Aunque me meto donde no me toca, me apetece y parece conveniente retomar el debate -nunca cerrado- sobre los deberes escolares. Especialmente, en la etapa de la educación primaria, en la cual no me ocupo, pero que sufro como padre.
Ahora que parecemos más modernos que nunca, pedagógicamente hablando, que presumimos de innovación o inversiones en tecnología, parece una paradoja que nuestros niños sigan, una vez finalizada la jornada escolar, realizando tareas repetitivas o acumulando pruebas (exámenes) o ejercicios para casa no individualizados que atiendan a sus necesidades específicas.
El argumento del esfuerzo o de que el alumno aprenda a gestionar su tiempo, ser autónomo y otras competencias básicas, no tiene porque ser incompatible con unos deberes más racionales que tengan en cuenta lo que cada alumno precisa y que, sobre todo, no desmotiven o añadan estrés en niños que aún no son ni preadolescentes.
La jornada escolar diaria, habitualmente de 9.00 a 17.00 horas, es más que suficiente para trabajar contenidos o reforzar competencias. Se puede, y seguramente se debe, añadir alguna actividad o "deber" de refuerzo que fomente esa autonomía y responsabilidad; pero lo que no se puede es acabar con la convivencia familiar y el disfrute de los niños junto a sus padres o amigos porque no tengan suficiente tiempo en casa. Hablamos mucho de conciliar pero en España seguimos con cenas a horas intempestivas o acostando a los niños más allá de las diez de la noche; los deberes o las actividades extraescolares son otro factor más que no ayudan a tener unos horarios racionales.
Acabar el colegio, merendar, jugar un rato, estar con la familia, cenar, leer antes de dormir... no son compatibles si mandamos unos deberes donde un adulto además debe estar explicando la materia durante una hora o más en algunos casos. No se trata de sobreproteger al niño, más bien proteger su descanso, poder disfrutar con ellos de su infancia y que no pierdan las ganas de ir al colegio y seguir aprendiendo.
Tampoco creo que la solución radique en mandar tareas superoriginales a los niños, donde los padres parezcan concursantes, ni deberes donde el ordenador sea la herramienta principal por aquello de que las nuevas tecnologías estén de moda. Buen artículo de Carlos Magro al respecto: "Educación y tecnología: transformar las dificultades en posibilidades". Lectura, comprensión, escritura... trabajar este tipo de actividades de un modo significativo es más que suficientes para no perder el gusto por el conocimiento y desarrollar unas competencias útiles para toda la vida.
Parece que ya está demostrado, o algunos estudios así lo verifican, Polo Martínez, I., & Bailén, E. (2016). DEBERES ESCOLARES: EL REFLEJO DE UN SISTEMA EDUCATIVO. Avances en Supervisión Educativa, (25), que los deberes escolares no son ninguna panacea para aumentar el rendimiento académico. No hace falta mucho más debate al respecto si comenzamos a reconocer que los actuales deberes no introducen ningún componente emocional en el alumno ni logran unas mayores competencias en nuestros pequeños alumnos.
Y si hablamos de Formación Profesional, más de lo mismo. Si aprovechamos bien la jornada escolar no serían necesarias tareas adicionales para hacer en casa, trabajar en grupo después de las clases o memorizar contenidos. Ello no quita que exijamos unos exámenes para asegurar la comprensión y estudio de un temario, o demandar un trabajo adicional cuando no se rinde en el aula o el estudiante precisa más tiempo por cualquier circunstancia.
En FP son igual de importantes ciertas competencias personales (responsabilidad, saber estar, cortesía, puntualidad, autoexigencia, respeto...) que no caben en unos deberes escolares y se trabajan mejor en clase. Si encima logramos que se interesen por nuestra materia, que profundicen en ella por su cuenta y que conecten con la realidad profesional o académica que hay fuera de la escuela, ya nos podemos sentir más que satisfechos.
Mientras tanto, por favor, exijamos una racionalización de los deberes de los más pequeños.
photo credit: hans pohl Le futur de l'Espagne II via photopin (license)
DEBERES ESCOLARES EN FP Y EN PRIMARIA
martes, 31 de octubre de 2017
Con la tecnología de Blogger.
No puedo estar mas de acuerdo con este post... es algo que me ha atormentado en la infancia, y también siendo adulta cursando fp de farmacia.Ojalá esto se hiciera realidad... pues siguen mandando tareas y trabajitos eternos que muchas veces consiguen estresarnos y perder la motivación.
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