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NUEVO LIBRO: "DISEÑA TU PROYECTO INTERMODULAR"

lunes, 9 de junio de 2025

 

DISEÑA TU PROYECTO INTERMODULAR FP

 

De cara al próximo curso 2025-2026 los nuevos módulos que incorpora el renovado sistema de Formación Profesional ya se habrán implantado en todos los ciclos formativos de grado básico, medio y superior a lo largo y ancho del país. Entre estos nuevos módulos se encuentra el denominado "Proyecto intermodular", que viene a sustituir el "Proyecto fin de ciclo" pero con un sentido ciertamente distinto. Sin embargo, no todas las comunidades autónomas, lo han enfocado del mismo modo ni le han dado la misma distribución horaria y carga lectiva. Además, las orientaciones metodológicas para programar este módulo son escasas, tanto a nivel normativo como desde las distintas consejerías de educación. 

 

Por todo ello, en las últimas semanas he publicado un nuevo libro que recoge todas estas preocupaciones y la falta de recursos con los que el profesorado de FP se encuentra a la hora de diseñar los proyectos o retos a los que alude la nueva Formación Profesional y que nos propone unas metodologías activas y una evaluación formativa transformadoras. En esta publicación se desarrollan ocho capítulos que abarcan diferentes aspectos que pretender facilitar la programación y desarrollo del "Proyecto intermodular":


1. ¿Qué establece la normativa sobre el módulo “Proyecto Intermodular”?
2. Cómo empezar a trabajar el módulo desde el primer momento.
3. Claves para diseñar proyectos intermodulares motivadores y relevantes.
4. Proyectos intermodulares con sentido: conectando la Sostenibilidad y la Digitalización.
5. El uso de la inteligencia artificial en los proyectos de FP.
6. Inspiración docente: buenas prácticas en proyectos intermodulares.
7. Oportunidades que nos ofrecen los proyectos intermodulares.
8. Conclusiones de un trabajo intermodular. 


Este nuevo libro, titulado: "Diseña tu proyecto intermodular", sugiere más de setenta y cinco recursos, incluyendo el magnífico trabajo que vienen haciendo desde hace tiempo otros docentes de FP,  que pueden ser útiles para el profesorado responsable de la implementación de este módulo en cada uno de los ciclos formativos. El sentido de este módulo pasa tanto por un trabajo colaborativo de los docentes de cada titulación como por un diseño de retos o proyectos donde el alumnado trabaje aquellos resultados de aprendizaje y competencias que, de un modo lo más cercano a la realidad posible, consideremos que aportan valor a los estudiantes de FP. 

 

Espero que os resulte también útil este nuevo libro, que puede adquirirse tanto en papel como en formato digital a través de la plataforma Amazon.  Gracias de antemano por el interés y espero vuestros comentarios y reseñas en este espacio o a través de la aplicación de Amazon. Así como, os animo a publicar y compartir con detalle (en blogs, webs personales o del centro educativo, LinkedIn, etc.) aquellos retos o proyecto intermodulares puestos en marcha o en proceso. ¡Hay mucho talento oculto por descubrir entre el profesorado de FP! 

 

LA NECESIDAD EN FP DE UN TRABAJO INTERMODULAR Y EN EQUIPO

jueves, 29 de mayo de 2025

 

proyecto intermodular equipos FP

 

Al hilo de unos materiales que estoy creando con destino al nuevo módulo de FP del "Proyecto Intermodular", van surgiendo retos y oportunidades a la hora de programarlo y ponerlo en marcha. Entiendo que el espíritu de la nueva ley quiere encauzarnos hacia un trabajo en equipo y colaborativo tanto entre docentes como entre el alumnado. Sobre el papel todo siempre parece más sencillo hasta que nos topamos con la realidad: escasez de cultura colaborativa entre el profesorado, perfiles académicos similares pero acostumbrados a hacer y deshacer a nuestro antojo, y falta de recursos personales (actitud, talante, humildad, flexibilidad, etc.) o técnicos que nos faciliten un trabajo en equipo más allá de buscar imponer nuestras ideas y ocurrencias del momento.

 

Los que venimos de esa educación magistral donde las dinámicas de trabajo en equipo no abundaban o la competitividad era incluso un valor deseable entre colegas, hemos sobrevivido entre algodones en este modelo educativo donde los apuntes propios, un libro de texto y unos exámenes puestos a discreción del docente, evitaban conflictos más allá de las encuestas de valoración del alumnado o el criterio de la jefatura del departamento. Por suerte, también recibimos otros valores o cualidades que a muchos nos han servido para capear la incertidumbre y esas inercias que ralentizan el progreso del sistema educativo. Ahora lo llaman resiliencia. Hay incluso quienes se tatúan esta palabra como recordatorio de su necesidad de aguante. Sin embargo, no creo que solo se trate de aguantar el chaparrón sino, más bien, aprender a trabajar en equipo y disfrutar de las ventajas de una colaboración donde más que sabelotodos o pedantes hacen faltan otras cualidades para instalarse en el confort que necesitamos para trabajar a gusto. 


Evidentemente, al igual que ocurre con los estudiantes, en los equipos de trabajo sufrimos y disfrutamos de distintos perfiles. Podemos pasar desapercibidos, para así sortear los conflictos; destacar para llevar la iniciativa de algún modo; o bloquear acuerdos con el fin de que todo siga igual y nadie mejore o sobresalga en su centro o departamento. No hace falta ser psicólogo para conocer cómo funcionan las dinámicas en ciertos grupos de trabajo. Quizás, además del teambuilding, coaching y demás anglicismos de moda, nos falta tiempo para ese trabajo codo con codo donde no solo compartamos archivos sino también conversaciones fructíferas y estériles donde además de arreglar la formación profesional tratemos de buscar soluciones y aportar ideas innovadoras pero sensatas para los recursos que disponemos. Y, sin duda alguna, escuchar sin monopolizar discursos y pareceres. 

 

La teoría que afirma que la suma de los trabajos individuales no es la forma adecuada para trabajar en equipo, es de sobra conocida. Escuchar, ceder y argumentar, siempre que haya un planteamiento previo que desee mejorar los aprendizajes del alumnado, es necesario en cualquier equipo de trabajo. Tal vez es hora de priorizar otra forma de funcionar. Si buscamos fomentar y hacer crecer otra cultura organizacional, podemos poner en marcha las siguientes acciones:


1. Cambiar la mentalidad individualista: aceptar que la mejora del aprendizaje del alumnado es un objetivo común y dejar de ver el aula como una “isla”; comprender que el aula es parte de un ecosistema educativo más amplio.

2. Crear espacios reales de colaboración: reuniones pedagógicas con sentido y bien planificadas, con objetivos concretos, centradas en la mejora; grupos de trabajo y comunidades de práctica donde se compartan experiencias, materiales y reflexiones; codocencia y observación entre iguales: prácticas como entrar a clases de compañeros o coimpulsar proyectos con la participación activa de los líderes formales e informales de los centros educativos.

3. Compartir herramientas y recursos:

- Uso compartido de materiales didácticos, rúbricas, proyectos ABP/ApS, retos, etc.

- Documentación común (por ejemplo, mediante plataformas digitales tipo Drive, Moodle o Teams).

4. Establecer objetivos y proyectos comunes:

- Diseñar "proyectos intermodulares" o transversales que impliquen la cooperación de varios docentes.

- Trabajar juntos en proyectos de innovación, planes de mejora, inclusión o digitalización.

 

5. Desarrollar habilidades socioemocionales: escucha activa, empatía, asertividad y resolución de conflictos: formación específica en "comunicación interpersonal", especialmente en contextos con tensión o diversidad de opiniones.

6. Contar con liderazgo que lo promueva: equipos directivos que creen cultura de colaboración, distribuyan responsabilidades y fomenten la confianza. Coordinadores que articulen y acompañen los procesos colaborativos.

7. Formarse en metodologías colaborativas:
- Formación docente sobre "trabajo en red", equipos docentes colaborativos, comunidades profesionales de aprendizaje. etc.
- Conocer experiencias de otros centros que han logrado buenas prácticas en trabajo colaborativo.

8. Empezar por lo pequeño y crecer: compartir una clase, una actividad, una rúbrica, una duda... y poco a poco consolidar el hábito de "aprender juntos". 

 

Sabemos que esto no se arregla con un taller puntual para resolver un acertijo con otros compañeros; y que la intermodularidad ha venido a instalarse entre nosotros con el fin de aportar nuevas formas de trabajo y aprendizaje donde las competencias personales y las habilidades sociales son una parte destacada y deseada de una nueva FP que nos abruma con exigencias a pesar del estrés que sufren los que desean hacer bien su trabajo. 

Vivimos tiempos con muy distintos planteamientos personales e intergeneracionales, así como con prioridades vitales diferentes, junto a una aceleración tecnológica agotadora y una juventud que precisa de nuestro acompañamiento más allá de las redes sociales o los espacios virtuales donde habitan la mayor parte del tiempo. El trabajo en equipo, sin desdeñar los esfuerzos y la reflexión individuales, nos conviene favorecerlo en un mundo que parece abocado a la compañía permanente de asistentes artificiales que nos harán creer autosuficientes. Es fácil decirlo.

 

Foto de Donald Giannatti en Unsplash

EL NUEVO MÓDULO DEL PROYECTO INTERMODULAR

sábado, 31 de agosto de 2024

 


Este curso 2024-2025 comienza a implantarse de manera obligatoria el nuevo sistema de Formación Profesional. Entre uno de los cambios y novedades que se producen en la FP está la introducción de nuevos módulos. Este el caso del módulo troncal "Proyecto intermodular" tanto en los ciclos formativos de grado básico, medio y superior. Un módulo sobre el que existen muchas dudas ante la falta de concreción o (in)formación al respecto. Veamos qué implica este módulo para todos aquellos a los que les corresponda su docencia, sujeta también a las variaciones o enfoque que cada comunidad autónoma ha efectuado. 

 

Si nos atenemos a lo que marca la Ley Orgánica 3/2022 de ordenación e integración de la Formación Profesional, en su artículo 41 señala:

 

El proyecto intermodular tendrá carácter integrador de los conocimientos incorporados en los módulos profesionales que configuran el ciclo formativo, con especial atención a los elementos de búsqueda de información, innovación, investigación aplicada y emprendimiento, vinculados a los resultados de aprendizaje de aquél. Existirá un seguimiento y tutorización individual y colectiva del proyecto, que se desarrollará de forma simultánea al resto de los módulos profesionales a lo largo de la duración del ciclo formativo.

 

Si desgranamos este párrafo, debiéramos centrar la programación de este módulo en cuatro aspectos clave relacionados con los resultados de aprendizaje (RA) de cada ciclo:

 

  1. La búsqueda de información
  2. La innovación
  3. La investigación aplicada
  4. El emprendimiento

 

DISEÑA TU PROYECTO INTERMODULAR 

 

 

Es decir, desde este módulo, tenemos la oportunidad de capacitar a nuestros estudiantes en todas aquellas competencias que pueden necesitar profesionalmente a la hora de investigar o innovar con criterio, ya sea como empleado o como trabajador por cuenta propia. Estamos hablando de un módulo que debiera tener una carga horaria de al menos una hora semanal en cada curso de los ciclos, a pesar de que no todas las comunidades autónomas lo hayan contemplado así, que pueden ser aumentadas:

 

En el caso de los ciclos formativos de grado medio y superior, el proyecto intermodular podrá tener carácter anual o bienal, con una duración mínima de 25 horas en cada curso y deberá defenderse ante el equipo docente, al que, en su caso, podrá incorporarse el tutor o tutora de empresa.

 

En el anterior párrafo se señala la opción de configurar anual o bianualmente la duración de este proyecto, así como exige su defensa ante el equipo docente (se entiende que de su curso y ciclo). Intuyo que este módulo es una incorporación del trabajo que lleva haciéndose desde hace años en el País Vasco, donde la incorporación de proyectos y retos (modelo Ethazi) ha llegado a plantear los ciclos formativos desde un trabajo íntegramente a través de retos intermodulares y considerando tanto las competencias técnicas y transversales como las necesidades especificas de su entorno. Por ello, tal vez la inclusión de este otro párrafo en el artículo 41:

 

No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, todo el currículo podrá organizarse en proyectos intermodulares, a través de diferentes metodologías, por decisión del equipo docente, respetando siempre todos los resultados de aprendizaje incluidos en el ciclo formativo.

 

Por ello, plantearse qué podemos hacer con una, dos o tres horas a la semana, a nivel intermodular, requiere un trabajo coordinado que no puede hacerse únicamente desde el profesor/a responsable del módulo. Se entiende que debe haber una programación previa donde al menos se diseñe un reto anual incorporando los distintos RA del resto de módulos y contemplando una presentación de los resultados finales del proyecto/s llevados a cabo ya sea al final de cada curso o solo al final del ciclo. 

 

Todo esto conlleva un conocimiento de las distintas metodologías activas basadas en el aprendizaje colaborativo mediante equipos de trabajo, haciendo uso de nuevas herramientas de evaluación e investigando sobre las necesidades que nuestro entorno productivo puede precisar. Para esto último, además del banco de retos que ofrecen desde la página de Tknika o en esta web personal con recursos sobre ABP en FP, podemos hacer uso de la inteligencia artificial para una primera lluvia de ideas a través de prompts con la ayuda de algún GPT como los de Juan José Haro

 

En cualquier caso y pese a las discrepancias que pueda haber entre comunidades autónomas o centros educativos a la hora de enfocar este módulo, entiendo que el propósito principal es favorecer el trabajo en equipo del profesorado de un modo formal. Probablemente esto no supondrá problema alguno en aquellos claustros habituados a este tipo de proyectos o retos; ahora, pese a las discrepancias habituales o la distinta implicación del profesorado, queda regulada su idoneidad a través de un módulo específico donde todos debemos colaborar de uno u otro modo: aportando criterios de evaluación para desarrollar los RA convenidos, evaluando los proyectos y al alumnado, proponiendo nuevos retos, etc. 

 

Respecto a la evaluación de este módulo, a diferencia del Proyecto Fin de Ciclo existente en los ciclos de grado superior, en principio (según cada comunidad autónoma) se hará una evaluación final de los proyectos al finalizar el segundo curso teniendo en cuenta la calificación del primer curso. Podemos tener en cuenta tanto la defensa realizada ante el equipo docente como los distintos instrumentos de evaluación que considere cada departamento. Otra buena oportunidad para seguir desarrollando la evaluación formativa.

 

Volviendo a los cuatro aspectos clave que considero útiles para ser trabajado a través del modulo del proyecto intermodular, además de los proyectos o retos colaborativos que se programen durante cada curso, propongo los siguientes contenidos y sus respectivos objetivos de aprendizaje que podemos trabajar en el aula (explicaciones, tareas, actividades, lecturas, etc.) durante el horario contemplado para los proyectos (al menos durante las primeras semanas del curso):


  • Ética académica y profesional. Enseñar a los estudiantes los principios éticos fundamentales que deben guiar la investigación, como la honestidad en la recopilación y presentación de datos, la transparencia y la objetividad. Educar sobre la importancia de respetar la propiedad intelectual y las normativas relacionadas con las citas bibliográficas, patentes, derechos de autor y licencias.
  • Fuentes de información. Fomentar habilidades de pensamiento crítico para evaluar fuentes de información, metodologías de investigación y resultados, asegurando que los alumnos puedan distinguir entre fuentes fiables y no fiables. Aprender a hacer búsquedas eficaces y apropiadas con ayuda de buscadores en Internet, fuentes bibliográficas, inteligencia artificial, etc.
  • Trabajo colaborativo en la nube. Aprender a manejar de manera avanzada las distintas herramientas y opciones que ofrecen las aplicaciones que permiten el trabajo colaborativo en la nube (Google Workspace, Office 365, iCloud, etc.) Gestionar las carpetas y archivos personales o compartidos de un modo eficiente y seguro. 
  • Comunicación oral. Mejorar la claridad, fluidez y coherencia en la expresión oral, asegurando que los estudiantes puedan comunicar sus ideas de manera efectiva. Ayudar a los estudiantes a ganar confianza al hablar frente a grupos, reduciendo el miedo escénico y mejorando la presencia escénica. Enseñar la importancia del lenguaje corporal y cómo usarlo para reforzar el mensaje verbal, manteniendo contacto visual y usando gestos apropiados.
  • Creatividad. Estimular la capacidad de generar múltiples ideas y soluciones para un problema, promoviendo la exploración de diversas perspectivas. Enseñar técnicas de resolución de problemas que integren el pensamiento creativo, como el brainstorming o el pensamiento lateral. Desarrollar habilidades para colaborar creativamente con otros, aprovechando la diversidad de ideas y enfoques dentro de un grupo.

 

Crear materiales con estos u otros objetivos (a concretar por los equipos de profesorado) y compartirlos públicamente sería una magnífica oportunidad para desarrollar un módulo que va a requerir de mucha reflexión, consenso y creatividad docente. Además de una necesaria formación y cierto cambio en la mentalidad de trabajo. ¡Ánimo con la tarea!

Foto de Markus Winkler en Unsplash



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