ENFOQUE Y RECURSOS DEL MÓDULO "SOSTENIBILIDAD APLICADA AL SISTEMA PRODUCTIVO"

domingo, 24 de noviembre de 2024

 

nuevo módulo sostenibilidad aplicada al sector productivo

El módulo de "Sostenibilidad aplicada al sistema productivo", incluido transversalmente en todos los ciclos formativos de grado medio y superior del nuevo sistema de FP, puede adquirir mayor sentido (debido a la escasa carga lectiva que dispone) si se programa teniendo en cuenta el currículo del resto de módulos, así como buscando su integración junto al módulo de "Digitalización aplicada a los sectores productivos" y al novedoso "Proyecto Intermodular". La experiencia nos aconseja disponer de un tiempo mínimo de trabajo semanal si no queremos quedarnos en la superficie de los objetivos propuestos en este o en cualquier otro módulo formativo, además de interrelacionarlos para darles sentido.

 

Una sola hora lectiva semanal que se establece en la práctica totalidad de los ciclos configurados en las CCAA, ya sea en primero o en segundo curso, no parece suficiente para un currículo básico muy exigente. Quizás, plantear este módulo de un modo teórico y únicamente a través de un libro de texto, no parece lo más adecuado; aproximarse a los conceptos que rodean a la sostenibilidad puede hacerse de un modo transversal aprovechando esa adaptación exigida a cada ciclo y buscando relacionar las competencias específicas que el sector precisa junto a los resultados de aprendizaje que demanda este nuevo módulo. Partir de un reto o un proyecto intermodular (aquí una plantilla descargable para su diseño) es una buena alternativa para darle un sentido práctico a los tres nuevos módulos de la formación profesional relacionados con la sostenibilidad, la digitalización y las competencias clave de cada título (especialmente la información, la innovación, la investigación aplicada y el emprendimiento). Comenzar a idear este tipo de proyectos si hacemos uso de buenos materiales o nos dejamos guiar por las propuestas de la inteligencia artificial generativa nos va a facilitar mucho esta tarea.


Este planteamiento requiere un trabajo riguroso del equipo docente a través de una investigación previa y una programación realista que acerque los contenidos y las experiencias reales de aquellas empresas que han adaptado un enfoque sostenible a sus actividades productivas o de servicios. Muchas personas huyen del concepto "sostenible" como una moda o un ecopostureo impuesto por las altas esferas; cada vez es más complicado acercarse a un término que algunos entienden solo como un freno al desarrollo; sin advertir las muchas implicaciones del mismo en cualquier entorno empresarial: responsabilidad social corporativa (RSC), transparencia, gestión de calidad, códigos éticos o de conducta, derechos humanos, igualdad, conciliación laboral, empleabilidad, prevención de riesgos, impacto social en la comunidad, gestión ambiental, biodiversidad, economía circular, cambio climático, etc. 

 

A nivel de currículo oficial, el anexo VIII del RD 659/2023, por el que se desarrolla la ordenación del Sistema de Formación Profesional, nos señala los distintos resultados de aprendizaje (RA) y criterios de evaluación (CE) de este nuevo módulo. Podemos ver que el currículo básico de este módulo profesional sobre sostenibilidad se ha diseñado en torno a los criterios ASG y los ODS de la popular Agenda 2030 (¡qué poco queda!). Las siglas de ASG se corresponden con los conceptos ambiental, social y de gobierno corporativo (ESG, en inglés) . Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son los pilares del marco de trabajo de la sostenibilidad que inciden en el clima, la igualdad, el trabajo, la salud, la innovación, el consumo, etc.

 

No es mi intención desarrollar los seis RA de este nuevo módulo, pero sí podemos resumir que su currículo nos impele a desarrollar unos marcos de actuación concretos (ASG, ODS y los Diez principios del Pacto Mundial de la ONU); analizar los riesgos ambientales y sociales junto a las posibles medidas preventivas o correctoras; cómo aplicar los criterios de sostenibilidad y tener en cuenta la economía circular a nivel profesional; y diseñar un plan de sostenibilidad a nivel de empresa. Para todo ello podemos comenzar a estudiar los materiales disponibles y específicos sobre esta materia que a continuación detallo:


  • Dos volúmenes editados por la Fundación Naturgy con una extensísima información actualizada y específica para el módulo de "Sostenibilidad aplicada al sistema productivo". Recomendable el capítulo 3 del primer volumen: "Aplicación de criterios de sostenibilidad en la actividad profesional y en el entorno personal" con ejemplos de buenas prácticas para cada familia profesional. 
  • El programa de formación Zinkers de Repsol también ha diseñado una guía con materiales, actividades y retos específicos para el módulo. Requiere registro. Puede ser una alternativa de autoformación.
  • El proyecto TWIN 4.0, como indica en su web, "se centra en la creación de un paquete de formación integral destinado a dotar a los empleados y directivos actuales y potenciales (estudiantes de FP, aprendices, etc.) de las PYME manufactureras de los conocimientos y habilidades necesarios para permitir una transición digital-verde eficaz en su lugar de trabajo actual y/o futuro". Puede ser útil para conocer casos prácticos de políticas de sostenibilidad de pymes reales. 
  • Desde la Cámara de Comercio también se muestran buenas prácticas relacionadas con los criterios ASG que pueden servir de ejemplo para su desarrollo o investigación en el aula. 
  • La Plataforma COMparte de buenas prácticas en sostenibilidad del Pacto Mundial de la ONU España ofrece numerosas soluciones innovadoras aplicadas por empresas españolas que pueden ser filtradas por sectores, ODS, etc.
  • La Generalitat Valenciana ha publicado un documento (en castellano a partir de la página 81)  titulado "FP Sostenible: Guía para su implementación en las familias profesionales" donde se pueden encontrar fichas específicas para cada familia profesional.
  • Próximamente se publicará un nuevo informe de CaixaBank Dualiza: "La FP ante los retos de sostenibilidad medioambientales en España" que puede ser de interés para analizar las oportunidades del sector verde en relación a los estudiantes de Formación Profesional. Al igual que los materiales disponibles de un MOOC lanzado recientemente por esta misma entidad: "Transición sostenible en Formación Profesional".
 

Por otro lado, para sensibilizar al alumnado al respecto, así como para trabajar su competencia crítica, pueden ser muy útil la extensa filmografía disponible en la plataforma Filmin o el espacio Maldito Clima centrado en la desinformación climática. Igualmente, este módulo es una oportunidad para trabajar acerca del concepto "greenwashing" y las implicaciones legales del ecopostureo que entrarán en vigor próximamente según una Directiva de la Unión Europea. No puedo dejar de recomendar las propuestas del colectivo "Teachers for future Spain" con propuestas educativas con un enfoque ecosocial. El problema, como comentaba al principio, lo tenemos con la falta de tiempo asignada a este módulo de sostenibilidad.

 

La tarea a llevar a cabo desde este nuevo módulo, a pesar del escaso tiempo disponible, es desafiante. Vamos a necesitar aterrizar muy bien los contenidos para que esta materia no se convierta en un mero trámite o en esa "maría" que nadie desea coger. No será por falta de materiales a nuestro alcance. Ser realistas, críticos y tomar contacto con empresas del sector punteras en sostenibilidad será fundamental para dar sentido a un módulo que tiene mucho que aportar.


Foto de Fateme Alaei en Unsplash

NO NOS OLVIDEMOS

lunes, 18 de noviembre de 2024

 

 

IES 25 de Abril ALFAFAR después de la dana

La inercia diaria nos ciega. Estar agradecidos a esa aula que nos acoge con sus cuatro paredes más o menos templadas no es nuestro fuerte. Olvidamos pronto aquel día que no teníamos empleo o sufríamos uno en condiciones tristes. Nos pasa como con la salud: no se valora hasta que no se pierde. Aún así siempre encontramos pegas allí donde laboramos. Nos faltan equipos, horas disponibles, aire acondicionado, alumnos aplicados, conectividad, formación especializada, compañeros cómplices... Y cuando todo se va al traste nada de eso importa. 

 

Los medios de comunicación nos han embotado con tragedias lejanas a las que asistimos impasibles con escasa capacidad de influencia. Pero cuando te toca de cerca empatizas al instante; pese a que el tiempo se encarga de formar un película con la que proteger esa normalidad devaluada. Nos damos cuenta de la desgracia de otros frente a la propia fortuna: hogares arrasados, negocios fulminados, vidas perdidas... En primera persona, sin una pantalla de por medio, todo cambia. Germinan las buenas raíces que todos tenemos para atender al que más lo necesita mientras dejamos de lado las simplezas que nos despistan. 

 

Y la desmemoria brotará de nuevo. Volveremos a pensar solo en lo que nos afecta. Ya tenemos bastantes preocupaciones domésticas. Daremos clase pensando en el próximo verano. La inmovilidad educativa desesperará a unos mientras que a otros les atosigarán los cambios. Como siempre. Parece no haber remedio ni tal vez lo necesitemos. Sin embargo, convendría no olvidarnos de todos esos jóvenes que han perdido un lugar donde vivir y aprender rodeados de los suyos. Las autovías serán importantes, pero aún más lo es que vuelvan a tener un espacio, unos docentes y un material escolar mínimo para continuar con su preciada educaciión. 

 

No nos olvidemos de los padecimientos de tantísimas personas que, pese a la suerte de vivir en un país con recursos, necesitan nuestro apoyo y aliento durante los largos meses venideros. Además de exigir a las autoridades pertinentes, mantengámonos con la mente avizora para colaborar de cualquier modo con aquellos que ahora solo andan con lo básico (o incluso menos). ¿Dónde queda esa guardia que me incordiaba o ese alumno irritante? Ojalá todo fuera eso. Aparquemos el olvido por una larga temporada y mostremos esa buena cepa que tanto agradecen los que ahora sufren las consecuencias de la tragedia de la dana en Valencia. Hay muchísimo por hacer. No nos olvidemos de ellos.


HARTO DE LA IA

miércoles, 13 de noviembre de 2024

HARTO DE LA IA
Imagen creada con ChatGPT-4
 

Hay días exasperantes en el aula. En teoría, la práctica docente de una jornada lectiva cualquiera pasa por: seleccionar recursos, diseñar tareas, ofrecer explicaciones y luego resolver y corregir las entregas para una mayor comprensión. ¿Cuál es el problema? El abuso de la Inteligencia Artificial generativa por parte del alumnado (ignoro el grado de uso por parte del profesorado). En pocos minutos tienes un trabajo entregado que, para más inri, piensa el estudiante que está bien resuelto.

 

Esta experiencia personal dudo que sorprenda a nadie. En mi caso, trato de enseñar para qué les puede resultar útil la IA, en qué casos no es conveniente, o incluso diseño la tarea avisando de que solo se debe hacer uso de los materiales recomendados; así como deben mencionar las fuentes utilizadas para razonar las respuestas a las cuestiones lanzadas. Pero no hay manera. En cuanto te familiarizas con el uso de la IA generativa, sea cual sea (ChatGPT, Gemini, Copilot, Perplexity, Claude...), puedes intuir el plagio en las respuestas dadas. Más todavía cuando descubres que esa herramienta se ha inventado la respuesta (alucinaciones) y ofrece unos resultados peregrinos. 

 

Es evidente que la competencia digital docente en relación a la IA debe ser alta. No para prohibir ni denostar estas herramientas, sino para incidir en un buen uso de las mismas. Para ello, además de la parte técnica (no demasiado complicada) necesitamos una formación pedagógica que incida en cómo funciona esta IA y en qué situaciones debemos o no hacer uso de ella. No estoy hablando solo de detectar plagios, sino de hacer entender al estudiante que no tiene sentido hacerse trampas cuando juegas al solitario. Si realmente quieren tener la cabeza amueblada, saber razonar, ser resolutivos y eficaces en sus tareas, necesitan hacer un trabajo previo de comprensión, filtrado y síntesis de la información que manejan. 

 

La monserga, permitidme la expresión, de que debemos diseñar nuevas situaciones de aprendizaje, formar en nuevas competencias o evaluar de forma distinta, dudo que se esté cumpliendo actualmente. La tecnología sigue, como es habitual, un paso por delante del profesorado y de su capacitación pedagógica. Nos podemos poner a trastear con multitud de herramientas de IA generativa, pero, a la hora de la verdad, para enseñar mejor o para que los alumnos aprendan a hacer aquello que no solventan las máquinas, no creo que andemos muy finos. Podemos estar cayendo en una educación simulada: diseño con IA, resuelves con IA y corrijo con IA.

 

El objetivo, siguiendo algunas de las recomendaciones del modelo PIO del OEIAC sobre la autonomía de los usuarios, respecto al uso educativo de sistemas de IA debiera tener en cuenta que:


  • No disminuye el número de elecciones posibles y no obliga o fuerza a tomar unas determinadas decisiones en general ni en ninguna fase de su ciclo de vida.
  • Permita certificar que ayuda a las personas a tomar decisiones mejores y más informadas.
  • Las personas usuarias finales sean conscientes de que interactúan con una inteligencia artificial y estén suficientemente capacitadas e informadas para hacerlo.
  • Los resultados que genere sean etiquetados de alguna manera que permita a las personas identificar que este contenido ha sido generado por una inteligencia artificial.
  • No pone en riesgo los niveles de autonomía de las personas usuarias finales, evitando el uso de técnicas manipulativas o subliminales y adaptándose a las preferencias y necesidades de la persona.
  • El sistema contará con mecanismos que garanticen que sus operaciones sean transparentes, claras, sinceras y no alientarán a las personas usuarias a sobreestimar sus capacidades.

 

Hay días que te hartas de tanta IA. Soy sabedor de que no podemos sortear la IA. Incluso, en Formación Profesional, hay que ser conscientes de que los futuros técnicos y técnicas deben saber hacer un uso avanzado de la misma. Pese al hartazgo, y los conflictos que ocasionan los excesos de la IA, tendremos que continuar con esta agotadora tarea de educar en su uso apropiado. Comencemos por ver cómo funcionan las herramientas de inteligencia artificial generativa y midamos las taras, riesgos, sesgos o probables desinformaciones; luego ya descubriremos alternativas o prácticas eficaces que puedan redundar en un mayor aprendizaje o competencia profesional del alumno. Disculpad el desahogo.

LANZAMOS LIBRO: "APRENDER EN LA NUEVA FP"

domingo, 10 de noviembre de 2024

Finalmente, tengo la alegría tras meses de dedicación, percances de última hora y alguna que otra circunstancia medio resuelta que ha pospuesto su lanzamiento, de tener en mis manos un nuevo libro sobre la Formación Profesional. En esta ocasión figuro (y ejerzo) como autor de la mano de la Editorial Graó en esta obra titulada "Aprender en la nueva FP", en la cual, de un modo personal, trato todos aquellos aspectos que me preocupan y ocupan, y que considero valiosos para la docencia en esta querida etapa educativa:

 

1. ¿Cómo nos afectan los cambios de la nueva FP? 

2. Transforma tu docencia con metodologías pedagógicas. 

3. Aplica la investigación educativa para enseñar mejor. 

4. Introduce la evaluación formativa en los módulos. 

5. Actualiza tus módulos a través de la digitalización. 

6. Aprovecha la inteligencia artificial en FP. 

7. En FP también hay pensamiento crítico: los saberes inútiles y los valores. 

8. ¿Qué nos preocupa del nuevo sistema de FP?

 

Con total seguridad, la mejor parte del libro es el prólogo escrito por mi estimado Jorge Arévalo que ha tenido la gentileza de dedicar unas líneas sobre el presente y futuro de una FP que nos inquieta a la vez que nos motiva a movernos constantemente para su mejora. 


A lo largo del resto de apartados busco principalmente ofrecer recursos prácticos -a través de una bibliografía y webgrafía extensa- para cualquier docente de FP que desee mejorar su enseñanza y los aprendizajes de su alumnado. Cada capítulo viene con una parte práctica y ejemplos aplicados en distintos ciclos formativos para su mejor comprensión. No es un ensayo sesudo, ni mucho menos, sino más bien pretende ser una lectura que inspire en torno a los asuntos que hoy en día más nos pueden interesar como profesores de FP: el nuevo sistema de Formación Profesional, las metodologías, la programación didáctica, la evaluación, los valores, las evidencias educativas, la dichosa IA, etc. 

 

Espero sinceramente que su lectura merezca la pena. Ojalá dispongas del tiempo necesario para reflexionar y comentar al respecto de los temas que se desarrollan en las páginas del libro; soy consciente de que la intensidad del día a día en el aula no nos facilita pararnos, hacer autocrítica o investigar el modo de mejorar como docentes. Este es el objetivo de estas páginas: compartir mis pensamientos y experiencia docente para facilitar esa reflexión personal y profesional. Estaré encantado de escuchar o leer tus observaciones.


Está disponible en papel y en formato digital desde la web de GRAÓ con un 5% de descuento y gastos de envío gratuitos. Aunque recomiendo, si no te urge, pedirlo en tu librería más cercana

 

 
APRENDER EN LA NUEVA FP - ÓSCAR BOLUDA IVARS




EXIGIR PROFESIONALIDAD

lunes, 4 de noviembre de 2024

 

PROFESIONALIDAD Y LIDERAZGO

 

Más allá de las ideologías de cada uno, entiendo que una gran mayoría estamos de acuerdo en que la profesionalidad es una característica deseada cuando solicitamos un servicio. No importa que sea un servicio de hostelería, una cura de enfermería, la reparación de un vehículo o la instalación de un electrodoméstico. Es clave aclarar la definición que la RAE hace del término profesionalidad: Cualidad de la persona u organismo que ejerce su actividad con capacidad y aplicación relevantes. Y me atrevo a subrayar lo de relevante como el adjetivo que incide en el conocimiento y en un saber hacer excelente. Justo lo contrario de lo que implica la mediocridad con la que nos topamos con demasiada frecuencia.


Si nos reparan a destiempo un calzado no entramos en cólera, a lo sumo nos irritamos de un modo pasajero. Si me sirven la comida fría me disgusto con el camarero y puede que no vuelva más a ese establcimiento. Si no me instalan adecuadamente la fibra óptica en casa resoplamos y comenzamos a abrir incidencias con el servicio de atención al cliente. Si la profesora de mi hijo no atiende a mis correos me mosqueo con ella y protesto ante la dirección del centro educativo. Si reparan mal mi vehículo y puedo ocasionar un accidente, el cabreo ya es mayor y comienzan las reclamaciones formales. Si no me escucha la doctora en la consulta salgo disgustado; y no te digo si además yerra el diagnóstico. Llegan los pleitos.


Somos muy exigentes con los servicios que nos prestan. Más aún si hay un pago de los mismos tras ser suministrados. Todos demandamos puntualidad, exactitud, buenos modales y ese buen hacer que suele venir de la mano de la experiencia y los conocimientos técnicos de los profesionales que nos asisten. No es raro que te pregunten: ¿Conoces un buen pintor?, ¿o un profesor particular?, ¿o una dentista?, ¿o una psicóloga?, ¿un taller recomendable? Pedimos consejo de alguien que haya contrastado la profesionalidad de esa persona en su sector; esté más o menos saturado en cuanto a su oferta. 

 

Por todo ello, cuando nuestros estudiantes de FP protestan ante las exigencias del docente,  ya sea por la puntualidad, la minuciosidad, la estética de sus tareas, los modales que manifiesta o los conocimientos demostrados, debemos hacerles ver esa necesidad de profesionalidad como un valor que los diferenciará del montón de supuestos profesionales que destacan por la dejadez o la ineptitud a la hora de prestar un servicio. Ahora, con un mercado laboral menos tensionado, podemos caer en la tentación de no ser exigentes ante una mayor facilidad a la hora de encontrar trabajo o la supuesta habilidad de algunos de convertirse en millonario sin demasiadas complicaciones. Craso error que pagamos todos. 

 

Si antes me detenía en esos empleos de carácter técnico, donde la importancia de un trabajo mal efectuado tiene una importancia relativa, imagina qué ocurre con esos otros puestos de trabajo que tienen mayores responsabilidades. La exigencia sobre aquellos que nos gobiernan o nos dirigen, en las empresas o desde los organismos públicos, debiera ser aún superior. Reclamar que tengan profesionalidad, que sean sobresalientes en sus capacidades y en la aplicación de las mismas en su trabajo, parece estar en desuso desde hace demasiados años. No es un mal de la juventud actual. Cualquiera puede liderar o conducir una entidad si tiene buenos padrinos o es capaz de vender hielo a los esquimales. Incluso la fotogenia, el estilo personal, la habilidad para medrar, la ambición o la juventud pueden ser los factores más valorados en ciertos puestos de responsabilidad. Si tienes cierta edad eres un cascado o si no tienes colegas influyentes olvídate de promocionar.

 

Ahora, con la que está cayendo en una situación catastrófica en Valencia, recordamos la importancia de esa profesionalidad de quienes dirigen los asuntos más esenciales de nuestras vidas: la seguridad, la salud, la educación o el empleo. Todos queremos estar gobernados por personas que trabajen con esmero y con la profesionalidad que merecen sus cargos. Hemos caído en la insustancialidad, en la fachada, en las etiquetas, en la calidad mal entendida y en los procesos que solo acreditan títulos y certificaciones hechos para cumplir ante el público. ¿Dónde queda esa profesionalidad exigible a cualquier técnico, asalariado, empleador, funcionario o dirigente? Con las buenas intenciones se puede subsistir, y, desde la autoexigencia, debemos reclamar esa competencia a la que aspiramos y que, sin duda alguna, es posible de la mano de los muchos profesionales que no solo ofrecen ganas sino altas capacidades para desempeñar unas responsabilidades de las que otros dependemos. 

 

Como leía recientemente en un artículo de prensa, los nuevo líderes provienen de personas con un perfil alejado del ansia de poder; sin ego, adaptables, que saben hacer bien su trabajo y contribuyen a sus equipos. Personas que han demostrado sus logros en otros lugares y que probablemente dejarán su huella de profesionalidad allí donde recalen. Una aspiración que resulta trasladable a los técnicos, cargos intermedios o directivos que ofrecen sus habilidades no solo a cambio de un salario o de un prestigio, sino también en aras de un bien común. 


Foto de MIGUEL GASCOJ en Unsplash
Con la tecnología de Blogger.

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