Es evidente que las profesiones han sufrido cambios radicales en los últimos veinte años. Que existen nuevas profesiones que hace menos de diez años no existían. Que esta continua modificación de perfiles profesionales va a ser algo permanente.
Esto me lleva a pensar en el tema de la evaluación de las competencias profesionales de los alumnos de Formación Profesional. En que la simple evaluación de contenidos teóricos mediante exámenes escritos es más que insuficiente. El sistema heredado de educación industrializada y academicista no puede seguir siendo la base de la docencia. Todos tenemos claro que la memorización de contenidos es insuficiente para evaluar las competencias y habilidades necesarias en un puesto de trabajo. Pero me temo que la mayoría sigue basando gran parte de se evaluación en pruebas escritas, la típica media aritmética y una nota al final del curso. Como mucho se añade algún punto extra a los alumnos más constantes y formales. Lo mismo que aprendimos nosotros como alumnos.
En este sentido, muy aclaratoria y recomendable la "Carta a los padres de mis alumnos" del blog de Nacho Gallardo.
La parte de memorización es importante, pero aún lo es más la adquisición de habilidades y actitudes que van a permitir al alumnos desarrollarse con éxito en el mundo laboral. Alumnos que sepan comportarse con sus compañeros, trabajar en grupo, investigar, responsables, puntuales... Algunas de estas características las mencione en otra entrada: "Estudiante para el futuro"
¿Y cómo cambiar este tipo de evaluación? ¿Cómo ser más justos y precisos en nuestra evaluación? ¿Cómo conseguir una evaluación más motivadora para el estudiante (y el profesor)?
Con más trabajo para el docente, pero seguro que con más satisfacción personal, podemos comenzar modificando nuestras programaciones curriculares. Dar menos importancia a los contenidos y más a los procedimientos y actitudes. Disminuir a la mitad la consideración de las pruebas escritas. Los contenidos de un libro de texto pueden tener importancia pero hay muchas más aspectos a evaluar. Valorar más el trabajo en grupo, los trabajos de investigación, el trabajo diario en el aula, la actitud en clase, el trato con compañeros y profesores. Esto requiere comenzar a revisar nuestra programación. Pero sin duda que nuestros alumnos lo merecen si queremos prepararles mejor para un trabajo en una empresa o para emprender.
Una buena opción metodólogica es la que nos ofrece Pere Marqués con el currículum bimodal y que puede ser adaptada a la Formación Profesional o a cualquier nivel educativo:
Una breve reflexión, que espero ir perfilando con el tiempo.
¿Y tú cómo evalúas?
Y añadiría incluso que lo más importante no es solo "ser más justos y precisos en nuestra evaluación y conseguir una evaluación más motivadora para el estudiante..."
ResponderEliminarA mi entender lo más importante es que "hemos de evaluar centrándonos más en el desarrollo de competencias y facilitando al alumnado la consulta de apuntes e Internet" porque esto es lo que hay requiere la sociedad de sus ciudadanos. Si no lo hacemos, incluso el alumno que obtiene excelente es un "excelente en un currículum anticuado y poco funcional".
Finalmente, recordar que el currículum bimodal no descuida el necesario aprendizaje de un amplio vocabulario, que hay que tener "in mente" (no en apuntes o Internet) para poderlo utilizar de forma inmediata siempre que nos convenga.
Muchas gracias Pere por tus puntualizaciones. Totalmente de acuerdo en que muchos excelentes o sobresalientes están "anticuados". Hay que seguir trabajando en un nuevo curriculum adaptado al mundo laboral actual.
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