LA FP EN LOS PROGRAMAS ELECTORALES

jueves, 10 de diciembre de 2015
Pocos son los que acostumbran a leer al completo los programas electorales. Como docentes no está de más ver las diferentes propuestas de cada partido político y el grado de interés que muestran hacia la educación y hacia el sistema de Formación Profesional.

Gobierne quien gobierne, espero una apuesta clara y atrevida por la Formación Profesional a través de medidas que doten de recursos a los centros educativos, permitiendo un cambio de paradigma en las aulas, la actualización del profesorado a través de una planificación estratégica, así como que se tienda a un sistema permeable donde las prácticas educativas y experiencias formativas de éxito de cada comunidad autónoma puedan ser compartidas y experimentadas en otras regiones o centros de formación. Es hora de llevar a cabo acciones atrevidas donde se tenga en cuenta la opinión, no sólo de los sectores productivos y económicos, sino también de los docentes de Formación Profesional. No puede mejorarse la FP sin consultar a la parte responsable de transformarla -los docentes- o importar modelos sin tener en cuenta las peculiaridades de cada centro, región o titulación ofertada.

El prestigio de la Formación Profesional se crea a través de la experiencia, de las acciones decididas, transformado la docencia y conectando con el mundo laboral sin dejar de lado las competencias personales del alumnado.

A continuación, transcribo literalmente los párrafos relativos a la FP en los programas electorales de los principales partidos políticos a nivel nacional:



PARTIDO POPULAR 

Haremos más útil la información del sistema educativo, ofreciendo mapas de empleabilidad para las distintas titulaciones, tanto de Formación Profesional como universitarias, para que alumnos y familias dispongan de más y mejor información a la hora de tomar sus decisiones, de forma que la sociedad identifique y valore la utilización de los recursos que se destinan a la formación de las generaciones más jóvenes. 

Tenemos el compromiso de mantener y potenciar el impulso que durante estos años ha recibido la Formación Profesional. Disponer de una Formación Profesional de calidad y actualizada a las necesidades de una economía abierta y competitiva no puede ser una opción. Es por ello que durante esta legislatura hemos afrontado, a través de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa, la reforma de la Formación Profesional. Con ella hemos flexibilizado las trayectorias educativas, estableciendo pasarelas entre las enseñanzas académicas y las enseñanzas aplicadas. 

Nos comprometemos, en colaboración con las diferentes organizaciones empresariales, a incrementar sensiblemente en la próxima legislatura el número de alumnos, centros educativos y empresas implicados en proyectos de Formación Profesional Dual. Promover la Formación Profesional Dual significa contar en un futuro próximo con técnicos altamente cualificados, con perfiles adaptados a las necesidades reales de las empresas y con un nivel muy alto de empleabilidad. 

Estamos decididos a impulsar la recualificación de aquellos jóvenes que quedaron fuera del mercado laboral y que hoy necesitan actualizar sus conocimientos y habilidades para regresar con garantías al mismo. 

Incrementaremos la oferta de Formación Profesional a distancia para la obtención de títulos de Formación Profesional. De la misma forma, adaptaremos la oferta a las necesidades de las personas que sufran alguna discapacidad. 

Fomentaremos la relación de los centros educativos con el tejido empresarial, así como con los centros de innovación e investigación y las universidades, para crear canales de colaboración y de transferencia del conocimiento que permitan avanzar en la innovación en la Formación Profesional y en la competitividad de las empresas. 

Nos comprometemos también a apoyar la vinculación de la formación del profesorado de Formación Profesional con la realidad de las empresas, favoreciendo el desarrollo de competencias de los docentes adaptadas a la realidad de los procesos innovadores de las empresas. 

Mantendremos una actualización permanente y ágil de los títulos de Formación Profesional, creando nuevos canales y protocolos de participación permanente por sectores, que permitan anticipar las necesidades emergentes de formación en la sociedad y la economía. 

Mejoraremos la transparencia y la información de los estudiantes y sus familias, mediante la elaboración de un mapa de empleabilidad de los titulados en Formación Profesional, a partir de las informaciones suministradas por el Ministerio de Empleo y la Seguridad Social. 

Modernizaremos el portal “todoFP”, integrando el uso de dispositivos móviles y de la nube en el acceso permanente a la información y medidas de orientación, incorporaremos secciones y foros para empresas y emprendedores, y crearemos un foro para profesorado de Formación Profesional Básica, de intercambio de buenas prácticas y material didáctico. 

Más información: http://www.participarenserio.es/programa/



PSOE 

La Formación Profesional en nuestro país sigue estando poco prestigiada socialmente, menos conectada con el mundo empresarial de lo que debería y todavía lejos de converger con los mejores sistemas de educación y formación de Europa. En consonancia con esta visión nos proponemos adaptar la normativa del Estado para que en el transcurso de la próxima legislatura nuestro país pueda contar con un Sistema de Formación Profesional abierto a los cambios sociales e integrador de los actuales subsistemas de educación y de empleo. 

Estamos convencidos de que avanzar en el proceso de construcción europea de una formación profesional de calidad es la mejor respuesta que podemos dar a la crisis económica actual y, sobre todo, a la creación de empleo. El número de titulados y tituladas en FP en España es claramente insuficiente. Según los datos aportados por el Mapa de la oferta de Formación Profesional en España (2011), el número asciende a 4.664.859 (FPI+GM+FPII+GS), lo que representa un 24,6% de la fuerza productiva necesaria para el año 2010, y un 22,97% de la fuerza productiva necesaria para el año 2020. Este problema continuará si no se pone solución a la escasez de plazas y alumnado de Formación Profesional de Grado Medio. 

Los procesos de acreditación de competencias adquiridas en el entorno laboral deben de ser otra apuesta básica en el cambio de modelo productivo. Los modelos de acreditación deben de ser homogéneos, públicos y de oferta obligada para todo el Estado, para evitar discriminaciones entre quienes trabajan por el hecho de vivir en una autonomía determinada. Su gestión debe de ser autonómica en función de las especialidades y con un reparto adecuado a sus necesidades y posibilidades siendo, en cualquier caso, una función con garantía pública, con una planificación, coordinación y dirección de la Administración General del Estado, quien podrá aportar, en su caso, compensación económica a la comunidad gestora si superara el reparto autonómico equilibrado. 

Respecto a la coordinación entre las enseñanzas para obtención de Títulos de FP y las de Certificados de Profesionalidad, debe de hacerse una revisión profunda que no requiere cambios en la Ley de las cualificaciones, sino en los desarrollos de la misma efectuados por la Administración General del Estado, con el objetivo de mejorar las enseñanzas que permiten la obtención de dichos Certificados, facilitar la integración de los centros y entidades que los imparten y los centros de formación profesional, así como de las titulaciones adecuadas del profesorado para impartirlos, para garantizar la coherencia y validez del sistema. El Partido Popular en lugar de mejorar el sistema ha creado nuevos problemas que agravan los anteriores y provocan un empeoramiento generalizado del sistema educativo. 

El principal problema de la Formación Profesional era la alta demanda de nuevas plazas en todos los territorios del Estado. En lugar de atender a este problema el PP creó dos nuevos: la Formación Profesional Básica y la Formación Profesional Dual. El empeño del PP en crear una Formación Profesional Básica que nadie necesitaba ha provocado la segregación temprana de miles de estudiantes, les ha impedido obtener el título de Graduado en Educación Secundaria a las primeras promociones y ha endeudado a las administraciones públicas obligándolas a financiar todo el coste de implantación de estas enseñanzas con cargo al Fondo Social Europeo o bien a cargo de sus propios presupuestos. Todo ello para que, con los datos conocidos, asistan a esta enseñanza menos alumnado del que asistía a los Programas de Cualificación Profesional Inicial. 

Otro tanto ha ocurrido con la torpemente llamada Formación Profesional Dual (una mala imitación del modelo alemán que no cumple ninguna de sus características) una modalidad de Formación Profesional que, en el mejor de los casos llegará al 5% de todo el alumnado, pero que ha sido presentada como una alternativa a la Formación Profesional actual y cuya implantación en todo el territorio ha sido muy desigual. Lo cierto es que todo aquello que podría haber contribuido a la mejora de la formación profesional, el aumento de plazas, la integración de la formación para el empleo y la formación dentro del sistema educativo,el reconocimiento de competencias adquiridas a través de la experiencia laboral, o el desarrollo del Proceso de Copenhague, ha quedado por hacer. 

Por ello, debemos promover un acuerdo con las Comunidades Autónomas, para desarrollar un programa que permita a las personas adultas un desarrollo adecuado para su formación integral. Uno de los principales desafíos que tenemos como país es conseguir que la FP tenga el reconocimiento que se merece por parte del conjunto de la sociedad y, especialmente, por las empresas. Ello ayudaría a mejorar la empleabilidad de toda la población así como su capacidad para emprender proyectos empresariales, iniciativas sociales y desenvolverse en el trabajo autónomo. Por todo ello, nuestro compromiso es prestigiar y dignificar al máximo todas las enseñanzas profesionales, reconociendo su condición imprescindible para el buen funcionamiento de la sociedad, dándoles valor social y personal. Por ello debemos ampliar el número de plazas y perfiles para que las personas que lo deseen puedan acceder a las enseñanzas de formación profesional y certificados de profesionalidad y mejorar las actuales tasas de titulación. 

Impulsar una Formación Profesional que prepare al alumnado de forma integral y le permita acceder con éxito al mercado laboral o conectar con el resto de niveles educativos. Adaptar el Sistema Integrado de Formación Profesional a las necesidades del nuevo  modelo productivo primando los sectores emergentes y actualizando la oferta de títulos en los sectores productivos tradicionales. Entre otras, daremos especial importancia a todas las enseñanzas dirigidas a las ciencias medioambientales, energías alternativas, tecnologías de la información y la comunicación, ciencias de la salud y atención a la dependencia.

Mejorar el actual procedimiento de reconocimiento y acreditación de competencias adquiridas en el puesto de trabajo, valorando significativamente el tiempo trabajado en el sector para el que se solicita la acreditación. Facilitar la transición desde la formación al empleo mediante la colaboración de los servicios públicos de orientación e intermediación laboral con las empresas, con los organismos públicos y con las organizaciones empresariales, sin que ello suponga la sustitución de un puesto de trabajo estable. Definir un modelo de orientación profesional y laboral que permita a todas las personas conocer las posibilidades que ofrece el mercado laboral y definir su propia carrera profesional. 

PROPUESTAS 

• Modificar la actual Ley Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional para consolidar un Sistema Integrado de Formación Profesional que permita la obtención tanto de títulos de Formación Profesional como de Certificados de Profesionalidad, así como para mejorar la conexión de los distintos grados, dando respuesta a las especificidades del medio rural. 

• Incentivar la oferta pública de plazas que responda a las necesidades derivadas del nuevo modelo de crecimiento inteligente, sostenible y cohesionado. 

• Definir un nuevo modelo de financiación de todas las enseñanzas profesionalizadoras que permita atender la demanda en las condiciones de calidad exigibles. 

• Incentivar la contratación de las personas que tengan títulos oficiales de Formación Profesional o Certificados de Profesional, así como la contratación de personas que estén dispuestas a formarse mientras trabajan. 

• Impulsar la incorporación de España al proceso de convergencia europea en Formación Profesional (Proceso de Copenhague) y facilitar la movilidad transnacional del profesorado y alumnado de Formación Profesional. 

• Promover la ampliación y la renovación de los Centros Integrados de Formación Profesional incorporando a esta red los actuales centros de Referencia Nacional. Además, y al objeto de reforzar la complementariedad y se contribuya así a  potenciar la relación entre la formación profesional y el mundo universitario, se promoverá, con las administraciones autonómicas competentes, la posibilidad de que Centros Integrados de Formación Profesional establezcan acuerdos de colaboración con las universidades para rentabilizar los medios materiales pero manteniendo siempre la relación administrativa actual. 

• Definir un modelo de formación en alternancia que permita una adecuada formación en los centros de trabajo sin que esto suponga un deterioro de la formación en los centros educativos. 

• Promover en colaboración con todas las empresas y con las administraciones públicas un plan de formación específico de todo el profesorado, que permita la actualización de sus competencias, el dominio de las nuevas herramientas profesionales y el desenvolvimiento eficaz en los nuevos entornos productivos. Otorgar especial atención al profesorado que se incorpore a nuevas titulaciones, y a las personas que asuman en las empresas la responsabilidad de colaborar en la formación del alumnado como monitores y monitoras .

• Promover la posibilidad de crear una educación de adultos de modalidad no presencial a través de las nuevas tecnologías que permitan alcanzar la formación mínima necesaria para acceder al mundo laboral. 

• Incorporar, progresivamente, a todas las enseñanzas profesionales un segundo idioma extranjero para facilitar la internacionalización de las empresas y para evitar que el desconocimiento de idiomas se convierta en un obstáculo para acceder a más oportunidades laborales. 

Más información: http://www.psoe.es/programa-electoral/



CIUDADANOS

La caída de la tasa de abandono temprano durante esta crisis ha redundado en un crecimiento sustancial de los alumnos en los ciclos de formación profesional, pero este proceso se ha realizado de forma desordenada y sin recursos, dándole la espalda a las necesidades reales de nuestras empresas. La formación profesional que combina aprendizaje en la empresa y en la un centro educativo (la llamada formación dual), tan importante para que se produzca este ajuste y para que mejoren las transiciones de la escuela al mercado de trabajo no ha pasado de ser un experimento en la mayoría de Comunidades Autónomas.


(...) consideramos que el nuevo modelo tiene que tener seis objetivos concretos (...):

Asegurar que todos los estudiantes españoles hablan inglés con soltura al salir del bachillerato o del último ciclo de Formación Profesional [FP], 

Establecer un sistema de FP capaz de competir en calidad y empleabilidad con el de los mejores de Europa.


El camino propuesto para lograr una escuela inclusiva pasaría necesariamente por: (...)
E) Itinerarios de calidad y pasarelas

En cualquier caso, creemos que siempre deben existir, con independencia del nivel actual del estudiante, vías para permanecer escolarizado, al menos hasta adquirir un título de enseñanza secundaria post-obligatoria. España debe ofrecer un amplio abanico de alternativas educativas de calidad en las enseñanzas de Formación Profesional (FP) que permitan una incorporación exitosa al mundo laboral para todos aquellos que no quieran continuar con los estudios superiores.

En este sentido, tendremos que hacer un mayor esfuerzo que el actual en los recursos destinados a la formación profesional en sus Ciclos de Grado Medio. Los niveles de inversión en este nivel de ensenanza han estado tradicionalmente por debajo de los registrados en los demás países europeos, imposibilitando una oferta suficientemente rica y adaptada a las necesidades del mercado laboral.

Asimismo, es necesario plantearse por que tardamos tanto en implantar de forma definitiva y generalizada un modelo de FP dual que, siguiendo el modelo alemán, combine trabajo en la empresa y formacion. La evidencia empírica muestra claramente las ventajas que proporciona este modelo educativo para facilitar la transición de los jóvenes al mercado de trabajo. El desarrollo de este modelo en nuestro país parece ser una de las escasas vías para paliar los problemas estructurales de empleo juvenil.

Por otra parte, los modelos de formacion profesional necesitan adaptarse continuamente a los cambios técnicos y necesidades en el medio y largo plazo de las empresas. Esta es otra de las razones por las cuales es necesario apostar por el modelo de FP dual, para que nuestra formacion profesional deje de darle la espalda a las empresas. Solo funcionara con la presencia de las empresas en la gestión y diseño de los programas de FP. En este sentido se debería desarrollar un ambicioso Plan Nacional de FP Dual en el que participen todos los sectores y tipos de empresas. En efecto, se ha de romper el mito de que la FP dual solo se dirige al sector industrial y a las grandes empresas. En países en los que la FP dual forma parte esencial del modelo educativo, el aprendizaje se realiza tanto los sectores de servicios como en la industria, y tanto en las PYMES como en la grandes empresas.

Una de las criticas fundamentales de la FP es que no proporciona suficiente capital humano genérico para conseguir la movilidad profesional cuando las profesiones entran en decadencia. Por ello es necesario ampliar y fortalecer las competencias cognitivas genéricas, como los idiomas o el uso de tecnologías de la información y la comunicación, por ejemplo, que se imparten en estos niveles educativos. En cualquier caso, el aprendizaje a lo largo de la vida resulta clave para evitar que los titulados en FP y otros niveles educativos se vean desplazados por falta de reciclaje y movilidad.

Finalmente, y no menos importante, el principio de igualdad de oportunidades que debe guiar este Pacto Nacional por la Educación, también debe garantizar que, al igual en los países mas avanzados en materia de FP, existan pasarelas que permitan que los jóvenes puedan efectivamente seguir vinculados a los otros niveles del sistema educativo, de forma que los jóvenes puedan siempre rectificar su elección y hacer estudios mas (o menos) académicos.

En definitiva, una FP en la que prime la experiencia practica y no solo la titulación teórica de su profesorado y en la que se establezcan cauces para poder reengancharse a los estudios preuniversitarios o universitarios sin dificultad. Atender adecuadamente y garantizar una educación de calidad a la diversidad de alumnos no es ninguna fantasía. Es posible técnicamente, a condición de que se desarrollen los instrumentos necesarios para llevarlo a la practica y se generalice su uso. Una escuela para todos debe encontrar el equilibrio entre el necesario aprendizaje de la parte común del currículo, pues no debemos restringir las posibilidades de adquirir los conocimientos y habilidades básicas, y una atención especifica a las necesidades educativos de cada uno de los alumnos.






PODEMOS

Formación Profesional realmente gratuita en todos los niveles Ampliaremos la oferta de Formación Profesional en la red de centros públicos con una planificación que responda a las demandas del mercado laboral y al ámbito territorial, sobre todo en el mundo rural, con una dotación suficiente de recursos humanos y materiales, para mejorar los niveles de educación y la cualificación de la población. Así, evitaremos que un elevado número de jóvenes se quede sin plaza en centros públicos, algo que sucede en la actualidad. 

Se regularán los aspectos docentes y laborales en los convenios de formación en centros de trabajo, de forma que las empresas asuman su responsabilidad social y el alumnado obtenga una remuneración adecuada, con el consiguiente beneficio para ambos. El número de horas de formación en centros de trabajo será el necesario para obtener las competencias correspondientes sin que pueda ir en detrimento de las horas de formación en el centro educativo. 

La experiencia actual de Formación Profesional dual y extendida se suspenderá hasta que se proponga un nuevo diseño, ya que no cumple los requisitos mínimos de calidad ni en su vertiente formativa ni en su vertiente laboral.







IZQUIERDA UNIDA

Las Administraciones educativas crearán una red pública suficiente de centros integrados de FP, donde se imparta tanto Formación profesional reglada como Formación para el empleo, con posibilidad de programas en régimen nocturno y semipresencial, para satisfacer la demanda de ciclos de grado medio y superior de Formación Profesional específica. El perfil de los ciclos que se ofertarán tendrá en cuenta su rentabilidad social y no sólo el interés inmediato de las empresas, así como las demandas del alumnado y de la comunidad educativa, junto a las necesidades de formación derivadas del correspondiente análisis de las expectativas de empleo. Se dará amplia difusión de los ciclos de Grado Medio. Se aplicarán “pasarelas” entre ciclos y entre ciclos y universidades. Implicar a cooperativas y empresas públicas en las prácticas de la FP.


Articular la formación profesional y la universitaria: En la perspectiva de generalizar la educación superior como condición para el nuevo modelo productivo que IU propugna, habrá que fomentar la ocupación de plazas tanto en Formación Profesional media y superior como en la Universidad, facilitando la transición entre ellas e impulsando su convergencia, de modo que la Formación Profesional incluya el estudio crítico de las teorías científicas subyacentes a la práctica profesional y los estudios universitarios incluyan prácticas profesionales retribuidas y controladas por la Universidad, fomentando el aprendizaje durante toda la vida.






photo credit: JKPP: Sandy via photopin (license)

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