siempre pertinentes.


Al final, una buena conversación con tus estudiantes, sobre qué mejorar, añadir, quitar o cambiar en el aula, sobre nuestros métodos, reglas o procedimientos, e incluso sobre nuestro trato personal; puede ser lo suficientemente rica para evitar encuestas que confirman encuentros y desencuentros, deficiencias o aciertos personales. Pedir valoraciones para no progresar, en una profesión que no suele entender de trabajo y salario por objetivos, es una faena estéril. Medir la calidad de la docencia es una tarea compleja que conlleva múltiples matices y que cada curso maneja variables distintas; lo que a veces implica que no podamos comparar las encuestas de un año a otro. Encuestas que habría que rediseñar más a menudo para que tengan esa utilidad buscada.

 

Si cumplimos con nuestras programaciones, si tratamos convenientemente a los alumnos, si somos puntuales, si actualizamos nuestros materiales y metodologías a las demandas de nuestro sector profesional, si colaboramos con el equipo docente o si mantenemos una actitud constructiva y congruente con nuestras reclamaciones, pueden ser acertadas cuestiones para comenzar una autoevaluación que acompañe a esas encuestas en las que nos valoran los alumnos y que no tienen porque ser indicativas del complicado ejercicio del docente.

 

Foto de Nguyen Dang Hoang Nhu en Unsplash

CENTROS EDUCATIVOS CONCERTADOS, PÚBLICOS Y JUSTOS CON SUS ESTUDIANTES

miércoles, 15 de junio de 2022

Las comparaciones son odiosas según con el prisma con que se quieran examinar. Puede parecer imposible convencer a un empleado público de la conveniencia puntual de la educación concertada, así como persuadir a ciertos empleados por cuenta ajena de la necesidad de una oferta pública de determinados servicios. La empatía y las sinergias suelen ayudar a cambiar esa predisposición que nos lleva a defender parcelas personales pese a las incongruencias vitales que luego muchos arrastramos: disfrute de una sanidad pública o mutuas médicas, hijos en colegios o academias de pago y en escuelas oficiales de idiomas, emprendedores que estudian para ser funcionarios o entrar en una bolsa de empleo público, etc. 

 

Por ello, cuando defiendo la igualdad de recursos y entro a debatir con personas que abogan por la supresión de los conciertos educativos o por su asfixia económica, prefiero enfocar la discusión sobre los que realmente pierden cuando un centro educativo sostenido con fondos públicos (concertado) no tiene derecho a los mismos medios y recursos humanos y materiales: su alumnado. Sin entrar en la discusión ni mentar puntuales ejemplos de centros de todo tipo que incumplen normativas, cobran o no hacen bien su trabajo.

 

centros fp concertados públicos y justos con sus estudiantes

No es mi intención entrar a discutir el anclaje legal de los conciertos educativos sino, desde la realidad que actualmente observamos, demandar los cambios e inversiones necesarias para que todo estudiante de un centro público o sostenido con fondos públicos pueda cursar sus estudios en las mejores condiciones posibles con la gratuidad que exige la ley. Me parece justo exigir que cualquier alumno de uno u otro tipo de centros pueda disfrutar de unas aulas, herramientas, materiales, ayudas tecnológicas o a la innovación, redes educativas, becas, recursos económicos... independientemente del tipo de centro educativo oficial en el que se haya matriculado. No entro a valorar las condiciones laborales ni las formas de acceso de su profesorado, ni otras circunstancias relacionadas con la docencia que también pueden suponer mayor o menor calidad educativa. 

 

Tal y como se fundamenta en este artículo, "Conciertos educativos y régimen de copago en España. Entre la ficción y la realidad", los módulos económicos por unidad escolar no se corresponden con el coste real ni desde hace más de diez años se han actualizado estos módulos para financiar justamente a unos centros de modo que sus servicios se ofrezcan gratuitamente sin esas barreras de entrada (manifiestamente injustas) que algunos "exigen" para ser viables económicamente y poder reponer y actualizar sus instalaciones. No me parece mal que el rigor presupuestario obligue a buscar distintas fuentes de financiación a través de servicios voluntarios; pero entiendo que una escuela inclusiva tanto en centros públicos como privados de iniciativa social debe garantizar esa gratuidad, libre elección y oferta académica en las mismas condiciones independientemente de su titularidad. 

 

Buscar las sinergias entre centros públicos y privados de iniciativa social, intercambiar experiencias o materiales didácticos con otros docentes y favorecer el intercambio de conocimientos y recursos, garantizaría la mejora de la educación de nuestros jóvenes. En la Formación Profesional es esencial la transferencia de conocimientos tanto a nivel geográfico como entre los distintos centros y sin importar idearios ni procedencia. El aislamiento, los frentes abiertos y el ensimismamiento ideológico no aporta nada a la educación ni a nuestro alumnado. Afortunadamente, he podido aprender mucho de compañeros de otros centros educativos, así como de las iniciativas colaborativas (aunque cada vez se observan menos) que desinteresadamente comparten en las distintas redes profesionales.


Todos nos indignamos por atropellos y sinrazones que sufrimos en nuestras carnes a nivel profesional. Exigir, desde la coherencia, es un ejercicio que todos debiéramos practicar cuando sufrimos incompetencias, privilegios ajenos o favoritismos de quienes entienden los servicios públicos y la educación de forma monocromática. Por ello, no cesaré en mis demandas públicas para que mis alumnos puedan acceder a determinadas ayudas, instalaciones o convocatorias públicas que también pueden disfrutar en otro tipo de centros educativos. Al igual que protestaré contra cuotas injustas o una educación competitiva basada en un cheque escolar. 


Ojalá todos pudiéramos comprender, sin el matiz que los colores políticos nos perfilan, que todo estudiante debe poder disfrutar de una enseñanza académica y profesional en las mismas condiciones de acceso y con recursos humanos y técnicos similares sin importar la zona geógrafica donde se oferta ni el gobierno de turno. Es simple justicia social.  

 

Foto de Felicia Buitenwerf en Unsplash

DESPERTAR LA VOCACIÓN DOCENTE

lunes, 13 de junio de 2022

Despertar la vocación por la docencia en un alumno queda lejos de ser uno de mis objetivos vitales o profesionales. Aún así, no puedo evitar sentir emoción y orgullo porque un estudiante decida adentrarse en el mundo de la enseñanza tanto por estas líneas desde las que reflexiono con frecuencia como por su experiencia en mis clases. 

 

Hablo de despertar su vocación por la enseñanza porque, en muchos casos, personas que dirigen su formación académica a otras profesiones han terminado avivando una vocación dormida en forma de profesor o maestro. Una vocación que no te hace ni mejor ni peor profesional pero que si añade un valor añadido a tu existencia pese a los sinsabores que la política educativa o la sociedad, a través de los medios de comunicación o ciertas familias, provocan en nuestro ejercicio docente. 

 

despertar la vocación docente


Es innegable que la vocación conlleva creatividad. Una creatividad, o esa innovación que ahora tanto se proclama, que va ligada a una forma de entender la vida profesional; no como salvadores de vidas pero sí como un modo de trascendencer que impulsa un trabajo diario en el que ocupamos gran parte de nuestra existencia. Citando a Pedro Laín Entralgo:  “¿Qué espera el creador por vocación?. La verdad es que no se contenta sólo con que su obra personal «sea»; pretende también que esa obra suya «siga siendo»; en último extremo, que «sea siempre»”. Porque creamos con la confianza de mejorar el aprendizaje, con los aciertos y los errores que conlleva esa reforma permanente que busca mejorar competencias y alimentar la curiosidad del estudiante. Un aprendizaje constante y relevante que también debiera ser la norma de todo docente.


No quito valor alguno al sueldo ni unas condiciones laborales que permitan llevar a cabo una tarea profesional compleja y en desprestigio creciente que tiene la facultad de elevar o estancar vidas gracias o pese a nosotros los docentes. Una vocación que se extingue a menudo con los años como una pavesa balanceada por esa rutina impostada o que resulta atizada, pese al paso del tiempo, por la materia prima que cada año se renueva en las aulas: los alumnos. Unos alumnos que no te permiten aburrirte, que te escuchan en mayor o menor medida, que te complican esa enseñanza que sueñas lograr en un aula donde la disrupción ojalá sea solo una anécdota. 

 

Sin embargo, la satisfacción personal, seas o no docente vocacional, llega cuando ese chaval retoma el rumbo de su vida, sortea un bache personal o enciende esa lucecita fundida que le abocaba a un futuro gris y anodino. Luego discutiremos si hace falta mayor o menor exigencia en cada etapa educativa; si se puede o no repetir el curso; si quitamos o condensamos contenidos; pero con la mente puesta en los que más ayuda necesitan. Los discursos de la exigencia y los futuros nobeles quedan muy bien en los paraninfos, pero aquellos que tienen éxito académico aprenden pronto a navegar por su cuenta (también pese a nosotros); sin embargo, la escuela debe priorizar y dar aliento a los que por determinadas circunstancias siguen sin encontrar su propio rumbo o acaban embarrancados por falta de aparejo. 

 

Reflexionar, ahora que acaba el curso, sobre la propia carrera profesional, es un buen ejercicio para reencontrarse con esos motivos más trascendentales y menos mundanos que casi todos hemos tenido en algún momento de nuestra vida laboral como docentes. Los conflictos profesionales, la desmotivación personal, las tensiones en el aula, las rutinas escolares... no las podemos evitar; pero a cambio sí podemos reconocer y recordar que cada curso que finaliza tenemos más de un alumno o alumna agradecido por nuestro interés, trato y educación ofrecida. 

 

Estimado S. R.: espero que perserveres en tu objetivo profesional y disfrutes esa futura docencia con el amor y cuidado que se merece y la distingue.

 

Foto de Tristan Colangelo en Unsplash

RECURSOS Y OPCIONES AL FINALIZAR UN CICLO FORMATIVO

jueves, 9 de junio de 2022

En esta fechas ya son miles los estudiantes de FP que se titulan como técnicos o técnicos superiores. ¿Y ahora qué? Quienes hayan tenido la fortuna, y el mérito, de ser contratados por la empresa donde han realizado la FCT (las prácticas formativas) ya están encaminando un futuro profesional donde la experiencia laboral es siempre un valor relevante en cualquier currículum. Luego habrá quien esté pensando en continuar estudiando o quien comience a buscar empleo en su sector profesional.

 

OPCIONES FINALIZAR FP

Si has terminado un ciclo formativo de grado medio y quieres seguir estudiando, la opción principal es cursar otro ciclo formativo de grado superior de la misma familia profesional (ver catálogo de títulos). Aún así, hay quien decide cambiar de sector y redirige su formación profesional. Todo dependerá también de las notas de acceso y la prioridad que establece la administración educativa a los distintos técnicos o a los titulados en bachillerato o equivalentes. Investigar las opciones disponibles, valorar la empleabilidad de cada título en tu zona geográfica y visitar los centros educativos que ofertan ciclos es imprescindible para acertar en la elección.

 

Si has finalizado un ciclo formativo de grado superior también puedes acceder directamente a un grado universitario, debiendo presentarte a la EBAU si quieres mejorar la nota de admisión. Cada universidad y comunidad autónoma tiene su normativa y fechas propias (ver ejemplo para técnicos superiores en la Universitat de València). Acertar con los estudios universitarios es complicado con el amplio abanico que hay en la actualidad. Este cuestionario diseñado por Educaweb y basado en el Programa de Orientación Profesional Autoaplicado (POPA) te puede ayudar a orientarte académicamente. 

 

Hay quien opta por realizar otro ciclo formativo de grado superior de la misma familia profesional con el que puede tener módulos convalidados y obtener una segunda titulación en un solo curso académico. Aún así, conviene barajar otras opciones que puedan conllevar un valor añadido distinto, más allá de otro título de la misma rama: capacitarse en más de una lengua extranjera, adquirir competencias digitales específicas, formarse y trabajar en otro país, etc. Aprovechar el verano o los meses posteriores a la obtención de tu título para viajar y trabajar en el extranjero es una manera magnífica de ampliar tus posibilidades y crecer personalmente: en la red EURES hay miles de vacantes disponibles que puedes filtrar por idiomas, países, profesión... Incluso puedes contemplar una experiencia de voluntariado internacional a través del Portal Europeo de la Juventud en una organización acreditada.


Luego tenemos becas o programas que permiten seguir adquiriendo experiencia. Los programas de Garantía Juvenil tienen acciones para la formación, empleo o becas que se ofertan en las distintas comunidades autónomas. Tan solo hay que estar atento a las fechas de las convocatorias e inscribirse como solicitante por internet a través del SEPE. En los ayuntamientos también hay oportunidades para contratos temporales o de formación dirigidos a jóvenes sin experiencia; para ello debes acceder al apartado de empleo o juventud en la web de tu ayuntamiento. 

 

También está la opción del empleo público. En las consejerías de empleo de cada comunidad autónoma se publican o puedes registrarte para recibir y conocer las convocatorias vigentes para bolsas de trabajo (interinos) u otras ofertas públicas de empleo para ser funcionario. Necesitas mucha constancia y estar alerta a las fechas publicadas.

 

Sin duda, si has decidido buscar trabajo, debes utilizar LinkedIn como fuente de futuros contactos profesionales, conocer ofertas de empleo de empresas relacionadas con tu sector profesional y como medio de dar a conocer tu disposición a trabajar como titulado en Formación Profesional. Para ello será imprescindible que configures una cuenta personal y les saques el máximo provecho. Aquí te dejo una guía detallada con muchos consejos para crear y mejorar tu perfil en LinkedIn. Aprovecha también para revisar tus otras redes sociales y cuidar esa identidad digital a menudo desatendida: multitud de recursos al respecto en esta página de la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI).


No olvides tampoco dar la vara al responsable de la FCT de tu centro educativo o inscribirte en la bolsa de empleo de tu escuela de FP. Es habitual que en los centros nos lleguen ofertas a lo largo del año para jóvenes titulados con y sin experiencia. Tampoco dudes en solicitar ayuda a tu docente de FOL que seguro puede ayudarte a mejorar tu CV o darte a conocer oportunidades de empleo en tu localidad; se valora más el módulo de FOL cuando se finalizan los estudios y necesitas herramientas y conocimientos para enfrentarte a un complejo mercado laboral en las mejores condiciones posibles. En esta web de la Asociación Nacional de Profesorado de FOL (ANPROFOL) puedes visitar y recuperar contenidos relacionados con este módulo esencial.

 

Las posiblidades cuando finalizas un ciclo formativo son múltiples; no hay que cerrarse puertas ni desdeñar opciones que parezcan díficiles de alcanzar. En muchas ocasiones la constancia en el objetivo deseado y las ganas de emprender un itinerario profesional y académico determinado son claves para el éxito personal. No pretender una carrera fulgurante, perserverar, trabajar desde la escucha y con un ánimo permanente por aprender, ser honesto y fiel contigo mismo y con los empleadores, son atributos infalibles en esa larga carrera profesional que estás comenzando. Y si hace falta desandar el camino o modificar la ruta; siempre estás a tiempo. 


Posdata (actualización 13/06/2022):  Otra opción al finalizar un ciclo formativo de grado medio o superior es realizar uno de los cursos de especialización establecidos en algunas familias profesionales que tratan de responder a las innovaciones que se producen en el sistema productivo o a demandas emergentes en el mercado laboral. Suelen tener una duración de dos o tres trimestres y su oferta se reduce actualmente a unos pocos centros públicos de FP.

 

Foto de Nadine Shaabana en Unsplash

CÓMO ELEGIR CENTRO Y ESTUDIOS DE FP

lunes, 6 de junio de 2022

Ahora que abunda la oferta formativa de centros de Formación Profesional, tanto públicos, como concertados y privados, es importante tener ciertos criterios para atinar en tu selección. Evidentemente, antes debemos acertar en la elección del ciclo formativo a estudiar. El catálogo es enorme y sigue creciendo con las nuevas titulaciones que se adaptan a la nueva economía y a sectores en crecimiento. Además de todofp.es cada comunidad autónoma ofrece sus propias webs de orientación académica, pero un buen tutor u orientador/a es tal vez la clave para acertar entre las opciones que ofrece la FP. 

 

No decantarse solo por lo más demandado ni dejarse deslumbrar por cuestiones secundarias, es parte de esa tarea de selección que a menudo se ve limitada por las plazas ofertadas, la nota de acceso o el coste económico. La empleabilidad de los títulos es un aspecto relevante, así como las condiciones laborales del sector profesional al cual te diriges. Aún así, todo ello se compensa a menudo con la vocación profesional y las ganas que uno tiene de dedicar su vida laboral a un oficio determinado. Hacer el ciclo formativo a nivel presencial o a distancia también depende mucho de la situación personal: la presencialidad siempre aporta mayores beneficios a alumnado de menor edad o con poca constancia en los estudios; así como socializas con otros estudiantes y el profesorado, algo relevante en un entorno de trabajo. Sin embargo, las obligaciones familiares y/o laborales pueden exigir cursar un ciclo a través de una plataforma online que ofrece mayor flexibilidad horaria.


Para elegir centro educativo de FP es importante realizar una selección en base tanto a criterios personales como contrastada con antiguos estudiantes u otros profesores y orientadores que conozcan de primera mano los centros. Conocer a su profesorado es seguramente la mejor garantía de acertar con la elección. Las instalaciones, los dispositivos tecnológicos, los talleres... tienen su importancia, pero acceder a un centro con docentes de experiencia contrastada, implicados, exigentes y preocupados por tu crecimiento personal y profesional es el mayor activo de una escuela de Formación Profesional que valora también los aspectos humanos además de los asuntos técnicos. 


Pagar por aprobar nunca ha sido un buen negocio a largo plazo. Elegir un centro donde vas a aprender, que además ofrezca ciertos servicios añadidos relevantes para fortalecer tu empleabilidad, es una tarea compleja que requiere mucha investigación previa, preguntar y no dejarse únicamente guiar por reseñas o likes en las redes sociales. Visita el centro físicamente, pregunta a sus empleados, respira su ambiente, y vuelve a visitarlo para tratar de captar su esencia. Las sensaciones a primera vista a veces engañan, pero otras no. No te quedes únicamente con la información de un folleto, unas presentación o una página web. Valora tus opciones teniendo en cuenta todas las variables posibles y disfruta de un ciclo formativo de grado medio o superior que puede abrirte nuevas puertas académicas y laborales. 

 

 

elegir centro de FP

¿SE MORIRÁ DE ÉXITO LA FP?

miércoles, 1 de junio de 2022

se morirá de éxito la fp
 

El número de estudiantes que cursa Formación Profesional crece a un ritmo vertiginoso. ¡Quién nos lo iba a decir hace una década! El alumnado matriculado en enseñanzas de FP ha subido un 28,7% en cinco años. La moda efepera, por fortuna para los que trabajamos en esta etapa educativa, no parece tener fin; más aún con los más de 1200 millones que el Ministerio de Educación y FP invertirá en la FP para, entre otras cosas, ampliar plazas. Pero ojo con la letra pequeña y con las partidas que realmente cada comunidad autónoma dedicará a las aulas de FP y a la preparación del profesorado. Para la modernización de la FP nos tocarán, de esos 1200 millones, solo 393 millones de euros: de los cuales se nos van 179 millones a la acreditación de competencias, 103 millones a nuevas plazas de FP, 89 millones a plazas bilingües, 13 millones a espacios de tecnología aplicada y alrededor de 6 millones a aulas de emprendimiento. 

 

Observamos que de los 1200 millones seguramente algunos no disfrutaremos mejora real alguna, a no ser que nos toque la pedrea que permita convertir algún aula en espacio de tecnología avanzada o en un lugar de emprendimiento empresarial. Es evidente que el afan por el bilingüismo y los nuevos títulos adaptados a las demandas actuales y futuras del sistema productivo abarcarán gran parte de estas inversiones; presupuestos que no parecen poner el acento en el eje de la FP: el profesorado. Sin embargo, como es habitual, la política educativa de cada comunidad autónoma marcará las diferencias y pondrá sobre la mesa otras prioridades.


La FP puede morir de éxito si al final logramos persuadir a la inmensa mayoría de los cientos de miles de estudiantes que cada año abandonan sus estudios de educación secundaria obligatoria (ya rondamos el 40% en las tasas brutas de escolarización: relación entre el total de alumnado de cualquier edad de la enseñanza considerada y la población del grupo de edad teórica que cursar dicha enseñanza) pero no rediseñamos la estructura formativa actual, favorecemos una nueva organización de los centros educativos e impulsamos la actualización y contratación del profesorado. 

 

Los retos que afronta este profesorado son crecientes y complejos, tal y como se afirma desde el Observatorio de la Formación Profesional en España en su "Informe 2021: La FP como clave de desarrollo y sostenibilidad", que pone el acento en: "formación en competencias, nuevas metodologías e innovación digital, itinerarios multidisciplinares, prevalencia de la práctica sobre la teoría, interconexión con la empresa, fomento de la competitividad, la formación para un desarrollo sostenible a favor de la viabilidad de la economía y una sociedad justa, la formación de personas con bajo nivel educativo, formación para apoyar a las transiciones digital y verde, el upskilling y reskilling que tengan en cuenta las transformaciones de los sectores productivos, etc." Mucho por hacer además de dar clase y renovar unos módulos que debieran ser actualizados con mayor periodicidad. 


Si el número de plazas aumenta sin tener en cuenta las necesidades de las plazas actuales corremos el riesgo de devaluar la FP que ahora ofrecemos. También es necesario ahondar en la diversificación de las titulaciones pero ofreciendo plazas suficientes en aquellos ciclos con más demanda tanto por parte de los estudiantes como de las empresas. Pero todo ello solo se conseguirá si disponemos de una fuerza docente preparada, actualizada y con los recursos necesarios para ofrecer una formación exigente y adecuada a los perfiles que demanda el mercado de trabajo. Inundar el mercado formativo de títulos de dudosa valía, certificados semiregalados bajo pago, oferta formativa de centros sin control alguno (laboral y/o académico) o una formación a distancia con una regulación laxa, puede ser otro motivo más para esa expiración fatal. 

 

No podemos perder de vista el modelo de la FP de las últimas décadas. Los profesionales docentes que nos han precedido han sido un ejemplo de dedicación y adaptación a tiempos con una mayor precariedad laboral junto al desafío que supuso pasar a ofertar ciclos formativos a partir de la LOGSE de 1990. En el siguiente artículo lo cuenta a la perfección Manuel Llaca, autor de ParcelaDigital, un blog dedicado a la historia de la informática donde relata su paso por la FP I y FP II. Una época con menores recursos que se compensaba con esos atributos ahora tan estimados: compañerismo e implicación y mucho más hacer que decir. 


Por el lado de los centros educativo será necesaria una reordenación académica que permita al profesorado dedicar horas de trabajo a proyectos en contacto con el mundo profesional, la digitalización de su sector laboral o la internacionalización, además de la adquisición de competencias didácticas y el desarrollo de la investigación educativa. Pretender cambiar el sistema de FP y modernizarlo sin tener en cuenta esas necesidades, a nivel de horarios, actualización y formación de equipos de trabajo, solo puede terminar siendo visto como una losa por los docentes. Es imprescindible que la autonomía de los centros redunde en una flexiblidad con respecto a los módulos y el equipo de profesores, donde todos seamos copartícipes de esta modernización que debe afrontarse desde las organizaciones tanto a nivel vertical como horizontal.

 

La motivación intrínseca siempre ha sido un factor imprescindible para ofrecer calidad; pero reorganizar, adaptar, evaluar, corregir, impulsar, dotar de recursos y planificar a las personas y los equipos de trabajo, es una responsabilidad aún mayor y estratégica para la evolución de la FP. 

 

Foto de Phil S en Unsplash
Con la tecnología de Blogger.

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