LA NECESIDAD EN FP DE UN TRABAJO INTERMODULAR Y EN EQUIPO

jueves, 29 de mayo de 2025

 

proyecto intermodular equipos FP

 

Al hilo de unos materiales que estoy creando con destino al nuevo módulo de FP del "Proyecto Intermodular", van surgiendo retos y oportunidades a la hora de programarlo y ponerlo en marcha. Entiendo que el espíritu de la nueva ley quiere encauzarnos hacia un trabajo en equipo y colaborativo tanto entre docentes como entre el alumnado. Sobre el papel todo siempre parece más sencillo hasta que nos topamos con la realidad: escasez de cultura colaborativa entre el profesorado, perfiles académicos similares pero acostumbrados a hacer y deshacer a nuestro antojo, y falta de recursos personales (actitud, talante, humildad, flexibilidad, etc.) o técnicos que nos faciliten un trabajo en equipo más allá de buscar imponer nuestras ideas y ocurrencias del momento.

 

Los que venimos de esa educación magistral donde las dinámicas de trabajo en equipo no abundaban o la competitividad era incluso un valor deseable entre colegas, hemos sobrevivido entre algodones en este modelo educativo donde los apuntes propios, un libro de texto y unos exámenes puestos a discreción del docente, evitaban conflictos más allá de las encuestas de valoración del alumnado o el criterio de la jefatura del departamento. Por suerte, también recibimos otros valores o cualidades que a muchos nos han servido para capear la incertidumbre y esas inercias que ralentizan el progreso del sistema educativo. Ahora lo llaman resiliencia. Hay incluso quienes se tatúan esta palabra como recordatorio de su necesidad de aguante. Sin embargo, no creo que solo se trate de aguantar el chaparrón sino, más bien, aprender a trabajar en equipo y disfrutar de las ventajas de una colaboración donde más que sabelotodos o pedantes hacen faltan otras cualidades para instalarse en el confort que necesitamos para trabajar a gusto. 


Evidentemente, al igual que ocurre con los estudiantes, en los equipos de trabajo sufrimos y disfrutamos de distintos perfiles. Podemos pasar desapercibidos, para así sortear los conflictos; destacar para llevar la iniciativa de algún modo; o bloquear acuerdos con el fin de que todo siga igual y nadie mejore o sobresalga en su centro o departamento. No hace falta ser psicólogo para conocer cómo funcionan las dinámicas en ciertos grupos de trabajo. Quizás, además del teambuilding, coaching y demás anglicismos de moda, nos falta tiempo para ese trabajo codo con codo donde no solo compartamos archivos sino también conversaciones fructíferas y estériles donde además de arreglar la formación profesional tratemos de buscar soluciones y aportar ideas innovadoras pero sensatas para los recursos que disponemos. Y, sin duda alguna, escuchar sin monopolizar discursos y pareceres. 

 

La teoría que afirma que la suma de los trabajos individuales no es la forma adecuada para trabajar en equipo, es de sobra conocida. Escuchar, ceder y argumentar, siempre que haya un planteamiento previo que desee mejorar los aprendizajes del alumnado, es necesario en cualquier equipo de trabajo. Tal vez es hora de priorizar otra forma de funcionar. Si buscamos fomentar y hacer crecer otra cultura organizacional, podemos poner en marcha las siguientes acciones:


1. Cambiar la mentalidad individualista: aceptar que la mejora del aprendizaje del alumnado es un objetivo común y dejar de ver el aula como una “isla”; comprender que el aula es parte de un ecosistema educativo más amplio.

2. Crear espacios reales de colaboración: reuniones pedagógicas con sentido y bien planificadas, con objetivos concretos, centradas en la mejora; grupos de trabajo y comunidades de práctica donde se compartan experiencias, materiales y reflexiones; codocencia y observación entre iguales: prácticas como entrar a clases de compañeros o coimpulsar proyectos con la participación activa de los líderes formales e informales de los centros educativos.

3. Compartir herramientas y recursos:

- Uso compartido de materiales didácticos, rúbricas, proyectos ABP/ApS, retos, etc.

- Documentación común (por ejemplo, mediante plataformas digitales tipo Drive, Moodle o Teams).

4. Establecer objetivos y proyectos comunes:

- Diseñar "proyectos intermodulares" o transversales que impliquen la cooperación de varios docentes.

- Trabajar juntos en proyectos de innovación, planes de mejora, inclusión o digitalización.

 

5. Desarrollar habilidades socioemocionales: escucha activa, empatía, asertividad y resolución de conflictos: formación específica en "comunicación interpersonal", especialmente en contextos con tensión o diversidad de opiniones.

6. Contar con liderazgo que lo promueva: equipos directivos que creen cultura de colaboración, distribuyan responsabilidades y fomenten la confianza. Coordinadores que articulen y acompañen los procesos colaborativos.

7. Formarse en metodologías colaborativas:
- Formación docente sobre "trabajo en red", equipos docentes colaborativos, comunidades profesionales de aprendizaje. etc.
- Conocer experiencias de otros centros que han logrado buenas prácticas en trabajo colaborativo.

8. Empezar por lo pequeño y crecer: compartir una clase, una actividad, una rúbrica, una duda... y poco a poco consolidar el hábito de "aprender juntos". 

 

Sabemos que esto no se arregla con un taller puntual para resolver un acertijo con otros compañeros; y que la intermodularidad ha venido a instalarse entre nosotros con el fin de aportar nuevas formas de trabajo y aprendizaje donde las competencias personales y las habilidades sociales son una parte destacada y deseada de una nueva FP que nos abruma con exigencias a pesar del estrés que sufren los que desean hacer bien su trabajo. 

Vivimos tiempos con muy distintos planteamientos personales e intergeneracionales, así como con prioridades vitales diferentes, junto a una aceleración tecnológica agotadora y una juventud que precisa de nuestro acompañamiento más allá de las redes sociales o los espacios virtuales donde habitan la mayor parte del tiempo. El trabajo en equipo, sin desdeñar los esfuerzos y la reflexión individuales, nos conviene favorecerlo en un mundo que parece abocado a la compañía permanente de asistentes artificiales que nos harán creer autosuficientes. Es fácil decirlo.

 

Foto de Donald Giannatti en Unsplash

RECURSOS PARA LA SOSTENIBILIDAD EN FP

jueves, 22 de mayo de 2025

 

FP RECURSOS SOSTENIBILIDAD APLICADA AL SISTEMA PRODUCTIVO

El nuevo módulo de "Sostenibilidad aplicada al sistema productivo", a pesar de la escasa carga lectiva que soporta, debe plantearse como una oportunidad tanto para promover una cultura de sostenibilidad como para descubrir y desarrollar aquellas competencias básicas que requieren los llamados "sectores verdes". Ambas posibilidades, tal y como se contemplan en el nuevo sistema de FP, tienen sentido si se plantean de una forma transversal y aplicada al entorno de cada ciclo formativo. Por todo ello, en el marco de la IV Edición del Congreso Innovaprofes, hemos podido conversar sobre los desafíos y objetivos que esta sostenibilidad nos plantea en las aulas.

 

Que la ley obligue a ofertar este módulo será un acierto si no nos dedicamos simplemente a suministrar unos apuntes y un manual sobre el que examinar. Al igual que ocurre con el nuevo módulo de "Digitalización a los sectores productivos", la transversalidad de sus resultados de aprendizaje nos invita a diseñar proyectos o retos intermodulares donde se desarrollen los extensos objetivos de estos dos módulos. Cuestión aparte, pero no menos importante, es saber enfocar la sostenibilidad tanto desde la vertiente medioambiental (la más popular) como desde el ámbito económico y social. En los populares ODS o en los criterios ESG, tenemos una amplia guía para conocer el alcance de la sostenibilidad tanto a nivel de las empresas, gobiernos como para la sociedad civil o a título particular. Quizás, además de insertar por doquier los famosos diecisiete iconos de los ODS, sería necesario aterrizarlos a nuestro ámbito más cercano y de un modo lo más realista posible. Luego incidiré en esta cuestión. 


Teniendo en cuenta que el profesorado habilitado será principalmente el profesorado especialista del ciclo, la mayoría de los docentes requerimos una formación específica en el área de sostenibilidad. Evidentemente, la programación del módulo requiere un estudio previo del currículo oficial (anexo VII del Real Decreto 659/2023), así como recursos específicos que podemos encontrar publicados en distintas fuentes. A continuación, señalo algunos que pueden ser de interés y desde distintas perspectivas:

 

  • Fundación Naturgy: dos volúmenes muy completos con todos los contenidos necesarios para tener una base técnica. 
  • MOOC de CaixaBank Dualiza sobre "Transición sostenible en Formación Profesional": todos los materiales publicados en este curso completado para docentes de FP con experiencias aplicables a este módulo.
  • Open Academy Spain: plataforma online de formación en sostenibilidad empresarial del Pacto Mundial de la ONU en España con acceso a diferentes cursos (bajo registro). 
  • Recursos educativos en Zinkers, de la Fundación Repsol con casos y retos de empresas que aplican la sosteniblidad. 
  • Materiales para alumnos y docentes del proyecto CircularFP, desarollados por dos centros de FP y dos empresas colaboradoras. 
  • El libro (descargable gratuitamente): "Economía circular: El camino hacia la sostenibilidad" es un excelente recurso, editado por la Universitat Autònoma de Barcelona, con herramientas y ejemplos de ecodiseño circular. 

 

Por otro lado, también es muy recomendable una lectura crítica sobre la sostenibilidad a través del libro de Andreu Escribá: "Contra la sostenibilidad", donde se pone de manifiesto una malentendida sostenibilidad y cómo debiéramos afrontarla convenientemente.  Al respecto, sería interesante ahondar en los conceptos de greenwashing y greenhusing que ahora preocupan a los responsables de la reputación de las empresas, y en los que también podemos caer desde los centros educativos. 


Asimismo, y para ser congruentes, desde los centros podemos poner en marcha nuestro propio plan de sostenibilidad a través de acciones medibles que supongan una mejora de la eficiencia en los consumos de energía, agua, gestión de residuos y movilidad. Es posible contemplar acciones concretas (ver Guía para elaborar el Plan de Sostenibilidad de la Generalitat Valenciana) donde participe toda la comunidad educativa y se incida en la comunicación y promoción de una conciencia ecosocial de los estudiantes, profesorado y personal de administración y servicios. Incluso, desde cada familia profesional, se podrían articular prácticas que tengan en cuenta tanto los costes medioambientales en los que incurrimos profesionalmente o durante la formación como aquellos aspectos sociales ( flexibilidad de horarios, conciliación laboral, formación continua, medidas para la igualdad de género...) que nos plantea el currículo de cada ciclo.

 

Muchos jóvenes se despreocupan de estas cuestiones, se unen al negacionismo climático o se han dado por vencidos, como así señala el Informe Jóvenes y Medioambiente de la Fundación SM: El 47% de los jóvenes afirman que “la batalla por salvar el medioambiente ya está perdida”. Como señala ese informe, es necesario tomar medidas desde la escuela para formar a los jóvenes estudiantes tanto en hábitos sostenibles como en un carácter crítico sobre la actuación de las empresas y gobiernos; fomentando una autopercepción personal que de valor a sus actos personales y que contemple su colaboración en proyectos de comercio justo, cooperativas de consumo, productores locales, etc. Tenemos también la obligación moral de preocuparnos por un futuro que les pertenece y donde se pronostica el aumento de enfermedades como la obesidad y las enfermedades mentales agravadas por la crisis climática, los conflictos internacionales o el aislamiento social. 


A nivel educativo son muy valiosos los documentales y películas que selecciona la plataforma Filmin en una sección especial, así como las publicaciones de Maldito Clima donde se desmontan noticias falsas relacionadas sobre el clima y el medio ambiente. También fantástica la serie Hope! estamos a tiempo en RTVE. Proponer debates y lecturas críticas son acciones sencillas y viables que se pueden organizar desde el ciclo y contando con otros módulos o a través del proyecto intermodular o con experiencias de Aprendizaje y Servicio (ApS). 


Además de todos estos recursos, siempre es conveniente conocer cómo se trabaja la sostenibilidad desde otros centros y ciclos de FP. Disponer de buenas prácticas de docentes que llevan tiempo inmersos en este asunto nos puede facilitar la creatividad y el diseño de actividades, tareas o retos que contemplen la sostenibilidad en todas sus facetas. Hacer un planteamiento metodológico desde nuestra realidad más cercana puede ser un objetivo deseable. Ejemplos como los que nos muestra Ricardo Fernández Guerra desde el CIFP Oroza con muchos años predicando con sus buenas prácticas en Hostelería y Turismo, o Nuria Ferré desde el Institut d'Horticultura de Reus con un magnífico proyecto en el ciclo de Química y Salud Ambiental sobre reutilización de recursos y economía circular. Como otros muchos que desde los centros de FP se vienen poniendo en práctica a pesar de la escasa difusión que a menudo encuentran. No estaría nada mal la creación de un repositorio al respecto: ¿administraciones educativas públicas coordinadas?

 

Enfocar la sostenibilidad desde las posibilidades que ofrecen los empleos verdes, también es una cuestión importante a tratar desde los departamentos investigando en las ocupaciones y competencias más demandadas. El Informe de Prospección y Detección de Necesidades Formativas 2024 del Observatorio de las Ocupaciones del SEPE señala las diez necesidades más demandadas y que podemos trabajar en los ciclos y junto a los módulos profesionales que más se ajusten a las mismas:

  •     Gestión de proyectos.
  •     Finanzas.
  •     Electricidad.
  •     Manejo de maquinaria.
  •     Calidad.
  •     Atención al cliente.
  •     Mecánica.
  •     Interpretación de planos.
  •     Soldadura.
  •     Productos bancarios

 

La mayoría de empleos verdes o con potencial verde, tal y como señala ese mismo informe, pertenecen al sector industrial, destacando además los empleados de la gestión económica (financiación de proyectos e identificación de nuevas oportunidades de negocio) y de la construcción (eficiencia energética y rehabilitación de edificios). Ocupaciones que se adecúan perfectamente a los perfiles profesionales de los futuros técnicos y técnicas de FP de ciertas familias profesionales que requieren además de esas otras competencias transversales que más demanda el mercado laboral: idiomas, competencias digitales (creación de contenidos en textos, hojas de cálculo o presentaciones) y competencias personales (colaboración, planificación, trabajo en equipo, resolución, etc.) 

 

De nuevo observamos como la sostenibilidad es un concepto transversal que incumbe a todo el profesorado del ciclo de un modo u otro y que puede ser abordado metodológicamente de distintas formas (proyectos, ludificación, casos reales, simulaciones, etc.). Tanto el módulo del Proyecto Intermodular, donde podemos diseñar retos motivadores, como las nuevas optativas, el inglés profesional o el actualizado módulo de Itinerario Personal para la Empleabilidad (IPE) son esenciales para la capacitación del alumnado en estos sectores emergentes y de cara a implicar y alentar a los más jóvenes en el diseño de soluciones para un futuro verdaderamente sostenible.



Foto de Christian Wright en Unsplash
Con la tecnología de Blogger.

.

Back to Top