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CÓMO IMPLICAR AL PROFESORADO EN LOS PROYECTOS INTERMODULARES

martes, 4 de marzo de 2025

 

PROYECTO INTERMODULAR FP

 

Retos, proyectos, trabajo colaborativo y en equipo, digitalización, creatividad, innovación, intermodularidad, metodologías, emprendimiento, evaluación, sostenibilidad... y así podríamos seguir con una larga ristra de términos que vienen a complicarnos la exigente tarea docente que llevamos a cabo en las aulas. La nueva ley de FP y las normativas que la desarrollan nos plantean desafíos y alternativas para que nuestro alumnado sea más competente. Todos buscamos esa mejora de los aprendizajes y que la enseñanza se acomode a los tiempos que corren. Sin embargo, implicar al profesorado en el diseño, planificación, desarrollo y evaluación de los retos no es tarea fácil. ¿Cómo lo hacemos? ¿Estamos convencidos al respecto?

 

Tenemos argumentos de sobra para seguir con nuestra dinámica habitual de clases, donde, por mucho que se critique a la innovación educativa de cada momento, lo habitual es explicar, hacer tareas o prácticas, corregir y poner exámenes. Nada nuevo, ni nada que objetar. Ahora bien, el nuevo sistema de FP nos exige un replanteamiento de la metodologías; lo podemos tomar como una imposición o como una oportunidad. Visto el trabajo que exige, solemos tomarlo como una responsabilidad más que tenemos y no como un desafío para hacer algo distinto que también nos motive a nosotros. Quizás, el enfoque de los proyectos no debiera ir solo dirigido a la motivación del estudiante. Probablemente, lo digo por experiencia, es más fácil enredar a los alumnos cuando nosotros también estamos ilusionados con los retos que planteamos. La motivación del docente es la eterna olvidada. Al igual que un mayor reconocimiento de su trabajo, tanto por parte de otros colegas como por los responsables educativos.

 

Sin duda, es necesaria una cultura de trabajo en equipo y de coordinación docente para introducir este tipo de metodologías donde colaboran docentes de distintos módulos de un mismo ciclo formativo. El liderazgo del equipo directivo y la promoción de este tipo de enseñanza, junto a otras opciones metodológicas, es también fundamental para favorecer su implementación. Predicar con el ejemplo suele funcionar, pero es además útil ofrecer recursos materiales y organizativos para aquellos que se embarcan en un proyecto retador que conlleva una carga de trabajo adicional. Sin olvidar ciertas dosis de generosidad, modestia y prudencia con los compañeros. Así como conocer experiencias contrastadas de otros centros y leer más al respecto.

 

Ahora, con el nuevo módulo del proyecto intermodular, debiéramos aprovechar la chance para potenciar este tipo de trabajo en equipo donde se incluyan diferentes resultados de aprendizaje y donde la creatividad nos lleve a diseñar aquellos proyectos colaborativos que nos ilusionen tanto al equipo docente como a los estudiantes. Y no es sencillo, desde luego. Son necesarios muchos momentos de reflexión, conversación y consenso para diseñar esos retos que, quizás, lleguen a ser memorables para alguno de nuestros estudiantes. Es imprescindible también una mínima formación docente al respecto. Conocer las herramientas y el sentido de una evaluación formativa, cómo podemos enseñar mejor o qué recursos son adecuados, es fundamental para no caer en las ocurrencias o fracasar por un exceso de faena o falta de convencimiento personal. 

 

Aprovechemos pues este nuevo módulo para implementar este tipo de trabajo que, tanto a nivel de centro educativo, como para adquirir otras competencias adecuadas a un entorno profesional real, es una coyuntura que no debemos desaprovechar. Pero comencemos a dar buenos motivos al profesorado de FP. La ocasión lo merece.  

 

Foto de yassine rahaoui en Unsplash

LA NUEVA FP: ¿QUÉ NOS INTERESA A LOS DOCENTES?

sábado, 17 de febrero de 2024

 


En breve vamos a sufrir o disfrutar las consecuencias de la nueva Ley de FP aprobada en el año 2022 y desarrollada el pasado año a través de un Real Decreto. A medida que se van aproximando los cambios previstos va in crescendo el interés de los docentes sobre cómo pueden verse afectadas sus funciones. ¿Qué pasa con mis módulos? ¿Qué hay de esa FP dual que ahora se generaliza? ¿Cómo quedan los currículos oficiales de los títulos? ¿Qué ocurre con la FCT, FOL o el PFC? Todos, de una u otra manera, tememos ver alteradas nuestras dinámicas y un trabajo al que tenemos cogida la medida. Sospechamos que la zona de confort no va a verse ampliada sino que más bien acabaremos desalojados de la misma.

De forma muy resumida, podemos ver algunos aspectos destacables que van a verse afectados con esta nueva Ley y su teórica aplicación para el próximo curso 2024/2025:
 

  • Unificación de la oferta formativa. La FP se erige ahora como un sistema integrado que abarca la formación para empleados, desempleados, y aquellos estudiantes que se deciden por esta etapa. La nueva estructura está compuesta por distintos grados: desde la A hasta la E, la FP se despliega ofreciendo desde acreditaciones parciales hasta especializaciones. Cada grado es un peldaño que el estudiante puede ascender, acumulando competencias y calificaciones específicas.
  • Reconocimiento flexible de aprendizajes. La formación recibida no es un camino lineal sino modular, permitiendo que el aprendizaje previo sea capitalizado y reconocido, reduciendo así la redundancia y fomentando la eficiencia educativa.
  • Actualización curricular. La reforma trae consigo una actualización significativa en los currículos de los ciclos de grado básico, medio y superior, incluyendo nuevos módulos enfocados en habilidades digitales, sostenibilidad y empleabilidad. Se introduce en todos los ciclos el "proyecto intermodular", uniendo teoría y práctica a través del aprendizaje colaborativo y por proyectos.
  • Dualidad como norma. La FP se rediseña bajo un modelo dual, implicando una colaboración más estrecha entre centros educativos y el mundo laboral, con una porción significativa del aprendizaje realizándose en empresas en cada curso de los ciclos y un mayor número de horas de prácticas que afectaran a la organización horaria de algún modo.
  • Adaptaciones para la diversidad. Se establecen modalidades de formación presencial, semipresencial y virtual en la oferta de ciclos formativos, así como una oferta modular para atender a las necesidades educativas especiales a través de adaptaciones metodológicas.
  • Compromiso con la calidad. La normativa introduce medidas para mejorar la calidad de la formación, incluyendo la reducción progresiva de ratios alumno/profesor, la promoción de la innovación y la investigación, y el fortalecimiento de los servicios de orientación profesional.


Para conocer en más detalles estos cambios son muy clarificadores los materiales publicado por Caixabank Dualiza y FPEmpresa. También vale la pena echar un visualizar atentamente los vídeos del canal de Youtube de Teacher MrSoler al respecto de cómo nos afectan estos próximos cambios a nivel docente y en las programaciones de los módulos.

Lo que parece claro es que este nuevo escenario va a conllevar una reestructuración de los ciclos y de las horas que cada especialidad tiene ahora atribuidas en los ciclos formativos, así como todo parece indicar que el proceso certificador de los distintos grados implicará una carga administrativa mayor a las entidades involucradas en la formación. Nos falta además por ver el distinto desarrollo normativo que hará cada comunidad autónoma y los recursos que cada administración educativa aportará para implementar las pretendidas mejoras de esta nueva Formación Profesional. 

 

A nivel docente lo que realmente nos importa es cómo quedarán los módulos que ahora impartimos y saber cuándo, y verdaderamente, se actualizarán las competencias, los resultados de aprendizaje y los criterios de evaluación en los que debiera basarse una renovada programación didáctica. Suponemos que todo no será un mero cambio de libros de texto. Veremos si se hace a tiempo y con la debida sensatez, si se mantiene la vista puesta en lo que necesitan los estudiantes para su inserción profesional de un modo flexible a la vez que riguroso. También estaremos expectantes por saber si se contemplan recursos (mediante horas disponibles) para impulsar la investigación aplicada, la innovación, la internacionalización o el emprendimiento al que hace referencia la nueva normativa. Si todo se queda en un cambio de cromos, o en una mayor carga burocrática para los centros educativos, habremos perdido la oportunidad de transformar verdaderamente esta etapa educativa. Confiemos en que las modificaciones en la ordenación académica y dotar de una mayor autonomía a los centros educativos resolverán ciertas trabas a las que nos enfrentamos hoy en día. Suponiendo también una gestión más eficiente de los recursos. 


Espero igualmente que las distintas administraciones autonómicas compartan recursos (programaciones, materiales didácticos, metodologías, etc.) e inviertan sin caer de nuevo en diferencias injustas tanto para los estudiantes como para el profesorado según cursen la formación en una u otra región. Queremos dar clase con instalaciones y herramientas adecuada y necesitamos además estar al tanto de aquellas metodologías e investigaciones que mejoran el aprendizaje del alumnado. Tampoco estaría mal aprovechar esta ley para contemplar el desarrollo de la carrera docente; una mejora más necesaria que nunca en un entorno profesional donde comienzan a escasear los perfiles docentes en muchas especialidades. Veremos.


Foto de Diane Picchiottino en Unsplash

EXPLICAR PARA ENSEÑAR Y APRENDER MEJOR

martes, 25 de octubre de 2022

Es curioso como muchos alumnos demandan cada vez más explicaciones (vaya, lo que llamamos dar clase) cuando se enfrentan a temas complejos. La mesa del profesor no puede ser nuestra madriguera. El aprendizaje por descubrimiento puede ser útil cuando nos enfrentamos a cuestiones relacionadas con la creatividad o en áreas donde ya tenemos cierto poso de información además de un interés previo. 

 

Erramos, a mi parecer, cuando demandamos tareas en las que lanzamos a la aventura al alumnado suponiendo que serán capaces de resolverlas con una simple búsqueda en internet y debatiendo al respecto con sus compañeros de equipo. Las herramientas que les prestamos deben ir acompañadas de unas buenas instrucciones; orientaciones sobre qué y cómo alcanzar esos resultados esperados; reglas para que aprendan a manejarse con autonomía sin ser dejados como buenos salvajes que no necesitan de nuestra influencia. Y un feedback útil y preciso. 


Y al profesorado nos pasa algo parecido. Pretendemos innovar sin haber leído, estudiado, escuchado o investigado profundamente sobre aquellas prácticas que deseamos poner en práctica. Nos movemos demasiado por oídas y por lo que nuestro supuesto sentido común nos dice. No es raro escuchar ocurrencias del momento cuando se debate en la escuela. Ideas caprichosas que atienden a modas, opiniones sin fundamento o comentarios de pasillo. Y también necesitamos explicaciones, con cierta base intelectual, para encontrar esos resultados que mejoran el aprendizaje y la motivación del alumnado. Muchas probaturas cuando está casi todo inventado pero necesitamos descubrir ciertas prácticas a través de nuestros pares y con ayuda de la investigación docente. No solo de Google debiera vivir el docente. 


Lo fácil es mandar hacer un podcast, pedir una presentación o grabar un TikTok. Más difícil es dar las pautas para que se realicen convenientemente e invertir bien el tiempo en dar las explicaciones para que puedan ser elaboradas con cierta destreza y cumpliendo los objetivos previamente planteados. Por eso, cuando llevamos a cabo un proyecto en el aula (llámese ABP, retos o problemas) nunca están de más unas buenas explicaciones antes y durante su ejecución; ya sean por parte del profesorado o expertos ajenos al aula. Exigir la construcción de artefactos digitales, cuando nosotros no controlamos su diseño y producción, es un tanto incongruente.

 

Por ello, también los profesores agradecemos un buen curso presencial donde se nos ayude a comprender una u otra metodología; donde se nos argumente y den recursos masticados con experiencias reales del aula; donde no todo sean vaguedades y un positivismo que poco nos aporta a nuestro día a día. Para escuchar frases fantásticas tenemos las redes sociales. Personalmente, pese a ciertas incomodidades de la presencialidad frente al aprendizaje a distancia, entiendo mucho más efectiva la formación en un aula donde el ponente explique con soltura y sin dejarnos a solas para investigar y practicar lo que podemos hacer en casa. Un buen acompañamiento tiene un valor inestimable en cualquier acción formativa. 

 

Porque si queremos pensamiento crítico y creatividad, además de aprendizaje continuo, debemos asegurar un sedimento de experiencias culturales y científicas donde un buen profesor o profesora es capaz de explicar su tema a la vez que conecta con los alumnos. Iniciar la enseñanza con ocurrencias o decenas de tareas en un aula virtual es coger el atajo hacia la intrascendencia. Conversar, leer, y, a la postre, sintonizar con los intereses del estudiante, nos supone un viaje más costoso pero más fiable si queremos que aprendan. Y eso también requiere emoción. 


EXPLICAR PARA ENSEÑAR Y APRENDER MEJOR

CÓMO MEJORAR EL APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS EN FP

miércoles, 6 de julio de 2022

El debate sobre las virtudes de la instrucción directa (bien entendida) frente a un aprendizaje basado en la indagación o el descubrimiento no debiera caer en una confrontación de dos formas distintas de ver la enseñanza que realmente se complementan. Asimismo, a nivel de Formación Profesional, a pesar del carácter eminentemente práctico de los distintos módulos de cada ciclo formativo, no debiéramos caer en el error de plantear un modelo único con base en las llamadas "metologías activas" sin tener en cuenta las bondades de la también llamada instrucción explícita. 

 

No debiéramos creer esa falsa sentencia de que el saber está en Google y tan solo necesitamos ser capaces de encontrar la respuesta correcta para resolver un problema cualquiera. Como si la capacidad de pensamiento crítico, tan demandada actualmente, se desarrollara tan solo siendo un genio de los buscadores de Internet. La misma traba tenemos con el aprendizaje basado en proyectos o en retos donde el estudiante debe buscar soluciones o plantear un producto final a través de una indagación y una serie de tareas que debiera ser capaz de realizar de forma autónoma y en un equipo de trabajo. Porque, ¿es suficiente con esa labor de acompañamiento del profesorado?, ¿dónde quedan las explicaciones, los modelos, los ejemplos, las demostraciones?, ¿no sería útil considerar este tipo de instrucción antes de diseñar un proyecto de aprendizaje?

 

mejora del ABP en FP

No podemos olvidar que "los estudiantes aprenden más cuando les enseñan profesores muy metódicos que se enfocan en los contenidos y actividades académicas. Los profesores más efectivos también maximizan el involucramiento de los estudiantes con estas actividades, haciendo uso de reglas y procedimientos; y siendo «omnipresentes», lo que significa monitorear regularmente y examinar la sala de clases para abordar los problemas de raíz antes de que escalen en complejidad." (Good y Brophy, 2008). Vale la pena recalcar esa "omnipresencia" del profesorado como una variable fundamental en cualquier proceso de enseñanza y aprendizaje. Algo de sobra conocido, de sentido común y valorado por la inmensa mayoría del alumnado.


A menudo nos ponemos a diseñar proyectos (en formato ABP o retos) de un modo más o menos cerrado, los objetivos bien fundamentados, con sus tareas definidas y con todas las herramientas necesarias para que los estudiantes resuelvan el problema o reto planteado; sin embargo, no consideramos si los conocimientos y competencias previas del alumno son suficientes o si el equipo docente es también capaz de solventar el desafío lanzado y posee esas habilidades demandadas (digitales, técnicas, blandas...). 


Por todo ello es fundamental que el profesorado transmita personalmente los contenidos y que se incluyan los ejemplos necesarios para que el alumno sea luego capaz de dominar por sí mismo la materia. Ejemplos y demostraciones que luego, a través de los retos planteados, pueda poner en práctica para demostrar las competencias adquiridas. Por ello, entiendo el diseño de los proyectos de aprendizaje como una oportunidad para poner en valor los conocimientos adquiridos, así como un modo de "práctica de recuperación" que ayuda a consolidar el aprendizaje a lo largo del tiempo. Interesante guía práctica al respecto en este artículo del blog de la editorial Aptus. Hacer el esfuerzo de recuperar conocimientos y habilidades adquiridas a través de los proyectos es un método eficaz para esa mejora deseada del aprendizaje. Saber poner en valor esos conocimientos adquiridos es un factor motivacional para unos estudiantes que se sentiran más competentes y confiados. 


Además de la necesidad de esa instrucción directa previa, durante el desarrollo de los proyectos debemos ofrecer una retroalimentación (feedback). El modelo "yo, nosotros, ustedes", que formula Sarah Barker en el libro sobre "Instrucción directa" de Adam Boxer, deja clara la importancia de que el docente (yo) presente unos modelos que luego sean trabajados juntos a los estudiantes (nosotros) ejerciendo el profesorado como guía, y luego ellos (ustedes) sean capaces de resolver autónomamente. Por ello, la calidad de la retroalimentación ofrecida, no a través de calificaciones númericas sino a mediante comentarios y la posibilidad de hacer y rehacer hasta mejorar las tareas demandadas, es esencial durante la ejecución de cada proyecto. 

 

Por otro lado, cuando evaluamos al alumno y a los equipos de trabajo, estas valoraciones deben ser fundamentalmente individuales. Es posible que algunos aspectos deban ser valorados según las entregas de cada equipo de trabajo; pero es imprescindible ofrecer unas valoraciones cualitativas a cada estudiante más allá de una mera calificación numérica con décimas y centésimas donde el alumno solo busca una nota final. El diseño de una rúbrica, dirigida y expuesta al alumno previamente, debe medir el logro de los objetivos planteados y la reflexión del estudiante sobre su propio aprendizaje.

 

Tal vez es hora, también en la Formación Profesional, de replantearnos el constructivismo imperante para dar paso a una enseñanza basada en unos conocimientos técnicos profundos y seleccionados según su utilidad, que luego puedan ser utilizados en simuladores o en la práctica real de las empresas. Sin dejar de lado toda esa creatividad, trabajo en equipo y valores que tenemos la oportunidad de incluir en el diseño de un buen proyecto de aprendizaje. Pero con conocimiento, por favor. 


Foto de Minator Yang en Unsplash

Aprendizaje Basado en Proyectos en FP

jueves, 18 de marzo de 2021

A lo largo del tiempo de vida de este blog, así como durante mi trayectoria docente, han sido muchas los ocasiones donde he podido narrar y disfrutar junto a los estudiantes y compañeros docentes con distintos proyectos de aprendizaje diseñados para los ciclos formativos donde trabajo. 


La Formación Profesional es una etapa donde la metodología de ABP es en la práctica algo inherente a estos estudios. Con el ABP podemos trabajar todas las competencias técnicas y transversales que precisa un futuro técnico o técnica en FP. Así como las competencias digitales o esas soft skills que son imprescindibles para la empleabilidad del alumnado. 


Conocer el marco teórico en el que nos movemos, las oportunidades que nos brindan otros profesionales, las herramientas que facilitan este aprendizaje, los artefactos digitales que podemos construir, la creatividad necesaria, las distintas formas de evaluación o la necesidad de un trabajo en equipo desde el propio departamento; son algunas de las peculiaridades que nos obliga a plantear un trabajo por proyectos.


Por ello, desde el MOOC (curso online masivo y abierto) que Dualiza Bankia  ha lanzado junto a FP Empresa, de la mano de Conecta13, tenemos una buena oportunidad para iniciarnos en el ABP o profundizar en aquellos aspectos que podemos reforzar a la hora de diseñar y llevar a cabo un proyecto desde nuestros módulos y ciclos formativos. Un curso, en el que he colaborado, que está producido por y para docentes de FP con experiencia en esta metodología que  atesora décadas de experiencia y que sin embargo puede suponer un plus de innovación en las aulas. 


Desde mi experiencia personal tan solo puedo valorar positivamente todos los proyectos en los que nos hemos embarcado. En este MOOC tienes además la oportunidad de conocer el trabajo de otros docentes de Formación Profesional que pueden servir de ejemplo o inspiración para que te plantees el ABP en tus clases. 


LA FP Y EL APRENDIZAJE BASADO EN RETOS

lunes, 3 de junio de 2019
Transformar la metodología de trabajo en el aula, y más aún a nivel de centro, no es tarea fácil. En la Formación Profesional hace años que venimos tratando de transformar las aulas para pasar a modelo donde el alumno sea una parte activa en el aula; donde aprenda a trabajar con sus compañeros (al igual que en cualquier puesto de trabajo); y donde se manejen competencias técnicas y transversales útiles en sus futuros empleos.

En el País Vasco llevan desde 2013 años implementando el modelo ETHAZI, un modelo que, como indican en su web oficial, se basa en el aprendizaje colaborativo basado en retos:
El planteamiento de una situación problemática, su transformación hacia un reto, así como la totalidad del proceso hasta la obtención de un resultado, está estructurado partiendo tanto de las competencias técnicas y específicas de cada ciclo, como de aquellas competencias transversales que en este momento tienen un carácter estratégico, tales como: autonomía en el aprendizaje, trabajo en equipo, orientación hacia resultados extraordinarios, etc…
Este modelo, que he podido conocer directamente gracias a la formación recibida el pasado mes en nuestra escuela por parte de Julio Alarcón e Iñaki Narbaiza, docentes de Formación Profesional en Maristak Durango (uno de los centros piloto en Ethazi), significa un cambio más que sustancial tanto en el proceso de enseñanza-aprendizaje como en la organización modular y del profesorado de cada ciclo.
Esta propuesta de trabajo no encaja con el modelo estructural tal y como lo venimos conociendo hasta ahora; elementos tales como los horarios, las evaluaciones, la configuración del aula,…., en su formato actual dejan de ser válidos y necesitan de un re-pensamiento y consiguiente redefinición.
El aprendizaje basado en retos supone una evolución del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) con la particularidad de que con este modelo, que pretende ser implementado integralmente en cada ciclo, se ven afectados todos los módulos y durante la totalidad del horario lectivo del centro en cada una de las evaluaciones (estas desaparecen en favor de una evaluación final que tiene en cuenta la valoración de cada reto). Todo ello supone necesariamente un trabajo en equipo del profesorado, una cierta flexibilidad con las aulas y módulos del ciclo, así como una reflexión previa e intensa de las capacidades y competencias que buscamos en el perfil profesional del título.

ethazi aprendizaje basado en retos
fuente: tknika.eus

Pese a la dificultad que esto pueda entrañar, por las reticencias del profesorado o la inestabilidad de la plantilla docente, creo que vale la pena apostar por un modelo que encaja perfectamente en la Formación Profesional actual. Una FP que debe preparar del modo más aproximado posible al mundo laboral gracias al planteamiento de metodologías alternativas a una enseñanza únicamente magistral o basada en una evaluación de la memoria.

Es necesario, por tanto, un apoyo de la dirección, una implicación de la mayoría de docentes, y muchas ganas de hacer un esfuerzo adicional para buscar esa transformación de las aulas. De momento, siguiendo los consejos de Iñaki y Julio, trataremos de, poco a poco, implementar este modelo a través de uno o dos retos durante el próximo curso.

En este otro enlace podemos encontrar retos de diversos ciclos formativos. Un buen banco de recursos para hacernos una idea de qué es un reto y poder así diseñar retos propios adaptados a la realidad de nuestros ciclos y centros de FP. Con la experiencia que tenemos como docentes, el conocimiento sobre los ciclos donde trabajamos y las necesidades que buscan las empresas, podemos comenzar a plantear retos motivadores para los alumnos con el fin de continuar trabajando aquellas competencias que seguro necesitarán a lo largo de su vida.

Mientras tanto, seguiremos experimentando en el aula gracias a un modelo que seguro irá evolucionando y que, al igual que nuestra labor docente, tendrá pendientes y descensos; nos obligará a mirar de vez en cuando el retrovisor pero con la vista puesta en un horizonte incierto para todos. 

PROPUESTAS PARA EL AULA DE FP

viernes, 15 de junio de 2018
Con el curso ya prácticamente finiquitado, ya toca ir pensando en el siguiente año académico. Los que tenemos la fortuna de saber los módulos que no corresponden y cierta estabilidad laboral, podemos ir ya avanzando en nuevas propuestas a propósito del balance de este último curso.

Como es habitual en junio, al menos en mi caso, siempre me queda la sensación de no haber llegado a todo lo que me propuse, no haber atendido suficientemente bien a todos los alumnos o dejar de trabajar temas que considero relevantes para su formación. Una sensación que intuyo se agrava con los años por la complejidad creciente de los conocimientos técnicos, las necesidades permanentes de digitalización y la exigencia del mercado formativo de ofrecer proyectos nuevos con los mismos recursos personales -desde hace ya varios lustros-  que nos concede la Administración educativa.

Tras ya muchos cursos de experiencia, escuchando a viejos compañeros, leyendo las opiniones y críticas de otros docentes por la red y prestando atención a los alumnos, uno comienza a tener algo claro hacia donde debemos ir o qué tipo de acciones tienen mejores resultados en el aula. Aún así, y pese a que algunos se autoetiquetan como "expertos", no cabe duda que ni muchos años de aula o de investigación educativa son garantes de éxito; y ni mucho menos de satisfacción profesional.

En cualquier caso, me atrevo a compartir varias líneas de trabajo que considero pueden ser interesantes para mis alumnos de Formación Profesional. Incido en lo de FP porque se difunden demasiadas prácticas educativas como si pudieran ser extensibles a cualquier etapa (primaria, ESO, bachillerato, universidad), y, ciertamente, cada una de ellas tiene unas necesidades bien diferenciadas que debemos atender de manera específica. Se me ocurren muchas experiencias que debieran ser atendidas (o ignoradas) de un modo más selectivo en función de cada etapa: idiomas, lectura, emprendimiento, robótica, flipped, gamificación...
PROPUESTAS PARA EL AULA DE FORMACIÓN PROFESIONAL

Yendo al grano, me permito comentaros algunas propuestas para el próximo curso:
  • Avanzar con la lectura. Desde hace ya tres cursos ofrezco una serie de lecturas recomendadas a mis alumnos. En el caso de los ciclos de grado superior, suelo sugerir dos o tres lecturas cada evaluación para que el alumno seleccione una; mientras que en los grados medios son los alumnos los que seleccionan sus propias lecturas o recomiendan otras a sus compañeros que reseñan en su blog personal -utilizado como portafolio del curso-. El próximo curso, vamos a aprovechar libros que se pensaban desechar de la biblioteca, junto algunos otros libros personales, y crear una biblioteca de aula donde los alumnos busquen primero reseñas sobre estos libros (adjuntándolas a los mismos)  y luego cada uno seleccione los títulos a su gusto. Leer también "Libros recomendados para jóvenes de FP".
  • Bloc de notas. El mundo digital no es la solución a todo. Cada vez es más infrecuente encontrarse con alumnos que van tomando notas de lo que dice el profesor o llevando una agenda en condiciones. En FP no creo que haya que volver a las libretitas de doble pauta por módulo, pero sí creo necesario disponer un cuaderno de notas donde apuntar ideas interesantes, comentarios del docente o datos a ser recordados. El año próximo comenzaremos con un concurso de ideas, aprovechando el módulo de marketing, para que los alumnos compren y personalicen su propio bloc de notas. De paso, seleccionaré y adquiriré la que más se adapte a mis necesidades, porque también me hace falta cierta organización no virtual... 
  • Digitalización. Aparentemente en contradicción con el punto anterior, creo necesario plantearse en cada uno de nuestros ciclos formativos los actuales y futuros cambios que está produciendo la digitalización en los perfiles profesionales de los titulados en FP. No tengo claro como abordar esta necesidad en mis módulos, pero sí creo debemos saber aprovechar las oportunidades que actualmente nos brinda la realidad virtual o aumentada. Puedes ver algunos ejemplos en diversas familias profesionales en este artículo de Celia Ruíz: "¿Cómo aplicar la Realidad Virtual en Formación Profesional?". Aunque para ello nos haría falta algo de formación y recursos abiertos específicos para no tener que dedicar un tiempo excesivo en el diseño de materiales. 
  • Kahoot. La herramienta ya preferida de muchos profesores que corre el riesgo de saturación por el creciente abuso. Por ello, en lugar de que el alumno se limite a concursar, se puede también utilizar para que el alumno, antes de comenzar un tema, sea el que diseñe el Kahoot y redacte las cuestiones relacionadas con esta temática para luego ser proyectadas y comentadas en común. Un buen modo de provocar esa lectura previa de cada unidad didáctica que no suele ser muy habitual antes de comenzar un tema nuevo.
  • Exámenes con formularios. Suelo utilizar los exámenes tipo test al finalizar cada evaluación. Es un modo de asegurarme que se han estudiado los contenidos y las lecturas obligatorias de cada trimestre; así como me facilita las correcciones al final de una evaluación que suele estar plagada de prácticas y trabajos pendientes de revisión. Para este curso próximo pretendo automatizar las correcciones y utilizar los formularios que se pueden realizar con Google Drive. En este artículo de Javier Fernández Panadero podéis ver como gestionarlo todo, no es nada complicado: "Hacer exámenes con los Formularios de Google".
  • Juego de mesa. Sin ser muy usuario de juegos de mesa, he podido encontrar, o mejor dicho, me he tropezado con un juego específico para el ciclo formativo en el que trabajo -Comercio Internacional-. Probaremos las supuestas bondades de la gamificación a través de una simulación de una importación o exportación a través de un juego que además utiliza contenidos de varios módulos del ciclo: ver la web de Funtraders. A ver si de paso aprendemos y echamos un buen rato los alumnos y profesores del grupo. 
  • El móvil. Ahora que ha estallado el debate sobre el uso o no del móvil en el aula, somos todos conscientes de los efectos sobre la atención que producen en alumnos y resto de mortales. Habitualmente el uso del smartphone está prohibido en las aulas de los centros educativos, aunque en FP hemos tratado de fomentar otros empleos de unos dispositivos que entorpecen más que favorecen la concentración del alumno. Como en cualquier puesto de trabajo, el uso del móvil no suele estar permitido, a sabiendas de cualquier tipo de sanción. Personalmente, no creo que debamos retirar los móviles sino más bien avisar de las consecuencias de un uso indebido (por ejemplo, a través de su calificación); además de que conozcan las múltiples posibilidades para su organización personal o descarga de aplicaciones con un fin profesional.
  • English. La niña bonita del sistema educativo, la lengua inglesa, es también una asignatura pendiente en la Formación Profesional. En mi caso, en el ciclo de Comercio Internacional, es imprescindible una competencia avanzada en este idioma. En esta ocasión, por exigencias curriculares del centro, introduciremos materiales en inglés en una programación que ahonda en las competencias orales y de comprensión escrita del alumnado. Por suerte, hay infinidad de recursos en inglés relacionados con la logística y el transporte internacional. 
  • Twitter y LinkedIn. Retomar el tuiteo para aprender y conocer otros profesionales de nuestro ámbito de actuación. Debiera ser obligatorio conocer su uso al menos para seguir perfiles que aportan, y mucho, al desarrollo profesional. Dejé de utilizar Twitter asiduamente con los alumnos hace un par de cursos, "Twitter: ¿para alumnos o para profesores?", pero sigo creyendo que es una herramienta muy útil. También, en coordinación con el módulo de FOL, sería necesario que conocieran los diferentes usos de LinkedIn a nivel profesional. Porque hay vida más allá de Instagram y de los likes indiscriminados...
  • Aprendizaje y Servicio. Tras varios cursos llevando a cabo proyectos con metodología ABP, habitualmente uno por curso y con una duración semanal, seguiremos incidiendo en esta otra metología -ApS- que se combina muy bien con los proyectos de ABP. Estos proyectos son siempre un buen modo de cambiar ciertas dinámicas del curso y aterrizar en un entorno real más motivador para el alumno y que permite afianzar conceptos y adquirir nuevas competencias que no se emplean en el día a día del aula. Con el ApS exploraremos nuevas áreas donde poder desarrollar esos contenidos y competencias profesionales junto a alguna entidad social de nuestro entorno o de ámbito internacional. Muchos recursos al respecto en esta página de Roser Batlle que clasifica experiencias por temas. 
  • Blogs. Mi niña bonita. Ya son muchos años utilizando los blogs como portafolio digital del alumno con mayor o menor éxito. Obligar a que el alumno se abra un blog, escriba, cuente sus experiencias formativas o enlaces sus propios materiales, no es demasiado motivador para muchos alumnos. Aún así, me parece una herramienta excelente para que adquieran unas competencias digitales básicas y comunicativas que van a necesitar en su futuro laboral. En cualquier caso, debo seguir pensando nuevos modos de utilizar el blog para no perder ese ápice de motivación pretendido; ¿alguna idea? Os dejo como ejemplo este blog personal de una alumna del ciclo de grado medio de Actividades Comerciales: "La historia de Dulce".
Pese a que los comentarios a los blogs ya sean algo retro, espero tus valiosas aportaciones para el curso próximo.

photo credit: yourbestdigs Four daily planners on a clean white desk via photopin (license)

CADA ETAPA EDUCATIVA TIENE SUS PARTICULARIDADES

miércoles, 15 de noviembre de 2017
En el mundo educativo actual, sobre todo en los medios de comunicación o en los foros públicos, suelen tratarse las necesidades de cada etapa educativa (infantil, primaria, secundaria obligatoria, bachillerato, formación profesional y en ocasiones, incluso la universidad) como algo homogéneo, sin una especialización a la hora de abordar las particularidades que cada uno conlleva.

Esto es aún más evidente en cuanto aparece una moda educativa que parece ser útil por igual con un estudiante de bachillerato que con un niño de primaria. Parece que nos puedan las ganas de "innovar" y dejarnos llevar por los "inventos" del momento, al menos para no parecer un docente trasnochado o demasiado tradicional.


No tiene sentido alguno, por muy vistoso y "moderno" que parezca, tratar de digitalizar contenidos, actividades a través de plataformas virtuales (LMS, SGA, EVEA, LCMS) con alumnos de primaria donde el principal objetivo de su educación debiera fundamentarse en la lectoescritura y en las operaciones matemáticas básicas. Empantallar a los niños a edad tan temprana no está produciendo ningún salto significativo en el aprendizaje, más allá de momentos de entretenimiento o un precoz interés por los sistemas informáticos. Los que no somos "nativos digitales" bien sabemos que no precisamos tocar un ordenador cuando teníamos diez años para poder manejar con soltura cualquier software en la actualidad. Lo que seguro echaría de menos, si me hubiera faltado en su día, es disponer de una buena biblioteca escolar o de unos maestros sensibles al fomento de la lectura.

Tampoco tiene sentido la instauración de unos deberes escolares del mismo tipo en cualquier curso; no importa que curses cuarto de la ESO o que hayas accedido a un ciclo formativo. Estimular la memoria es una actividad muy recomendada, así lo apuntan los neurocientíficos, pero si estamos trabajando competencias profesionales no hace falta aprenderse un listado de abreviaturas o copiar a mano tropecientas líneas. Muy diferente también de aquellos que están preparando el bachillerato y que necesitan presentarse a unas pruebas de acceso a la universidad.

Debemos tener claro que las necesidades del alumno, niño, adolescente o joven, son muy distintas y debemos abordarlas de modos diferentes en cada ciclo educativo. Hay metodologías adaptables a todas las etapas (Aprendizaje Basado en Proyectos, aprendizaje cooperativo, retos...), pero cada una de ellas se debe adecuar a nuestros alumnos y a los objetivos últimos de aprendizaje. No todo tiene interés para nuestras aulas ni va a solucionar las dificultades a las que nos enfrentamos cotidianamente.

No se trata de permanecer inmóvil o no buscar cambios en nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje habitual; tan sólo debemos reflexionar más a menudo sobre nuestras prioridades con los alumnos y si realmente la moda metodológica o tecnológica de turno nos aporta una mejora significativa o un alejamiento de nuestro propósito principal en la etapa educativa que nos corresponde.

En la Formación Profesional lo tenemos claro, no sólo gracias a los decretos que desarrollan cada título, sino por la experiencia acumulada; seguimos trabajando por lograr alumnos mejor preparados para el mundo laboral capaces de adaptarse al futuro que les espera. Nosotros, sí que necesitamos saber lo que demandan las empresas y cada sector profesional para titular a alumnos competentes; tratar de adelantar estas habilidades a alumnos de la ESO a través del emprendimiento o la gestión de empresas, no me parece ya tan lógico.

Sí es cierto que en todas las etapas debemos trabajar una serie de competencias personales que son fundamentales a lo largo de la vida: responsabilidad, civismo, respeto a los demás, esfuerzo, solidaridad... Aquí no cabe hacer distinciones excepto a la hora de transmitirlas según la edad buscando la significatividad de las actividades programadas para llegar mejor a cada alumno según su madurez personal.

photo credit: Artistic-touches Dropping In via photopin (license)

LA CERVEZA EN LA EDUCACIÓN: METODOLOGÍAS

jueves, 27 de julio de 2017
Aviso al lector: prohibido su consumo a menores de edad, recomendado sólo a docentes noveles o viejunos. 

Parece que con el verano, además del aumento estacional del consumo de cerveza, se viene produciendo un incremento de conflictos entre las diferentes facciones de metodólogos y docentes a tiempo completo.

Los puristas, que se decantan por cervezas negras o tipo Ale, de abadía o trapenses, siguen en sus trece con que los contenidos son lo más importante y que la sabiduría se encuentra sólo en ellos a través de los libros de texto; no importa el grupo de clase, la edad, el tipo de estudios ni el entorno socioeconómico. La clase magistral es su marca de referencia, aunque la tecnología (fundamentalmente un proyector y un powerpoint) pueda servir a sus intereses. Catadores que gustan separar el grano de la paja y seleccionar los mejores cereales.

Luego tenemos los de la cerveza rubia, tipo Lager, que se atreven incluso con cervezas innovadoras: elaboradas con agua de mar, de agricultura ecológica, con zanahoria o aloe vera... Tipos que buscan la frescura y el buen rollo por encima de todo, a la caza de la motivación permanente y experimentando con  las TIC u otros métodos que parecen muy vanguardistas. A veces se pierden meditando en exceso, con florituras a carboncillo o acaban distraídos con algo lúdico; no estoy hablando de los clientes habituales de caña o doble de toda la vida; me refiero a esos con ojo clínico para buscar y seleccionar una u otra cerveza en función del diseño de la botella, su etiquetado original o un sabor particular e individualizado.

En cuarto lugar, están los que no saben ya adonde ir y que han terminado pereciendo en el interior de botellines de cerveza mezclados con limonada -tipo Shandy o Radler- tratando de adaptar sus clases a los alumnos según el curso, combinando metodologías tradicionales con otras más activas, barajando exámenes con evaluación por competencias, o complicándose la vida con materiales de la red junto a libros de texto. No confundir con los los bebedores de cerveza 0,0 que, a excepción de prescripción médica, destilan indolencia y apatía en el aula, o se conforman con cualquier mejunje de marca blanca.

Lo apasionante de este tema está en la facilidad de poder deambular de un grupo a otro, adaptándose a lo medios que se conocen o se detentan, sin olvidar nunca el cereal con el que trabajamos.

¿Y a ti, cuál te gusta?


P.D. Aprovecho y os dejo con este proyecto cerveceros (ABP o lager) realizado con los alumnos de Formación Profesional del ciclo superior de Comercio Internacional:  https://exportacioncerocomacero.blogspot.com.es/


photo credit: arkland_swe A glass of cold beer! via photopin (license)

PBL EN FORMACIÓN PROFESIONAL

jueves, 7 de abril de 2016
Paradójicamente la metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), también llamada PBL por sus siglas en inglés, no es algo muy habitual en las aulas de Formación Profesional, o al menos no es fácil encontrar casos de centros educativos que publiquen y difundan los proyectos que llevan a cabo.


Cualquier ciclo de FP es susceptible de utilizar este tipo de metodología, ya sea de un modo más purista y siguiendo las pautas que marcan el diseño de un PBL. Como bien dice Jorge Arévalo, viceconsejero de FP del País Vasco, una cosa es enseñar y transmitir conocimientos y otra que los alumnos aprendan a ponerlos en práctica a través de este tipo de metodologías activas.

La Formación Profesional es una etapa educativa perfecta para realizar este tipo de proyectos, ya sea a través de un módulo con un sólo docente, o, mejor aún, con el equipo de profesores que componen un ciclo formativo. Incluso, porqué no, se pueden realizar proyectos que abarquen todos los ciclos de un centro educativo a través de una temática transversal.

Existen muchos recursos para aprender a trabajar a través de PBL-ABP (ver magnífico repositorio de Rosa Díez), pero la clave está en pararse a reflexionar y conseguir sumar a los compañeros a este tipo de metodologías. Una metodología que necesita el apoyo del equipo directivo a través de espacios y horarios que faciliten el trabajo en equipo de alumnos y profesorado.

Por el contrario, como comentaba anteriormente, es difícil encontrar proyectos publicados en Internet, pese a que ya son muchos los centros que utilizan esta metodología. Por ello, y siguiendo el formato de la tabla colaborativa de recursos de FP lanzada hace ya algún tiempo, os animo a dejar el enlace de aquellos proyectos que se han realizado en centros de Formación Profesional en esta nueva tabla colaborativa de PBL EN FP.

Os dejo en la tabla dos proyectos que conozco de primera mano, uno a punto de comenzar en el ciclo superior de Comercio Internacional de la Escuela Profesional Xavier, "Exportación 0,0", y el proyecto "Ven. Móvete" del IES Leixa que sigue una metodología similar al PBL y que engloba tanto ciclos formativos como bachillerato y del que de momento sólo podemos conocer sus actividades a través de una cuenta en Twitter. Mi sincera felicitación a este último proyecto por la envergadura, calidad de las actividades realizadas e implicación de un claustro motivado.

El trabajo por proyectos es beneficioso tanto para alumnos como para docentes, es una medio perfecto para fomentar el trabajo en equipo, la coordinación docente, el aprendizaje significativo, motiva y anima a la cooperación. En el caso de la FP ayuda también a salir del marco teórico y de las simulaciones en las que nos movemos habitualmente y nos introduce en el mundo real del trabajo. Eso sí, requiere un esfuerzo adicional del profesorado, reuniones, compenetración, elaboración de materiales, reflexión, un cierto caos durante la ejecución y muchas rectificaciones.

Espero que salgan a la luz muchos de esos proyectos efeperos que con mucha dedicación y acierto se están realizando en nuestros centros de Formación Profesional, ¿lo compartes?


photo credit: 3 Ways You Can Build a Bigger Audience and More Readers via photopin (license)
Con la tecnología de Blogger.

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