¿A QUIÉN SEGUIR EN LINKEDIN COMO DOCENTE DE FP?

miércoles, 30 de abril de 2025

 

linkedin y formación profesional

 

El otrora famoso Entorno Profesional de Aprendizaje, también llamado PLE, surgió en su día como una metodología personal para seguir aprendiendo a nivel personal y profesional, a la vez que se compartían los conocimientos adquiridos y las experiencias o recursos acumulados a lo largo de la larga carrera docente. Uno de sus pilares, la red social de aprendizaje, incluiría a aquellas personas que nos aportan recursos, experiencia, reflexiones o cualquier otra enseñanza afines a nuestra área profesional. Cuando se puso de moda este término, hace ya más de dos décadas, las redes sociales comenzaban a emerger. En 2006 surgió Twitter (rebautizado ahora como "X"), que pasó a ser la red por excelencia de los docentes que se animaban a compartir y entablar relaciones en un clima profesional y a su vez amable. Con el señor Musk, aunque también algo antes de su adquisición, pasó a ser principalmente un tablón de anuncios con no demasiadas interacciones o destinada a aquellos con fuerzas para la discusión permanente. A pesar de que aún es útil para estar informado o actualizado en ciertos temas; siempre que seas riguroso a la hora de filtrar contenidos y perfiles insustanciales.

 

Ahora, en mi opinión, este PLE se puede nutrir mucho mejor de otra red social, todavía más antigua pero que ha crecido enormemente en los últimos años: LinkedIn. Apareció en 2003 y, tras su adquisición por Microsoft, continúa incrementando sus usuarios hasta los más de mil millones de personas que pueblan esta red en la actualidad. Una barbaridad que no ayuda demasiado a filtrar perfiles que sean de interés para el crecimiento profesional o para aquellos que lo utilizan como fuente de empleo o de potenciales clientes. A los que nos dedicamos a la Formación Profesional es, sin duda alguna, un espacio muy provechoso tanto para aprender de otros compañeros docentes como para estar al tanto de la actualidad del sector de nuestra familia profesional. Asimismo, es un excelente medio para mantener contacto con antiguos alumnos, ya titulados, o conocer perfiles de empresas de interés para nuestro alumnado actual y su formación práctica o futuro empleo. 

 

También tiene sus peros, como no podría ser de otra forma. Como todas las redes, tiene su punto de seducción digital para mantenerte en constante conexión en su aplicación a través de las distintas e incesantes notificaciones (conviene desactivar las menos relevantes). Además, el ruido digital de esta red, de carácter originalmente profesional, a veces se desvía a otras cuestiones algo más mundanas (por llamarlas de alguna forma). Igualmente, es fácil tropezarse con contenidos generados toscamente por la IA para ganar usuarios a costa de nuestro tiempo. La solución más fácil, para evitar estos inconvenientes, pasa por dejar de seguir a ciertos usuarios o silenciar sus notificaciones (opción "No me interesa"). 

 

Pero vamos al meollo de este artículo: ¿A quién seguir en LinkedIn como docente de FP? Hay muchos perfiles en esta red, como comentábamos anteriormente, y seguro que me dejo unos cuantos en el tintero o no he tenido aún la suerte de tropezarme con algunos. Sea como fuere, tras unos años de convivencia por esta red social profesional, puedo ofrecer una selección (¡sin contraprestación económica alguna!😉) para aquellos que os dedicáis a la docencia o la gestión en la Formación Profesional:

 

  1. CaixaBank Dualiza: excelente espacio de esta iniciativa de la entidad bancaria que ofrece numerosos estudios, informes, formaciones en abierto sobre asuntos de interés para el profesorado de FP o responsables educativos.   
  2. Cedefop: el European Centre for Vocational Education and Training (VET) es la agencia de la UE dedicada a la FP, competencias, aprendizaje y cualificaciones.
  3. EfVET: asociación a nivel europeo para proveedores de formación profesional (technichal, vocational education and training) que ofrece recursos, talleres y eventos relacionados con temas de actulidad e interés para cualquier interesado en FP. 
  4. Santiago García Gutiérrez: Secretario General de la Confederación Española de Centros de Enseñanza. Conocedor excelente de la FP a lo largo de todo el país a nivel de normativa y gestión de centros. 
  5. Nuria Ferré: docente de FP, muy activa, que comparte 
  6. FPEmpresa - Asociación de centros de FP: probablemente la asociación española que más centros educativos de FP públicos y privados engloba y que organiza habitualmente jornadas, encuentros y formaciones dirigidas principalmente al profesorado de los centros asociados.
  7. FP Innovación: iniciativa que ofrece recursos, espacios y organización para formar de manera integral al alumnado de FP. 
  8. Fundación Bertelsmann: entidad que lleva a cabo proyectos pioneros en favor de la Formación Profesional dual, la prientación Profesional y el desarrollo de los tutores de empresa.
  9. Pablo Peñalver: docente con muchos años de experiencia e iniciativas relacionadas con el emprendimiento y la transformación de las aulas de formación profesional.
  10. Marta Rivas Gayol: docente y magnífica conocedora de la formación profesional para el empleo (ahora integrada en la nueva FP), del diseño evaluativo y las normativas que giran en torno a esta etapa.  
  11. Patricia Santos Campos: docente de FP, conocedora de la legislación educativa y experimentada formadora sobre proyectos de innovación.
  12. Fernando Soler Parra: divulgador de legislación educativa, principalmente a través de su conocido canal de YouTube donde comenta principalmente la actualidad efepera.
  13. Miguel Ángel Roda: docente de FP con interesantes proyectos formativos donde se pone en valor la digitalización y sus conocimientos técnicos. 
  14. Tknika: pionero centro de Investigación Aplicada de la Formación Profesional del País Vasco. 
  15. Noemí Zambrana: docente de Hostelería y Turismo con muchos proyectos en las aulas de FP donde muestra su creatividad y aprendizaje permanente.

 

¡Espero tus recomendaciones al respecto! Con o sin PLE, compartir recursos de calidad actualmente es una labor muy valiosa, además de poco reconocida y fomentada. En estos tiempos de IA, las aportaciones personales, la experiencia y la reflexión educativa, se han vuelto imprescindibles para no caer en la mediocridad. Son muchos los profesionales en el ámbito de la FP que pueden aportar en este tipo de redes o foros público en cualquiera de los formatos que hoy en día nos ofrecen los medios digitales. Espero encontrarte por LinkedIn o, aún mejor, en algún evento donde se pueda conversar y escuchar sobre educación y formación profesional.

¿CUÁNTO LEEMOS EN FP?

miércoles, 23 de abril de 2025

 

LEER EN FP

 

El placer de leer en cualquier lugar o momento, la afición a visitar librerías o bibliotecas, reseñar libros, seguir a escritores por las redes o desde los clubes de lectura, son algunas de las muchas actividades relacionadas con el mundo de las letras que también podemos promover desde la formación profesional. A pesar del empeño, reconozco que es fácil caer en el desánimo cuando las buenas intenciones se dan de frente contra esa ociosidad dedicada a visionar vídeos e imágenes de consumo instantáneo; o cuando la programación del aula absorbe todas tus horas lectivas; o cuando no hay un impulso decidido desde los centros educativos y las administraciones públicas. Porque leer con detenimiento se ha tornado una tarea improbable a no ser que sea una exigencia de la evaluación escolar.

 

Aún así, me quedo con esas iniciativas donde obtuvimos fondos para ampliar una biblioteca escolar en creciente desuso y con escasos títulos actuales. También me quedo con las experiencias que me han permitido conocer qué desean leer los más jóvenes o las posibles razones de su indiferencia hacia la lectura. Hay mucha literatura al respecto y muchos profesionales que se dedican a investigar estas cuestiones relevantes ayer y hoy: Gemma Lluch, Daniel Cassany o Lalo Salmerón son autores imprescindibles para acercarse a la lectura dentro del mundo educativo. En FP, salvo iniciativas puntuales, hay escasas experiencias o estudios al respecto. Sin desmerecer el esfuerzo de los docentes que se preocupan de ofrecer o recomendar tiempos para esta siempre oportuna ocupación.

 

Tal vez, en un futuro dominado por la inteligencia artificial, el empobrecimiento mental se ha vuelto más probable. La acción de cortar y pegar es cada vez más sencilla y plausible (al menos formalmente). Pero creo firmemente que, aquellos que se han cultivado a nivel literario, los que son lectores habituales de los medios de comunicación, o esos que son capaces de disfrutar de una lectura profunda; atesoran un valor añadido y diferencial a nivel profesional frente al resto de individuos. Leer no nos hace mejores personas (aunque los estudios sugieren que la afición a las novelas nos vuelven más empáticos) pero sí más competentes en muchas tareas profesionales. Tenemos la excusa perfecta para fomentar esas bibliotecas escolares, usualmente dirigidas desde el voluntarismo o el empeño personal, para que nuestro alumnado de FP adquiera no solo competencias blandas (como la empatía) sino que podamos reforzar esas habilidades comunicativas (y comerciales) que se demandan en muchos puestos de trabajo. La cultura, sin duda alguna, refuerza cualquier candidatura. 

 

Y no se trata de confrontar la lectura con otro tipo de actividades también enriquecedoras. Escuchar podcasts, visionar películas o documentales, o ciertos videojuegos, son también fuente de crecimiento personal y profesional. Sin embargo, en esta ocasión insisto que, como docentes, podemos no solo dar ejemplo como lectores habituales, sino que además es posible buscar cómplices en los claustros o emprender actividades donde los libros sean también los protagonistas de nuestros módulos. Esas nuevas optativas que se incluyen en la nueva FP, el proyecto intermodular o cualquier otro módulo profesional, son una oportunidad para seguir creando lectores. Desde los centros educativos de FP tenemos quizás la última oportunidad de fomentar la lectura en aquellos que, por disfrutar de un menor capital cultural, no la consideran interesante o atractiva.


Desde los equipos docentes, también es importante compartir lecturas; ya sea a través de artículos, ensayos o novelas relacionadas en mayor o menor medidas con la educación. Las lecturas pedagógicas, por experiencia personal, no son demasiado solicitadas en nuestro limitado universo docente. Puede que también hayamos caído en las lecturas encapsuladas en aceleradas formaciones digitales, vídeos sinópticos, o simplemente, la vida laboral no ofrezca la desocupación suficiente. En donde focalizamos nuestros esfuerzos, a nivel formativo y profesional, no es un asunto menor. Y mira que tenemos experiencia sobrada en mil y una minucias a las que hemos dedicado un excesivo tiempo. 

 

Comencemos por la parte más fácil. Es sencillo recomendar libros a nuestros jóvenes estudiantes de FP. Es asequible sugerir o solicitar lecturas de artículos. Cuesta poco trabajo organizar alguna visita a la biblioteca del centro o del barrio. Es viable pedir consejo a otros compañeros, compartir lecturas en el claustro, enviar o publicar reseñas literarias, o adquirir algún que otro libro que sea de interés para el debate y una reflexión desde el conocimiento y con otros puntos de vista. Aunque soy consciente que no es tarea menor competir con la serie televisiva del momento o con el estudio del manual o libro de texto que nos toca impartir cada curso.

 

Con el ánimo de ser congruente con estas últimas líneas, os recomiendo algunos títulos de los autores arriba mencionados junto a otras lecturas personales que publico esporádicamente desde mi cuenta de Instagram:

 

Gemma Lluch 

Daniel Cassany 

Competencia lectora en el siglo XXI. Dosier Graó 

 

Aprovecho la ocasión para incluir mi modesta contribución a las lecturas específicas sobre la Formación Profesional: con el libro "Aprender en la nueva FP" editado por Graó el pasado mes de octubre. Si los has leído o te animas a su lectura, estaré encantado de leer tus comentarios.

 

Foto de Noufal Salih en Unsplash

DESPROGRAMAR LA FP

lunes, 14 de abril de 2025

 

DESPROGRAMAR LA FP

 

Probablemente, este año, la programación de cualquier módulo de primer curso de aquellos ciclos formativos que han sufrido las modificaciones de la nueva ley de FP, debe haber padecido también alguna que otra merma. Ya sea por la dualización de los ciclos, que suele afectar a la mayoría de módulos, o por la variación de la carga horaria. La diferencia radica, como suelen argumentar los críticos al sistema, en la imposibilidad temporal de abarcar los contenidos y las unidades formativas donde aquellos se engloban. Quizás, la costumbre nos marca unos currículos donde lo que figura en el papel nos parece imprescindible o que, con el paso de los cursos, ya hemos interiorizado esa programación como algo no negociable y vital para el alumnado. 

 

También, posiblemente, los estudiantes de FP, durante su formación en las empresas (FE) u organismos equiparados, no alcanzarán todos esos resultados de aprendizaje que, de forma optimista hemos reflejado en su itinerario formativo personalizado y que ahora no trabajarán en las aulas. Y algunos de nosotros, como docentes, tendremos esa mala conciencia de no haber trabajado suficientemente esos RA que ahora, en mayor o menor medida, o de ningún modo, serán adquiridos con ayuda del tutor/a de la empresa colaboradora. El papel y los boletines oficiales todo lo aguantan. Este año, con colocar a todo el alumnado de primer curso, ya nos habremos dado por satisfechos. ¿Quién dirá si falta una parte u otra de ese u otro RA? Tal vez sea el momento de depurar currículos y quedarnos con lo que realmente importa. Así como evitar prácticas insustanciales que no aportan gran valor. 


Pero el sistema, afortunadamente, y a pesar de nuestras rutinas, nos deja hacer y deshacer. Los inspectores educativos suponemos que dejarán pasar estas u otras omisiones. ¿No había que ser flexible? Si queremos adaptarnos a un sistema que aboga por la innovación y un mayor acercamiento al mundo real de la empresa, deberíamos cambiar el chip. Ese chip que ahora es un procesador de última generación con el que deseamos trabajar pero haciendo más de lo mismo y a pesar la engañosa aceleración y dependencia de la IA. Corremos el peligro de perder el tiempo haciendo papeles y ocupándonos de los trámites, mientras no valoramos en su justa medida los aprendizajes que obtendrán los estudiantes gracias a la dualización. Evidentemente, como en cada cambio de modelo, nos toca superar la prueba y el error; ahora tratamos de salvar la papeleta y cumplir ese mínimo que la normativa marca y que tantos desvelos ocasiona. 

 

Me gusta ser optimista. Sin embargo, seguimos con prisas y visión de futuro cuando planteamos unos cambios que deben transformar la FP a corto plazo. Como al principio comentaba, continuamos entendiendo la enseñanza como algo estanco donde lo más importante es cumplir con la programación, un horario establecido  y donde la coordinación a menudo queda como algo impostado y molesto en el quehacer diario. Es difícil transformar una titulación si mantenemos todo constante menos esos RA que repartimos a nuestro aire. La organización académica, junto a unas normativas poco generosas o valientes, no hacen más que demorar ese cambio por el que apuesta la nueva FP. Es momento de trabajo real en equipo y esa coordinación que demandamos al alumnado. Y eso requiere tiempo, estimados docentes. 


Las nuevas formas de trabajo, la digitalización y las tecnologías emergentes, o esas otras competencias que interesan a los empleadores o emprendedores actuales, no son nuestro punto fuerte en la práctica profesional. Disculpad la generalización. Bastante tenemos con resistir los envites del alumnado más desafiante, las nuevas responsabilidades o la incertidumbre que cada curso afrontamos. Y las metodologías, a pesar de másteres y la vacilante formación docente, siguen teniendo mucho recorrido. Al igual que esas evidencias educativas sobre las que ya tenemos un manifiesto de numerosos investigadores. Demasiado bien salen las cosas teniendo en cuenta todos estos obstáculos. Y ahí seguimos enfrascados en esas inercias donde el mejor horizonte se baña en el período vacacional. Nada nuevo bajo el sol...

 

El verdadero hándicap lo vamos a tener con aquellos que se desmotivarán ante tanto vaivén. Si una temida crisis económica no lo esconde (ojalá no la veamos), van a ser unos cuantos los que renuncien a este guirigay que tensiona el ambiente laboral, con sus crecientes bajas, a cambio de ninguna mejora profesional. Van a ser necesarios muchos alicientes y políticas que pongan en valor a los ya motivados para que el sistema no solo se transforme sino que además se mantenga en ese crecimiento sostenido al que nos hemos acostumbrado. Los gestores de personal, y no los burócratas administradores; los innovadores con conocimiento, y no los de las ocurrencias; los previsores atrevidos, y no los complacientes continuistas; son quienes pueden mover este sistema con mucha mano izquierda y los recursos necesarios. 

 

Foto de Andrey Matveev en Unsplash

TIEMPO DE CAMBIO Y DECISIÓN EN LA FP

lunes, 7 de abril de 2025

 

TIEMPO DE CAMBIO Y DECISIÓN EN LA FP

 

A cierta edad te pueden empezar a importar poco ciertos asuntos a nivel profesional. Puedes mirar con nostalgia a esos jóvenes risueños que, sin saber que están en la flor de la vida, se lamentan por el examen de turno o el madrugón habitual. Todavía no entienden que el confort era esto. Sin embargo, a pesar de la edad, hay quienes no nos resignamos con la tarea que se nos encomienda y queremos ver progresar la preparación de nuestro alumnado y los recursos disponibles con mayor celeridad. A pesar de los años, no nos da todo igual. Aunque ahora te sube la tensión o callas para evitar dolores de cabeza.

 

La carrera docente se torna más larga de lo que parece. Si echas la vista atrás, parece que todo ha cambiado mucho, pero no hace tanto que nos preocupábamos por similares motivos: comportamiento del alumnado, burocracia, horas lectivas, materiales, etc. Somos profesionales reincidentes pero el futuro se nos antoja ahora más complejo; las mismas responsabilidades pero nuevas preocupaciones en un entorno donde la normativa todavía no está clara y las interpretaciones ocasionan decepciones. Y ahora, la nueva FP también conlleva conflictos además de esas nuevas tareas que no parecen contemplar todavía la reestructuración y medios necesarios para los centros educativos y sus departamentos profesionales. 


Mantener la moral alta no siempre es fácil. La minoría ruidosa nos ayuda a tomarnos la docencia con un mayor ánimo. Poco se valoran las figuras que, con dedicación y devoción, emprenden proyectos en sus centros educativos como una forma de realización personal e ilusión por la formación profesional. Solo hace falta ver al profesorado que se embarca en los campeonatos (skills) de la FP a nivel autonómico, nacional e internacional. O las iniciativas donde se comparten recursos específicos para la FP con el fin de transformar una etapa que está de moda pero que corre el peligro de convertirse en un lugar de paso. Y los congresos educativos se asemejan a un oasis donde calmar la sed ocasionada por la rutina escolar. 


Está bien empezar haciendo para luego ver qué pasa. Pero, si no entendemos el objetivo que persigue la transformación del sistema de FP, acabaremos con más de lo mismo pero con más faena y desmotivación. Creo que, esa repetida falta de pedagogía, sigue incrustada en el quehacer diario. Las diapositivas y las normativas que llegan con retraso, lo aguantan todo. Si no cambiamos la mirada, tanto organizativamente como a nivel curricular, solo cosecharemos otra FCT ampliada, nuevos módulos por compromiso, una investigación aplicada irrisoria y un cambio metodológico anecdótico. 

 

El panorama mundial cambia. Algunos predicen una vuelta atrás. Habíamos conseguido vivir medianamente bien, y ahora, a pesar de que las posibilidades de empleo son mayores, la precariedad es una costumbre laboral. Si el panorama no cambia, hará falta mucho más compañerismo y menos parcelas protegidas; además de líneas de actuación sensatas para un futuro que está en entredicho. Los clarividentes no se dedican solo a hacer papeles mientras tratan de mantener el status quo. Ni tampoco se empeñan en culpar a las nuevas generaciones o los políticos de turno. Hacen y deshacen. Pero, sobre todo, siguen creando. El papeleo solo agota. 

 

Por suerte, la vida continúa, y la mayoría de jóvenes profesores se aproximan a la docencia con ilusión. No los quememos. No hay nada peor que un docente desmotivado o apalancado esperando, sin iniciativa, a que transcurra el curso sin pena ni gloria. Aunque la cultura escolar y la costumbre no lo faciliten, los profesores somos mucho más interdependientes de lo que creemos; nuestra intensa labor diaria es menos agotadora cuando sabes que cuentas con un compañero, compartes fatigas, y se aporta con criterio y humildad en lugar de poner excusas o mirar solo el interés personal. Y el camino, con más o menos años por delante, se puede volver tortuoso en lugar de cuesta abajo si no lo emprendemos con cierto riesgo, filantropía, reflexión, conocimiento y sin temor al conflicto o al qué dirán. El tiempo proveerá. 


Foto de Noah Silliman en Unsplash
Con la tecnología de Blogger.

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